Según publica Clarín El Presidente participó del acto de salvataje de la industria metalúrgica IMPSA. Será controlada por el Estado en sociedad con el gobierno radical de Mendoza.
Por: Roxana Badaloni
El presidente Alberto Fernández participó este jueves de un acto en la metalúrgica IMPSA de Mendoza, de la que el Estado se convirtió en el accionista mayoritario, y sostuvo que las diferencias políticas no pueden postergar “el desarrollo y el futuro” del país.
“No hay derecho que la grieta postergue el desarrollo y el futuro de la Argentina”, dijo Fernández, sentado junto al gobernador radical de Mendoza, Rodolfo Suárez.
El discurso de saltar la grieta y coincidir en la necesidad de apostar al empleo y la industria nacional volcada a negocios de exportación fue compartido por el Presidente, el gobernador y el sindicalista de la UOCRA, Antonio Caló. Juntos participaron del acto de lanzamiento en la sede la empresa ubicada en el municipio de Godoy Cruz.
El Estado nacional inyectará 14,4 millones de dólares al capital de IMPSA, por lo que su participación accionaria pasa a ser del 63,7%, mientras que Mendoza aportará 4,9 millones de dólares, quedándose con el 21,2% de las acciones, según se detalló.
El dinero que debe aportar Mendoza llegará con fondos que distribuye la Nación a la provincia como Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) . “Agradezco a los ministros Matías Kulfas (Producción) y Wado de Pedro (Interior), por las gestiones que permitirán que Mendoza participe de la empresa”, remarcó Suárez.
El primer desembolso de 2 millones de pesos en ATN se espera en los próximos días. Así la participación estatal queda en manos estatales con casi el 85%. El porcentaje restante (15,1%), permanecerá en manos privadas: un 9,8% de las acciones corresponde a un fideicomiso de acreedores y otro 5,3% para el fideicomiso de la familia Pescarmona, fundadora de esta industria.
En un mensaje que apuntó a la oposición, Fernández sostuvo que por las distancias entre los diferentes actores políticos “la gente padece”.
“Terminan todos los días creando distancia entre nosotros y a veces por esa distancia la gente padece”, insistió el Presidente. En sintonía, el gobernador Suárez celebró: “Nos pusimos rápidamente de acuerdo, eso no cuesta cuando prima el sentido común”.
Deuda impagable
La debacle de la empresa comenzó en 2010, cuando en pleno auge del kirchnerismo tomó deudas para la filial IMPSA Brasil y no logró cobrar proyectos Venezuela.
La deuda de 200 millones de dolares, pasó a ser de 1.000 millones de dólares. Después de varios años de negociación con sus acreedores (la mayoría entidades crediticias), logró reestructurar su pasivo en noviembre de 2020.
La semana pasada logró cerrar el apoyo del Gobierno nacional para la adquisición de la mayoría accionaria de la industria. “Logramos una solución que desde nuestro punto de vista es excelente y nos da la posibilidad de que IMPSA pueda mantener sus fuentes de trabajo -720 empleados y más de 100 pymes asociadas- y seguir desarrollando su tecnología en los niveles mundiales, y nos permite volver a competir al exterior, que es nuestro mercado natural”, dijo el gerente general de la compañía, Juan Carlos Fernández.
Sobre la deuda que tenía IMPSA, el presidente Fernández trazó un paralelismo entre la situación de la empresa y la del Estado argentino, y sostuvo que la recuperación de la empresa puede servir “como ejemplo”.
“Veníamos con Martín (Guzmán, el ministro de Economía) en el avión viendo las similitudes entre IMPSA y su deuda con el país. Que IMPSA siga en pie es el esfuerzo conjunto”, aseguró. Además apuntó que, al igual que lo hizo la empresa, su Gobierno enfrenta a los acreedores”.
“Lo que a diario hacemos con Martín es enfrentar a los acreedores y decirles esto no podemos pagar. El ejemplo de IMPSA sirve porque puede ser un paralelo a lo que pasa en la Argentina”, agregó.
Empresa clave
IMPSA es una empresa que exporta el 85% de su producción y tiene presencia en más de 40 países al generar equipamiento para la industria de oil y gas, y de la energía hidroeléctrica, nuclear, eólica y solar fotovoltaica.
“El principal capital de esta empresa no está en los tornos, computadoras, sino en cientos de trabajadores y trabajadoras que vemos trabajando para el futuro. En estos diez meses el gobierno nacional, el provincial, los empresarios, acreedores de la empresa y trabajadores logramos un acuerdo importante. Que una empresa de alta tecnología dirigida por el Estado pueda mejorar su producción”, valoró el ministro Kulfas.
El sindicalista Caló ponderó que “a pesar de la pandemia, tuvimos en los últimos cinco meses el ingreso de 108 mil trabajadores, y con la puesta en marcha de IMPSA va haber un montón de nuevos metalúrgicos”.
No todos fueron elogios. Un grupo de dirigentes empresariales y políticos, ligados a ideologías de centro derecha, cuestionaron la operación financiera que permitió al Estado controlar la empresa mendocina.
“La estatización de IMPSA constituye un claro ejemplo de cómo la ficticia grieta, nutrida por los partidos mayoritarios para fines electorales, se desdibuja cuando hay negocios y cargos de por medio”, plantearon dirigentes del Partido Demócrata, del MedoExit. Partido Libertario y Unidos. Y cuestionaron a la UCR mendocino que avala y participa del proyecto porque “está siendo cómplice de la ambición y la aspiración kirchnerista de apropiarse y adueñarse de un núcleo de empresas privadas”. (Clarín)
