(Por: Sergio Cavicchioli – Argentar Noticias – Comodoro Rivadavia –Chubut) – Otra vez la nieve. También podríamos decir, otra vez el viento, la lluvia, la sequía, etc., etc…
La naturaleza, nuevamente, se erige ante nosotros como ese espejo en el que no nos gusta vernos reflejados. Si “la cara es el espejo del alma y sus ojos, los delatores” (como lo sostiene el dicho popular); la naturaleza es quien mejor refleja cómo nos organizamos como sociedad y los eventos climáticos se presentan como los ojos que observan nuestra propia opacidad.
¡Y siiii…!!!, no podemos expresarlo de otra forma.
Es cierto que nuestra Patagonia registra niveles de precipitaciones de agua y nieve mucho más significativos que décadas anteriores, pero tan cierto es también; que, entre eventos, transcurrió suficiente cantidad de años para incorporar mecanismos que nos posibiliten convivir con esas contingencias climatológicas de una forma más amigable. No tan traumática, digo.
La última nevada de significativa relevancia data del año 2001 y la anterior, allá por 1984. Es decir, hace 40 años. (Podríamos hacer más memoria, pero sirvan estos años a modo de ejemplo). Sin embargo, convivimos con los mismos problemas que hace más de cuatro décadas condicionan nuestro modo de vida y, en casos puntuales, ponen en riesgo la vida de personas que quedan atrapadas en rutas, ante la pasiva mirada de funcionarios (principalmente nacionales) que observan la realidad, antes por TV, y ahora por redes sociales.
Pero la procrastinación no es soló prerrogativa de burócratas que cómodamente gobiernan sus distritos desde confortables escritorios, como lo son quienes conducen los destinos del Distrito Nº XIII de Vialidad Nacional con asiento en la ciudad de Trelew.
La llegada, en pleno temporal de agua y nieve, el martes 18 del corriente, de la Secretaria General de la Presidencia, -la Jefa- Karina Milei junto al presidente de la Cámara de Diputados de Nación, Martín Menem, para celebrar un acto electoral-judicial de la vida interna del partido del gobierno sin que mediara, de parte de estos actores, expresión pública alguna que –por lo menos- exteriorizara cierto grado de preocupación por la vida de las personas varadas en las rutas nacionales, es un ejemplo más de la disociación del gobierno federal con el Chubut, por lo menos.
“El ente”
La llegada a Chubut de los máximos responsables del gobierno nacional y de La Libertad Avanza tiene su correlato en la figura de un ser que “está” pero no se lo ve. Y su existencia es básicamente “cartesiana”, es decir: hay que pensarlo para saber que existe. Se trata del Diputado Nacional en representación del Chubut, César Treffinger.
Su gestión como funcionario público, no solo no agrega valor a la vida de los chubutenses; su rol es tan intrascendente, que solo puede ser registrado para medir, desde el punto de vista cuantitativo, la representación nacional que tiene nuestra provincia. Su existencia política es groseramente fútil. Lo único que logró exteriorizar (no comunicar), frente al temporal, fue un mensaje por Instagram en donde sostuvo: “Excelente labor de rescate de nuestro Ejército Argentino, una vez más evito que, debamos lamentar pérdidas. Muchas gracias a nuestra fuerza armadas y a sus autoridades, extensivo agradecimiento al Sr. Ministro de Defensa @luispetriok”.
Ocurre que las unidades del ejército que dependen de la IX Brigada Mecanizada, no solo fueron llamadas tardíamente para participar como fuerzas de rescate, sino que al momento de poner en funcionamiento sus unidades móviles, no contaban con el combustible para hacerlo. Tampoco disponían de las viandas de comida para alimentar a los integrantes de las fuerzas que no dudaron un solo instante en colocarse a disposición de las autoridades civiles.
