Por: Rafael Mathus Ruiz
Según publica La Nación El Fondo Monetario Internacional ( FMI ) mejoró sus pronósticos para la economía global ante las señales que apuntan a una recuperación más robusta del azote de la pandemia del coronavirus. Pero la Argentina va a contramano del mundo: el FMI proyectó una recesión más profunda este año en el país, con una caída del 11,8% del producto bruto interno (PBI), una debacle económica peor a la de 2002, tras el fin de la convertibilidad .
El Fondo estimó que el desempleo en la Argentina llegará al 11% a fines de este año. El organismo omitió esta vez sus proyecciones sobre el déficit fiscal y la inflación porque son variables atadas a las negociaciones vigentes para alcanzar un nuevo programa que reemplace al acuerdo stand-by acordado por el gobierno de Mauricio Macri a mediados de 2018, cuando comenzó la crisis aún vigente.
Pese a todo, el Fondo prevé una recuperación en 2021 con un crecimiento del 4,9%.
Las nuevas proyecciones del FMI quedaron plasmadas en el Panorama Económico Mundial (WEO, según sus siglas en inglés) que fue difundido en Washington en el inicio de la reunión anual del organismo, la cual se realizó en un formato virtual debido a la pandemia del coronavirus. Los economistas del Fondo se preocuparon por remarcar que todas sus estimaciones tienen un alto grado de incertidumbre, ya que todo depende de la trayectoria de la pandemia, que se estirará al menos hasta el verano boreal de 2021, cuando se espera que la vacuna ya estará disponible para la población.
“Como resultado del relajamiento de las restricciones y el rápido despliegue de apoyo político a una escala sin precedentes por parte de los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo, la economía mundial está regresando de las profundidades de su colapso en la primera mitad de este año”, dijo la economista jefe del FMI, Gita Gopinath.
“Esta crisis, sin embargo, está lejos de terminar. El empleo sigue estando muy por debajo de los niveles prepandémicos y el mercado laboral se ha polarizado más y los trabajadores de bajos ingresos, los jóvenes y las mujeres son los más afectados”, agregó.
El informe trajo buenas noticias para el mundo: la recesión desatada por la pandemia será más leve de lo previsto. Pero el pronóstico para la Argentina fue devastador. Ayer, el staff había dicho al cerrar una misión que el país enfrenta una crisis sin precedentes que requerirá un plan calibrado con “mucho cuidado” y sin “soluciones fáciles” para sacar al país del pozo.
La economía enfrenta una fuerte caída de la actividad debido a la cuarentena impuesta para controlar al coronavirus, que se sumó a la crisis iniciada en 2018 y a una persistente desconfianza que llevó la brecha cambiaria arriba del 100% y deprimió el clima de negocios. El consumo, además, sufrió por la suba del desempleo y la pobreza.
El creciente deterioro de la economía argentina quedó a la vista en el empeoramiento de las proyecciones del organismo en apenas un puñado de meses. En junio pasado, el Fondo preveía que la economía argentina caería este año un 9,9%. En ese momento el FMI también proyectó que el mundo se contraería un 4,9% este año, la peor recesión desde la Gran Depresión que comenzó en 1929, casi dos puntos más profunda que la caída pronosticada hace apenas tres meses. La retracción, advirtió en ese momento el organismo, será “sincronizada”, al impactar tanto a las naciones desarrolladas como al mundo emergente.
El Fondo mejoró ahora levemente ese pronóstico: prevé una caída del producto global del 4,4%, seguida de una fuerte recuperación del 5,2% en 2021. El Fondo dijo que las debacles en las grandes economías avanzadas durante el segundo trimestre, cuando el mundo se paró, “no fueron tan negativas como habíamos proyectado”, con el retorno de China al crecimiento y la reactivación del tercer trimestre.
“Los resultados habrían sido mucho más débiles si no hubiera sido por respuestas fiscales, monetarias y regulatorias considerables, rápidas y sin precedentes que mantuvieron el ingreso disponible para los hogares, protegieron el flujo de efectivo para las empresas y respaldaron la provisión de crédito”, indicó el organismo. Estas medidas impidieron que se repitiera la catástrofe financiera de la crisis global desatada con la quiebra de Lehman Brothers en 2008, afirmó el informe del Fondo. (La Nación)