Trump presiona al fiscal general de EE.UU. para que frene la investigación del Rusiagate


10:00 Irritado por la investigación sobre su campaña presidencial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump , volvió a lanzar una ofensiva verborrágica con una catarata de mensajes en Twitter para reclamar el cierre de la pesquisa del Rusiagate, que lleva adelante el fiscal especial, Robert Mueller, que intenta dilucidar hasta donde llegó el brazo del Kremlin en la última elección.

Por: Rafael Mathus Ruiz
Envalentonado por el sólido respaldo con el que cuenta entre los republicanos, Trump dijo que su fiscal general, Jeff Sessions, debería terminar con la investigación, a la que volvió a acusar de tener un sesgo político en su contra, una movida atípica para un presidente en Estados Unidos, que, otra vez, avivó los temores acerca del futuro del trabajo de Mueller y su equipo.

“Esta es una situación terrible y el fiscal general Jeff Sessions debería detener esta cacería de brujas arreglada en este momento, antes de que siga manchando más a nuestro país”, tuiteó Trump, ayer por la mañana. “Bob Mueller está totalmente sesgado, ¡y sus 17 demócratas enojados que están haciendo su trabajo sucio son una desgracia para EE.UU.!”, cerró el mandatario.

En un lapso de tres horas, entre las 9 y las 12, Trump publicó otros seis mensajes en la red social contra la investigación de Mueller, a cargo de determinar hasta dónde influyó Vladimir Putin en la última elección presidencial, si hubo colusión o no con la campaña de Trump, y si el presidente, ya en la Casa Blanca, intentó obstruir el trabajo de los fiscales. Trump apuntó contra Sessions, pero, en rigor, el funcionario no tiene autoridad sobre Mueller porque se recusó debido a sus contactos con funcionarios de Putin, y dejó la pesquisa en manos de su número dos en el Departamento de Justicia, Rod Rosenstein.

Los mensajes de Trump pueden llegar a ser interpretados como intentos de obstruir la investigación, por lo que la Casa Blanca y los abogados del mandatario les bajaron el tono a sus declaraciones al afirmar que representaban tan solo “sus opiniones” y no una directiva.

“No es un llamado a la acción”, dijo el principal abogado del presidente, Rudy Giuliani.

El presidente recicló su libreto contra la investigación de Mueller: dijo que la idea de que hubo colusión en su campaña es una “farsa total”, y acusó a la campaña de su rival, Hillary Clinton, de complotar en su contra con agentes del FBI. “La colusión rusa con la campaña Trump, una de las más exitosas de la historia, es una farsa total”, dijo.

Trump también volvió a atacar a dos exagentes del FBI que mantuvieron un amorío e intercambiaron mensajes de texto con críticas al presidente, y que fueron apartados por Mueller de su equipo de fiscales e investigadores. Y el presidente mencionó en su diatriba a Andrew McCabe, exnúmero dos del FBI, cuya mujer fue candidata al senado estatal de Virginia por el Partido Demócrata. Bajo presión de la Casa Blanca, McCabe fue desplazado del FBI meses atrás.

El presidente subió el tono de sus ataques contra Mueller y la investigación sobre la trama rusa, a la que ve como un ataque directo a la legitimidad de su presidencia. Una y otra vez, Trump ha tildado a la pesquisa como una “farsa” y una “caza de brujas”. La ofensiva del mandatario ha abierto una grieta en Washington: líderes republicanos y demócratas en el Congreso han defendido a Mueller y su trabajo, y han cargado contra Putin por la injerencia en la última campaña; Trump, por el contrario, ha cargado contra el fiscal, y ha puesto en duda la participación del Kremlin en lo que el Congreso ha calificado como “un ataque a la democracia norteamericana”.

Mueller ya ha presentado más de 100 acusaciones formales contra 32 personas, incluidos doce espías rusos, y tres compañías, entre ellas la “granja de trolls” instalada en San Petersburgo, desde donde se manejó la campaña de desinformación en 2016, según el fiscal.

Mientras, en un tribunal federal de Virginia, el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, atravesaba su segundo día en un juicio por fraude bancario e impositivo que podría dejarlo tras las rejas de por vida. El juicio, que surgió de la investigación de Mueller, toca a los trabajos de consultoría de Manafort en Ucrania previos a su paso por la campaña del magnate.

Trump defendió a Manafort, recordó que trabajó para el expresidente Ronald Reagan y el exsenador y excandidato presidencial republicano Bob Dole, y sugirió que fue tratado peor que Al Capone, el mafioso más famoso de la historia de Estados Unidos. También sugirió que el juicio de Virginia era una “farsa”.

“Paul Manafort trabajó para Ronald Reagan, Bob Dole y muchos otros líderes políticos prominentes y respetados. Trabajó para mí por muy poco tiempo. ¿Por qué el gobierno no me dijo que estaba bajo investigación? Estos viejos cargos no tienen nada que ver con la colusión: ¡una farsa!”, escribió Trump. (La Nación)

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