El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha dado a conocer que la inflación correspondiente al mes de julio se situó en un 6,3%, acumulando así una tasa anualizada del 113,4%. Este último dato refleja la marcada presión inflacionaria que ha afectado a la economía argentina, con un aumento en los precios que se ha mantenido constante en los primeros siete meses del año, llegando a un total del 60,2%.
Estos números representan un aumento respecto al mes anterior, ya que en junio la inflación había sido del 6%. Aunque se registró una leve desaceleración con respecto al mes de mayo, cuando la inflación alcanzó el 7,6%, las perspectivas a corto plazo indican que los precios podrían experimentar una mayor alza en los próximos meses.
En contraste con informaciones anteriores, esta vez no se realizó el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), una encuesta mensual llevada a cabo por el Banco Central que recoge las predicciones de las consultoras privadas sobre las variables económicas clave. La ausencia de esta encuesta se atribuye a medidas políticas, ya que se buscó evitar que los resultados influyeran en el proceso electoral de las PASO.
No obstante, a pesar de la falta de este indicador oficial, diversas consultoras privadas estimaron que la inflación de julio rondaría el 7%, rompiendo la tendencia a la baja observada en meses anteriores. Tras el pico del 8,4% registrado en abril -el nivel más alto durante la administración de Alberto Fernández-, la inflación había descendido a 7,8% en mayo y 6% en junio.
La Ciudad de Buenos Aires, por su parte, presentó una inflación de 7,3% en julio, acumulando un total del 62,3% en siete meses. Este incremento se atribuye principalmente al aumento en los servicios, incluyendo prepagas, alquileres y comidas fuera del hogar.
Los expertos económicos anticipan una aceleración significativa de la inflación en agosto. Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, destacó que se espera un aumento notable debido a diversos factores. “El aumento de impuestos al dólar y la devaluación del tipo de cambio oficial mayorista han impulsado una dinámica de precios, particularmente en alimentos y bebidas no alcohólicas“, explicó. Además, el incremento en los regulados también ejercerá presión sobre la inflación de agosto. En base a estas variables, se estima que la próxima cifra de inflación podría situarse en torno al 9,3%. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
