Según publica La Nación El país, que lleva adelante una masiva campaña de inoculación, emplea en su mayoría el fármaco chino de Sinovac, que ayer fue puesto en duda por autoridades sanitarias del gigante asiático.
Horas después de que las autoridades sanitarias de China afirmaran que tenían dudas sobre la eficacia de sus vacunas y anunciaran un plan para mezclar sus dosis con algunas extranjeras en busca de mejorar la protección, desde Chile, país que utiliza el fármaco Sinovac (producido en el país asiático) para su campaña de inoculación, defendieron su implementación y aseguraron que no hay que prestar atención a los titulares de prensa.
El ministro chileno de Ciencia, Andrés Couve, afirmó que era importante centrarse en los datos y la efectividad de la vacuna para reducir la necesidad de tratamiento médico, la hospitalización o las muertes, en alusión a las declaraciones de Gao Fu, director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China, quien en una conferencia indicó que el país está evaluando formalmente mezclar vacunas contra el Covid-19 ya que las disponibles actualmente “no tienen tasas de protección muy altas”.
Si bien tras ello, en una entrevista con medios estatales, el funcionario del Partido Comunista aseveró que sus comentarios fueron “completamente incomprendidos”, sus dichos generaron repercusiones en todo el mundo y en especial en los 22 países en los que estas vacunas se aplican, como la Argentina y Chile.
En este contexto, el Ministerio de Salud de Chile afirmó que publicará en breve un estudio del mundo real sobre la efectividad de ambas vacunas implementadas en su población y exhortó a los chilenos a continuar participando en el programa de vacunación.
“En relación a las dudas que han despertado artículos de prensa” sobre la vacuna china Sinovac “reiteramos la importancia de enmarcar la discusión en la evidencia disponible”, dijo asimismo Couve. “Contamos con estudios científicos con los más altos estándares para evaluar su seguridad y efectividad”, agregó.
Por su parte Heriberto García, director del Instituto de Salud Pública de Chile, indicó que la gente no debe prestar atención a los titulares. “Los estudios de la Universidad (de Chile) y los que sacará el Minsal (Ministerio de Salud) dicen lo mismo: se ha disminuido la cantidad de hospitalizados y enfermos. Eso es un buen camino”, declaró en una nota publicado por el diario La Tercera.
Mientras que en la Argentina se emplea el fármaco de Sinopharm, en Chile la que se aplica, entre otras, es la de Sinovac, que resultó ser poco más del 50% efectiva para reducir la infección en ensayos clínicos brasileños y 54% efectiva para reducir la infección de acuerdo con el análisis de una universidad chilena.
Los datos disponibles hasta el momento muestran que las vacunas chinas van a la zaga de otras, incluidas Pfizer y Moderna en términos de efectividad, pero requieren controles de temperatura menos estrictos durante el almacenamiento.
Chile pagó 3,5 millones de dólares para albergar un ensayo clínico de la vacuna y también ordenó 60 millones de dosis para su población de 19 millones durante tres años. El país depende en gran medida de Sinovac, junto con una menor cantidad de dosis de Pfizer, para implementar una de las campañas de vacunación más rápidas del mundo.
El gobierno, a cargo del presidente Sebastián Piñera, también firmó acuerdos de suministro con las farmacéuticas Johnson & Johnson y AstraZeneca, pero aún no se materializaron las entregas debido a los cuellos de botella en el suministro.
Hasta el momento el país vacunó a 7.369.321 personas con una sola dosis de una población de 19 millones (38%) y a 4,662.274 con dos dosis (24%). Además acumula 1.076.499 contagios, casi 50.000 reportados en la última semana, en un reflejo del recrudecimiento de la segunda ola de coronavirus. En tanto más de 24.346 personas murieron por el virus.
Pese a ser el país de América Latina con la mayor población vacunada, Chile vive el peor momento de contagios por la enfermedad que tiene al borde del colapso su sistema hospitalario. (La Nación)