Luisa González, abogada y exasambleísta de 47 años, se prepara para disputar este domingo la segunda vuelta electoral en Ecuador, con la posibilidad de convertirse en la primera mujer presidenta electa en la historia del país. Representante del Movimiento Revolución Ciudadana (RC), la fuerza liderada por el expresidente Rafael Correa, González aspira a devolver el poder a la izquierda ecuatoriana tras años de alternancia política.
En la primera vuelta de los comicios, celebrada el pasado 9 de febrero, González obtuvo el 44% de los votos, quedando a apenas 16.746 sufragios de su contrincante, el actual mandatario Daniel Noboa, quien alcanzó el 44,17%. Ese resultado representó el mejor desempeño del “correísmo” en una elección presidencial desde que Correa dejó el poder en 2017, superando incluso el techo histórico del llamado “voto duro” del movimiento, estimado en torno al 33%.
De cara al balotaje, González intensificó su campaña con recorridos por provincias clave y reuniones con sectores estratégicos de la sociedad, en un intento de ampliar su base electoral. Recibió el respaldo de una parte del movimiento indígena, de sectores empresariales, y de varios partidos de izquierda, consolidando una alianza que podría ser decisiva en una contienda que se anticipa reñida. Un apoyo crucial fue el del Movimiento Pachakutik, brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que selló un acuerdo programático con la Revolución Ciudadana.
González, quien fue candidata en las elecciones anticipadas de 2023 y perdió ante Noboa, ha reformulado su imagen pública bajo el lema “Luisa por la vida”, apelando a las crecientes preocupaciones de la ciudadanía frente a la inseguridad, el desempleo y la crisis económica. En sus actos de campaña, promete “revivir” el país con políticas inclusivas centradas en educación, salud, empleo y seguridad, y señala que su prioridad será atender las necesidades de los más vulnerables.
La candidata se comprometió a generar dos millones de empleos en cuatro años, reactivar el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, y recuperar el control del Estado sobre puertos, aeropuertos y fronteras. También propuso fortalecer a las Fuerzas Armadas y la Policía con capacitación, tecnología e inteligencia operativa.
Pese a su estrecha vinculación con el expresidente Rafael Correa, quien reside en Bélgica tras ser condenado en 2020 por corrupción, González aseguró que no gobernará a su sombra. “Quien tomará las decisiones y dará la cara seré yo”, afirmó. No obstante, ha defendido el legado de Correa y las políticas sociales aplicadas durante su década en el poder.
Nacida en Quito el 22 de noviembre de 1977, Luisa González vivió gran parte de su vida en Canuto, una localidad rural del cantón Chone, en la provincia costera de Manabí. Es madre de dos hijos, deportista, aficionada a la cocina y al baile, y conocida por su personalidad carismática y su fuerte temperamento. Posee dos maestrías, una en Alta Gerencia por el Instituto de Altos Estudios Nacionales y otra en Economía Internacional por la Universidad Complutense de Madrid.
Durante el gobierno de Correa, ocupó distintos cargos públicos, y fue elegida legisladora en 2021. Su mandato en la Asamblea Nacional concluyó anticipadamente en mayo de 2023, tras la disolución del Parlamento decretada por el expresidente Guillermo Lasso en medio de una crisis institucional.
A horas del balotaje, las encuestas reflejan un escenario sin claros favoritos, lo que alimenta la expectativa de una jornada electoral definitoria. De imponerse, González no solo hará historia como la primera mujer en ocupar la jefatura de Estado en Ecuador, sino que marcará el regreso al poder de la principal fuerza progresista del país. (Agencia OPI Santa Cruz)