Tras el funeral del papa Francisco, que reunió a más de 140 mil personas en la Plaza de San Pedro, el Vaticano transita ahora días claves de deliberaciones previas al Cónclave que elegirá al próximo pontífice. Miles de fieles y representantes de más de 100 delegaciones internacionales despidieron al primer papa latinoamericano en una ceremonia que quedará en la memoria de la Iglesia. El féretro de Francisco fue trasladado desde la basílica vaticana a su lugar de descanso definitivo en la Basílica de Santa María la Mayor, donde, según informó el Vaticano, unas 30.000 personas lo visitaron durante la jornada siguiente.
Con el luto aún presente, la atención se centra ahora en las reuniones de los cardenales electores. El proceso previo al Cónclave, previsto entre el 5 y 6 de mayo, permite a los purpurados intercambiar impresiones, analizar propuestas y conocerse entre sí, algo necesario considerando que los 133 cardenales con derecho a voto provienen de 71 países distintos. La Iglesia Católica entra así en una fase de transición marcada por el recuerdo del legado de Francisco y las expectativas sobre su sucesor.
Estas reuniones informales cobran aún más relevancia tras el precedente de 2013, cuando el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, pronunció un discurso que impactó profundamente a sus pares. En aquella oportunidad, su mensaje centrado en una Iglesia cercana a los pobres y en salida hacia las periferias fue clave para su elección como papa. Hoy, en un escenario complejo y diverso, los cardenales buscan replicar ese clima de diálogo antes del inicio de las votaciones formales en la Capilla Sixtina.
Uno de los primeros desafíos del grupo cardenalicio será debatir la participación del cardenal italiano Angelo Becciu, involucrado en el escándalo de una operación inmobiliaria fraudulenta en Londres y apartado por el propio Francisco. Si bien Becciu sostiene que puede participar del Cónclave, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, presentó documentación papal que refutaría esa posibilidad. En caso de persistir la controversia, los cardenales podrían incluso votar sobre su inclusión o exclusión del proceso.
Con una mayoría progresista consolidada entre los electores —108 de los 133 cardenales fueron nombrados por Francisco—, los analistas coinciden en que hay chances de alcanzar los dos tercios necesarios para definir al nuevo pontífice en pocos días. Sin embargo, los sectores conservadores y otros bloques menores mantienen poder de veto e influencia en las decisiones.
Entre los nombres que más suenan como posibles sucesores están el cardenal Matteo Zuppi, actual arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, y el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, a quien muchos consideran el heredero espiritual del papa Francisco por su estilo pastoral y cercanía con los sectores más vulnerables. También se menciona al cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado vaticano, quien aparece como una figura de consenso por su perfil moderado.
Del lado conservador, el cardenal Peter Herdo de Hungría es una de las voces más respetadas por su solidez intelectual y firmeza doctrinal. A medida que se acercan los días decisivos, se intensifican las reuniones privadas y las conversaciones discretas entre cardenales que intentan decantar un perfil de liderazgo para la Iglesia del futuro. (Agencia OPI Santa Cruz)