30/12 – 10:30 – Los ex secretarios de Transporte de la Nación fueron condenados por administración fraudulenta de los bienes del Estado, al igual que el empresario Sergio Cirigliano; al motorman Marcos Córdoba le correspondieron tres años y medio.
Por: Mauricio Giambartolomei
Un concepto apuntaló las defensas de los ex funcionarios, empresarios y directivos imputados por la tragedia de Once durante los 22 meses que duró el proceso: responsabilizar al maquinista de la muerte de las 51 personas. Las estrategias, apoyadas inexplicablemente por algunas querellas, fueron destrozadas por el fallo del tribunal que ayer condenó a Juan Pablo Schiavi, Ricardo Jaime y Sergio Cirigliano a ocho, seis y nueve años de prisión efectiva, respectivamente, por administración fraudulenta de los bienes del Estado y estrago culposo en el accidente del 22 de febrero de 2012. El motorman, Marcos Córdoba, recibió tres años y seis meses.
Los ex funcionarios de Transporte de la Nación; el presidente de Cometrans, la empresa que manejaba la concesionaria del tren Sarmiento, y otros 17 imputados recibieron penas que van de los tres a los ocho años de prisión efectiva (ver página 17), aunque la pena no quedó firme y ninguno irá a la cárcel en forma inmediata. Los condenados tienen dos opciones para apelar el fallo que, se descarta, utilizarán luego del 30 de marzo, cuando se leerán los fundamentos de la condena: recurrir a la Cámara de Casación y a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para reducir la pena o revertir la sentencia. Superadas esas instancias irán presos o permanecerán en libertad.
El proceso, que por la magnitud y el interés social que había generado estaba a la altura de otros juicios, como el de Cromagnon, LAPA o el atentado a la Amia, se volvió histórico por el alcance de las medidas que tomó el Tribunal Oral Federal N° 2. Además de las condenas, los jueces pidieron investigar la posible responsabilidad en la tragedia de Once del ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Es decir, se abrirá una nueva investigación contra el ex funcionario kirchnerista como lo habían solicitado los familiares en los alegatos de las querellas y el fiscal del juicio, Fernando Arrigo, que hoy pediría la prisión inmediata de Jaime y Cirigliano.
Las penas más duras fueron para los imputados que se ubicaban en la cima de la pirámide, por los cargos públicos que cumplieron o por las posiciones dentro de Trenes de Buenos Aires (TBA) o Cometrans, las empresas que gestionaban el funcionamiento del tren Sarmiento. Marcelo Calderón (ex presidente de TBA) y Jorge Álvarez (ex vicepresidente de TBA) recibieron la misma pena que Schiavi: ocho años de prisión. Mientras que a Sergio Tempone (ex gerente operativo de TBA) le correspondieron siete años, y Carlos Michele Ferrari (ex presidente de TBA), Jorge Alberto de los Reyes (ex vicepresidente de TBA) y Carlos Pont Vergés (ex director de TBA) fueron penados con seis años de prisión.
La lógica de los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Tassara y Jorge Gorini fue penar la administración fraudulenta del erario, ya que todos los condenados mencionados -a excepción de Córdoba, penado por estrago culposo- quedaron sentenciados por un delito anterior al accidente. El tribunal entendió que hubo decisiones y acciones tomadas por los procesados que generaron un ámbito propicio para que ocurriera una tragedia como la de febrero de 2012.
Sólo siete de los 28 imputados (eran 29 cuando comenzó el juicio, pero en mayo de este año falleció Antonio Luna) fueron absueltos. La lógica de pirámide se rompió en este caso porque entre quienes no fueron condenados se encuentra Mario Cirigliano, ex presidente del Grupo Plaza y hermano de Sergio.
Pedro Ochoa Romero y Antonio Sícaro (ex interventores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte), Luis Ninoná (ex jefe de material rodante de TBA), Miguel Werba (ex directivo de Cometrans), Carlos Lluch (ex abogado de TBA) y Daniel Rubio (ex gerente de tesorería de TBA) también fueron absueltos.
Nadie festejó
La audiencia comenzó minutos después de las 16 y la lectura del fallo se extendió entre las 16.09 y las 17. Fueron 41 minutos de atención en la voz de Giménez Uriburu, el presidente del tribunal, que había pedido respeto y silencio.
La lectura no se interrumpió en ningún momento. Sólo se escuchaban exclamaciones tibias de los familiares de las víctimas al escuchar alguna de las penas impuestas y sollozos de allegados a los condenados. Se ubicaban en el sector destinado a la prensa, apretándose las manos, con rosarios entrelazados en los dedos, abrazados y conteniéndose.
A pocos metros, debajo de ellos y detrás del vidrio que los separaba de los acusados, los familiares de las víctimas de Once también lo vivían de una manera especial: con júbilo, por un lado, por las sentencias que fueron a buscar; también con dolor, por el constante recuerdo de sus hijos, padres, tíos, hermanos o amigos que sólo están en sus recuerdos, corazones y las pancartas que los acompañan a todos lados.
El proceso, que se inició en marzo de 2014, fue largo, duro y angustiante para todos los protagonistas. En medio de todo el juicio, que demandó 138 audiencias, pasaron testigos acusados de falso testimonio, un abogado expulsado por su conducta irrespetuosa, peritos poco convincentes -que serán investigados- y la lucha inclaudicable de los familiares. Ayer, algunos se retiraron de Comodoro Py llorando de tristeza; otros, con una mezcla de satisfacción y dolor por el resultado del juicio. Ninguno lo hizo festejando. (La Nación)
se termino la impunidad,ahora los corruptos tambien pueden ser encarcelados, falta la restitucion de lo robado al tesoro nacional.
cris suena tu telefono atendelo pues dentro de poco de comodoro py seras llamada para indagarte junto con el simio de tu hijo max
SISISIS.. TODOS LIBRES ESTAN ? A QUIEN QUIEREN ENGAÑAR ?