Argentina recientemente ha dado un paso adelante al legalizar y regular las apuestas deportivas en algunas provincias del país como en Buenos Aires. En cambio, otras provincias están todavía en procinto de concretar su propio mercado. La tendencia que surgió hace años con el lanzamiento del mercado online en otras ciudades ya se ha ido replicando en otras jurisdicciones latinoamericanas, que buscan adentrarse en un sector que promete remontar en los próximos años.
Si bien Argentina tiene el potencial de convertirse en una fuerza del juego online y las apuestas deportivas en la región, no contar con una regulación a nivel federal y estar en un trayecto de desarrollo podría significarle una gran traba a la hora de lanzarse a la industria. Por eso mismo el proceso se está realizando con calma y revisando cada punto de manera detallada.
Sin embargo, algunos creen que el impulso de las apuestas deportivas en Latinoamérica pesará más que los desafíos de tener múltiples marcos regulatorios en un mismo territorio. Asimismo, se pretende activar la economía del país dando lugar a más empleo y un nuevo sector en el mercado que puede traer grandes beneficios.
Y es que, el mercado de Latinoamérica en general está ganando un gran impulso y es un área de interés cada vez mayor. En el caso de Argentina, el mercado es atractivo gracias a la población de 45 millones de personas que aman al deporte y particularmente al fútbol. Pues los aficionados además de visualizar los partidos son cada vez más propensos a pronosticar el resultado de un evento y con ello que las apuestas online realizadas desde Argentina sean cada vez mayores.
Los argentinos aman particularmente el baloncesto, el rugby y las carreras de caballos, aunque el fútbol es obviamente el más gustado y demandado. Su punto de referencia en el proyecto de expansión del sector es Colombia, pues se considera como un ejemplo a seguir ya que tiene un mercado bien establecido con más de una docena de empresas con licencias de juego online y establecimientos físicos en diferentes ciudades. Entró en funcionamiento por el año 2016 y desde entonces se le considera como un punto de referencia para la regulación en Latinoamérica.
