LOS GOBIERNOS SE ACUERDAN DE LA MUJERES EN SU DIA, PERO EL RESTO DEL AÑO NO MUEVEN NI UN DEDO PARA ATENDER SU SEGURIDAD

(Por Rubén Lasagno) – Santa Cruz en cuestiones de derechos humanos, de la mujer, de los jubilados y de los trabajadores es el ejemplo que no debe cundir. Y esto lo digo porque en cada uno de estos sectores, el Estado provincial, precedido por una mujer septuagenaria, ha demostrado estar en contramano de todos y cada uno de los discursos con los cuales florean las presentaciones y los anuncios oficiales, sin ningún tipo de sustancia, empatía real ni correlato con la realidad.

Por ejemplo: se rasgan las vestiduras por los DDHH con repudios en la Cámara de Diputados y largos  y extensos discursos de la mandataria y niegan el tratamiento del ibuprofeno inhalado a los pacientes de Covid y aún peor, les roban las vacunas, promoviendo un vacunatorio VIP en la provincia, sin que a la gobernadora se le mueva un pelo; o se abrazan con Gildo Insfrán un verdadero transgresor de los derechos humanos en su provincia, donde no le niegan palos y balas de gomas o gases vencidos hace 27 años a hombres mujeres y niñosque protestan reclamando por derechos básicos fundamentales.

Otros mensajes de Alicia son super solidarios con “los abuelos” de Santa Cruz. La gobernadora como mujer de la tercera edad, pero sin las necesidades económicas de los jubilados comunes, trata amorosamente a este sector, desde sus textos, obviamente, pero en la realidad los tiene con jubilaciones miserables, por debajo de la línea de pobreza y como si fuera poco, cuando un grupo de ellos protestó frente a la Caja de previsión Social por varios días en pleno invierno, ordenó al Dr Tanarro, Fiscal de estado para que los denuncie, los procese y les pida un resarcimiento de 300 mil pesos.

Con los trabajadores generales de la administración central, la salud y docentes, no se comporta de mejor manera. Al 70% de los empleados públicos los tiene por debajo de la línea de la pobreza, con magros sueldos y forzando, con la complicidad de los gremios, a pactar aumentos miserables. Los docentes, son los únicos que reclaman y protestan y tal vez será por eso que la gobernadora los ha puesto enfrente como su enemigos.

En cuanto a la mujer, tan recordada ayer desde los discursos oficiales, ésta es una provincia que sigue el pulso de la pseudo entronización del derecho de género, niñez y la familia, pero no practica nada de los que dice.

El país en su conjunto ha aumentado en este año y medio los crímenes de género y Santa Cruz está  a la cabeza. En esta provincia sobran los ejemplos de casos donde la mujer ha sido víctima de violencia intrafamiliar, femicidios y tenemos constatado que la mayoría de ellas ni siquiera encontraron respuestas en la Comisaría de la Mujer, al menos de la forma y celeridad requerida  y otras instituciones creadas en Santa Cruz para dar  trabajo a la militancia y ampliar presupuestos, pero de corta o nula utilidad real a la hora de defender derechos.

Tanto en el ámbito civil como dentro de la policía provincial, son innumerables los casos de maltrato, suicidios y asesinatos de mujeres por mano de hombres a los que la justicia, en el mejor de los casos, se limitó a “ponerle una perimetral”, como si con una medida judicial cuyo cumplimiento queda exclusivamente circunscripta a la voluntad del agresor, fuera suficiente para impedir el crimen que inexorablemente, va a ocurrir en el 80% de los casos.

Por lo tanto, ayer tomamos conciencia de la distancia existente entre el discurso y la acción, en Santa Cruz y en el país, con la pretendida igualdad de género, el combate al femicidio y el cuidado de los derechos de la mujer. Para lo único que está montado todo este andamiaje es a fin de lograr, como hizo recientemente el gobierno de Alberto Fernández, casi triplicar el presupuesto para el Ministerio de la Mujer, tal como sucede en Santa Cruz y cumpliendo con la máxima de exacerbar los objetivos, incumplirlos, pero en función del relato suscribir leyes, decretos o resoluciones, donde se cumpla a rajatablas el único fin de burocratizar aún más el Estado y asignar partida descomunales con cargo a todos los argentinos, las cuales no se reflejan en beneficio de la sociedad, sino de  unos pocos.

Una vez más, se hace realidad el dicho “Para el kirchnerismo, detrás de cada necesidad hay un negocio”. Y así ocurre con esto, como en otros órdenes se maneja la teoría para crear las necesidades, que no se ven cristalizadas en la práctica, pero les permite ubicar militancia y manejar fondos, de manera discrecional. (Agencia OPI Santa Cruz)

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