Ni Karina Milei, ni Martín Menem y mucho menos Treffinger, estuvieron a la altura de las circunstancias, frente a una de las precipitaciones níveas más importantes de los últimos años. Tampoco implementaron acción alguna para lograr poner en marcha la maquinaria de Vialidad Nacional o gestionar la incorporación de personal temporario para utilizar esos recursos. De hecho, a la flota de Vialidad Nacional también hubo que donarle combustible y viandas de comida a sus choferes.
Ignacio Torres y Othar Macharashvili, terminaron agradeciendo no solo al ejército y a la gendarmería sino también a Pan American Energy (PAE) por la maquinaria, gente y recursos económicos puestos a disposición de la ciudad y de la región para ayudar frente a la contingencia. Llamo la atención la ausencia de YPF que no figuró en la lista de los agradecimientos. Tal vez porque todavía siguen buscando la camioneta con orugas que le fuera solicitada por la Municipalidad, pero que hasta el momento no logran hallar. Tal vez, la tapo la recuperación terciaria, digo. ¿No?
Lo cierto es que hemos retrocedido en nuestra acción preventiva. Hace algunos años atrás, no muchos, Vialidad Nacional celebró contratos con empresas de la construcción para disponer de puntos de asentamiento sobre las rutas nacionales con maquinaria, sal industrial y una dotación de personal mínimo, y así actuar proactivamente frente a la presencia de temporales de estas características, naturalmente en épocas invernales.
Los ejemplos más claros fueron los destacamentos de empresas ubicadas en la bajada del Cañadón Ferrays, frente al establecimiento ganadero “La Begoña”, o el ubicado en la zona de “El Trebol” –sobre ruta 26-, y ni que hablar del puesto que históricamente tuvo Vialidad Nacional en la zona de Los Manantiales –también sobre ruta 26- distante a unos 45 km al oeste de la localidad de Sarmiento.
Otro de los ejemplos de impericia gubernamental y burocrática más escandalosos, es el estado de la ruta 40 a la altura de “Los Tamariscos”, paraje ubicado -sobre esa traza- entre el cruce a Río Mayo y el mismo a Río Senguer. Más de 50 años que no se repara como corresponde y son ya más conocidos sus desvíos por caminos de tierra paralelos que por recorrer por su traza original. Y eso que pretendemos que la ruta 40 sea uno de los canales más importantes a la hora de promocionar el flujo de la actividad turística.
Nada de esto quedó en pie. Solo, y en calidad de testimonio, algún vestigio de lo que alguna vez fue “prever”. Es cierto que estas desapariciones no son nuevas. En épocas “kirchneristas”, “la banda”, se encargó de facturar con la obra pública, pero se olvidó de terminarla. Claro, si la finalizaba, se acababa la fuente de financiamiento –choreo- en términos populares.
“La historia ocurre dos veces”, sostuvo Hegel. “Una vez como tragedia y la otra como farsa”, agregó Marx.
No son éstos pensadores que hayan sido considerados por la Escuela Austríaca de Economía, claro está. No son registrados por los tiempos libertarios presentes. Obvio. Pero no por ello, dejan de aportar criterios o miradas que obligan a recordar que, más allá de la ideología a la que adhieran los gobernantes de turno, hay un criterio que jamás se puede perder de vista, el sentido común. (Argentar Noticias- Chubut)
Totalmente de acuerdo. Acá siempre andamos con el caballo detrás del carro
El campamento la Begonia era de Contreras , lo levantaron hace mas de 10 años , era el sistema de Mallas , la base operativa de VN es en Salamanca , distante 40 Kms de La Begonia , la base operativa de Comodoro no tiene maquinas , la 3 se mantiene con los dos campamentos, Salamanca y Garayalde . VN sabía de este temporal y habia alistado los medios , me consta , pero…el tema es la gente imprudente que salieron despavoridos para disfrutar 4 dias en Pto Madryn , Cordillera , después andan a los gritos cuando se quedan y le echan la culpa a las autoridades, cuando los irresponsables son ellos. Ponen en riesgo a sus familias y a terceros.