(Por: Rubén Lasagno) – Entre el gobernador Claudio Vidal y el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, se ha desatado una serie de “escaramuzas” teñidas de política de los `50, cuando “el más guapo” definía quién tenía el poder y finalmente “sometía” al más débil en términos de fuerza política y física.
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No era raro ver en aquellos años que alguien con poder político, sea presidente, gobernador o intendentes, mandara a un grupo de patoteros a destruir vidrieras, negocios y amedrentar a propietarios, empresarios o simplemente a un opositor y su familia, para sacarlo del juego o hacerlo desistir de de estar en su contra.
Han pasado décadas y cuando todo parecía superado, en Santa Cruz y particularmente en Río Gallegos, estamos viviendo una remake de aquellos años violentos. Sin llegar aún, a sufrir las consecuencias en intensidad y dinámica de los años donde todo se dirimía a tiros, cuchilladas o emboscadas en alguna esquina de Buenos Aires, la tirante relación política y personal entre el intendente de esta capital Pablo Grasso y el gobernador Claudio Vidal, preludian años de convivencia política muy duros e inciertos, cuyas manifestaciones han comenzado a hacerse sentir y seguramente se incrementarán próximos a las elecciones.
El último acto grave y preocupante
Finalizando la última semana, dos mujeres funcionarias de la Municipalidad de Río Gallegos, se hicieron presentes en la denominada “Escuela del Viento” un complejo de educación privada fundada por el Sindicato de Petroleros Privados, cuando Claudio Vidal era Secretario General y candidato a la gobernación.
Quienes arribaron a la escuela en calidad de “Inspección bromatológica” fueron la Directora del área de Bromatología de la Municipalidad, Carla Gauna y la Jefa de División de la misma repartición, Wanda Soto. Ambas son funcionarias de primera línea del municipio, con lo cual ya es extraño que a los fines de una inspección bromatológica, no asistan los Inspectores del municipio, habilitados para tal fin y que tienen las competencias adecuada no solo para el procedimiento en si, sino, además porque están instruidos en el trato con las personas que a veces suelen molestarse ante el trabajo que ellos realizan en los comercios o establecimientos donde por sus características, se manipulan, manejan o expenden alimentos.
Y aquí la segunda observación. Las fuentes consultadas indican que en la Escuela del Viento no hay bufet, es decir, no existe acopio ni manipulación de alimentos por parte de lo integrantes del consejo directivo o de los docentes o auxiliares. Solo existe la posibilidad de que cada padre traiga o envíe una vianda para los chicos, para lo cual la escuela les ofrece hornos microondas a fin de calentar la comida.
El tercer elemento de discordia en esta acción de la municipalidad en esta suerte de “inspección” fallida, es la forma en que las funcionarias de Bromatología se condujeron en el establecimiento educativo y la reacción injustificable que tuvieron los integrantes del Sindicato de Petroleros Privados con estas dos mujeres.
Si unimos los tres elementos tenemos un coctel explosivo que podría haber terminado peor, pero seguramente, hubo algún tipo de contemplación por parte de quienes “solo les pincharon las cuatro cubiertas” al vehículo estacionado de la Directora de Bromatología; indican las fuentes que de haber sido hombres, el resultado de esta agresión, hubiera sido más grave y física, por parte de los desconocidos que dejaron una clara advertencia en el rodado de la funcionaria. No debemos olvidar cuál es el proceder del sindicato de petroleros cuando sufre una crisis interna y mucho más cuando ve amenazado sus intereses.
Sin duda, el enfrentamiento político entre Grasso y Vidal tiene una proyección que alcanza las próximas elecciones de medio tiempo en 2025 y generales del año 2027, porque ambos tienen sus ambiciones intactas: Grasso quiere acceder al gobierno provincial y Vidal, no solo mantener el poder, sino, quitarle el municipio a Grasso, que no le pudo arrebatar en las elecciones del 2023.
En esa pulseada egoísta y patotera, se han generado una gran cantidad de hechos que, como lo venimos advirtiendo desde hace tiempo, puede terminar en algo que todos debamos lamentar.
Las denuncias públicas (no penales) que hace Vidal contra Grasso, como fue el caso de los terrenos del barrio El Faro o la última impugnación a la cesión de un terreno en la ría que el Intendente le concedió a su esposa y un socio o la vergonzosa actitud del intendente y el gobernador en pleno festejo del 25 de mayo, construyendo un hecho lamentable a la vista de todo el mundo y éste último acontecimiento que describimos, donde alguien o algunos, como reacción a las discusiones que se producían adentro de la escuela, rompió las cubiertas de un auto estacionado, son síntomas de que algo más grave puede pasar y dudo que ambos involucrados, lo adviertan. (Agencia OPI Santa Cruz)
UN dia se van a cargar a alguien y despues van a echarse las culpas entre ellos asi terminan
Ya en Caleta , pelea de UOCRA con Petrocas , 2 muertos , Piedrabuena , una reunion de UOCRA termina a los tiros con un muerto , planta de Argenova creo en Deseado , el gremio la destruyó , cientos de casos de despelotes patoteriles , acá en Chubut , un poco menos , pero la misma metodología.
Pelean como perros petro tras un alambrado. Son dos cobardes que mandan a sus laderos a sacarse la mugre y sabe como van a teminar??? A-BRA-ZA-DOS
En Caleta saben quién fue.
Se hacen los boludos
Todos saben
Estos dos me tienen re contra podrido