07:30 Burzaco, ex CEO de Torneos, reconoció sobornos por US$ 4 millones al gobierno de Cristina; comprometió a dos hombres vinculados a Aníbal Fernández; también mencionó a un abogado contratado, que ayer se tiró bajo un tren
Por: Rafael Mathus Ruiz
El escándalo de corrupción FIFAgate tocó al gobierno de Cristina Kirchner en una de las iniciativas más emblemáticas del kirchnerismo: el programa Fútbol Para Todos.
Alejandro Burzaco, ex CEO de la empresa Torneos devenido en el testigo clave de la megacausa que sacude al mundo del fútbol, reveló ayer en un tribunal de Brooklyn que pagó coimas a dos ex funcionarios de Cristina Kirchner. Uno de ellos, Pablo Paladino, es un aliado político de Aníbal Fernández y coordinador del programa que transmitía los partidos de fútbol por la TV pública.
El otro es Jorge Delhon, un abogado contratado por la Jefatura de Gabinete, quien ayer, tras conocerse la noticia, se suicidó tirándose debajo de un tren en Lanús, según información policial. “Nosotros pagamos sobornos a esos dos señores por cuatro millones de dólares”, dijo Burzaco, ayer, sentado en el estrado de los testigos, durante el interrogatorio del fiscal Samuel Nitze.
Paladino y Delhon recibieron 500.000 dólares cada uno, cada año, entre 2011 y 2014, según el testimonio de Burzaco. Además, el ex jefe de Torneos involucró en el esquema de coimas a dirigentes sudamericanos del fútbol a José Luis Meiszner, alter ego de Aníbal Fernández en Quilmes.
“¿Hubo sobornos a algún funcionario de alto rango?”, preguntó Nitze.
“No, señor”, respondió el ex ejecutivo.
Burzaco pasó casi seis horas sentado respondiendo preguntas en un interrogatorio clave que corrió el velo sobre los oscuros negociados en el mundo del deporte, y dejó al descubierto un brutal andamiaje de corrupción que involucra a decenas de dirigentes, políticos, las principales cadenas de televisión del hemisferio, paraísos fiscales, “contratos falsos”, “cambistas” y personajes desconocidos, desde choferes hasta asistentes.
Además de los sobornos a funcionarios kirchneristas, Burzaco involucró en las coimas a dirigentes de siete países sudamericanos y a todas las grandes cadenas de televisión del hemisferio, incluidas Fox, Televisa y TV Globo. Burzaco exculpó al Grupo Clarín.
El hecho de que los fiscales lo hayan hecho declarar al inicio del juicio marca la importancia de su testimonio para la construcción de la megacausa de corrupción.
Lo escuchaban el jurado, tres de los acusados -el peruano Manuel Burga, el brasileño José María Marín y el paraguayo Juan Ángel Napout-, un batallón de abogados, los fiscales y periodistas.
LA NACION era el único medio argentino en la sala.
Burzaco se preparó durante dos años, tras entregarse y decidir cooperar con los fiscales a cambio de una sentencia más leve. No se guardó nada, y nunca perdió la calma o se mostró dubitativo al brindar respuestas, muchas de ellas prolijamente pulidas.
“Sí, señor”, respondió, una y otra vez, ante las preguntas de Nitze, que lo taladró durante seis horas. Hoy, el fiscal continuará con sus preguntas antes de darle paso a los abogados defensores.
Además de Paladino y Delhon, Burzaco involucró en el esquema de coimas a dirigentes sudamericanos por los torneos continentales a Meiszner, otro aliado de Aníbal Fernández, con una larga trayectoria en Quilmes, cuyo nombre fue borrado del estadio.
Burzaco dijo que, desde 2012, cuando se convirtió en el secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), comenzó a recibir los “pagos anuales” por los contratos televisivos de los torneos continentales. Su antecesor cobraba US$ 600.000, pero, por decisión de Julio Grondona, Meiszner pasó a recibir la mitad: 300.000 dólares. Grondona se quedó con 100.000 dólares y destinó el resto a cubrir gastos en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). “Julio Grondona tenía la última palabra en autorizar, darle luz verde a cada uno de los pagos por sobornos”, dijo Burzaco.
Grondona también decidía cuánto recibía cada dirigente, detalló el empresario. Meiszner fue uno de los dirigentes involucrados en el diseño de Fútbol Para Todos.
Burzaco dijo que el programa golpeó “la principal fuente de ingresos de Torneos”, y explicó que además, el gobierno kirchnerista decidió reemplazar la publicidad privada por “propaganda oficial”.
“Rompieron el contrato unilateralmente sin ningún pago”, se quejó. Burzaco justificó el pago de la coima para proteger a los empleados de Torneos y los derechos del ascenso, que, dijo, quedó en la mira del oficialismo en 2011 tras el descenso de River.
La coima, según su declaración, le permitió a Torneos continuar con la producción de esos partidos. (La Nación)