Avión no tripulado ucraniano se estrella contra almacén de residuos nucleares en Rusia

El jueves, un avión no tripulado de origen ucraniano colisionó contra un almacén de residuos nucleares en la central de Kursk, ubicada en el oeste de Rusia, causando daños en su estructura. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso ha calificado el incidente como un “acto de terrorismo nuclear” y ha instado a otros gobiernos a condenar enérgicamente esta acción que consideran peligrosa y con potenciales consecuencias irreparables.

El comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso expresó su preocupación acerca de que Ucrania debía ser consciente de que sus acciones podrían haber desencadenado una catástrofe nuclear a gran escala que habría afectado a varios países. Rusia y Ucrania, ambos operando centrales nucleares, se han culpado mutuamente de poner en riesgo la seguridad nuclear debido a acciones irresponsables.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de las Naciones Unidas ha seguido de cerca la situación en Ucrania y ha expresado su preocupación por estos incidentes. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso indicó que el ataque con drones, que se llevó a cabo el jueves, dañó las paredes de la instalación de residuos nucleares y alcanzó un complejo de edificios administrativos. Además, mencionaron que los drones utilizados en el ataque emplearon componentes suministrados por países occidentales, lo que podría indicar complicidad o incluso orden por parte de los aliados de Ucrania.

La central nuclear de Kursk, situada en una región fronteriza con Ucrania, informó que no hubo víctimas como resultado del ataque, y que los niveles de radiación y las operaciones se mantenían normales. Hasta el momento, las autoridades ucranianas no han emitido comentarios al respecto, y generalmente se abstienen de confirmar o desmentir operaciones militares en territorio ruso.

Este incidente sigue una serie de incidentes previos relacionados con drones entre Rusia y Ucrania en áreas cercanas a centrales nucleares, lo que ha aumentado la preocupación internacional sobre la seguridad nuclear en la región. La guerra en curso entre ambos países ha durado ya 20 meses y ha llevado a una serie de ataques con drones en diversas regiones rusas. Los detalles exactos y la veracidad de estos incidentes aún están siendo verificados.

El OIEA confirmó que el ataque en Jmelnitski, región occidental de Ucrania, había dañado ventanas en el sitio, pero no había afectado las operaciones de la planta ucraniana ni su conexión a la red eléctrica. La situación sigue siendo delicada y requiere un monitoreo constante por parte de organismos internacionales. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA

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