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Uruguay anunció que comenzará a negociar acuerdos comerciales por fuera del Mercosur

Luis Lacalle Pou: 100 días de gobierno marcados por el éxito frente al coronavirus

Según publica Clarín Argentina rechaza esa posición. La cancillería oriental lo informó al término de una reunión de ministros del bloque. Este jueves es la cumbre de presidentes, que también será virtual.

Por: Natasha Niebieskikwiat

La cancillería uruguaya comunicó este miércoles a sus socios del Mercosur que empezará a negociar acuerdos comerciales con terceros países. La decisión causó sorpresa a medias porque se trata de un deseo manifestado por los orientales desde hace tiempo. Pero impactó por lo rupturista. Una decisión de décadas, impide a los paises del bloque  firmar acuerdos extrazona sino lo hacen en consenso con sus otros tres socios.

El anuncio uruguayo se produjo al terminar la reunión de ministros del Consejo del Mercado Común y en la víspera de la cumbre de presidentes que tendrá lugar este jueves. 

De forma virtual, Alberto Fernández le traspasará la presidencia a Jair Bolsonaro, con quien nunca se ha reunido desde que asumió el poder, y con quien mantiene fuertes diferencias ideológicas. Pero además se produce tras el choque que tuvo el pasado 30 de marzo con Luis Lacalle Pou, durante una reunión en la que el Mercosur intentaba festejar sus treinta años de vida. A diferencia de aquella transmisión abierta por zoom, la de este jueves será cerrada, informaron en Presidencia.

“Uruguay, al tiempo que reivindicó su pertenencia al Mercosur, comunicó que comenzará a conversar con terceros para negociar acuerdos comerciales extrazona”, anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores vecino, sin explicitar con qué países haría acuerdo. Aun así, en un documento que la cancillería uruguaya presentó hace meses informaron que querían emprender acuerdos con Estados Unidos y Reino Unido, entre otros.

Fuentes consultadas por Clarín en el gobierno vecino dijeron que el anuncio no habla de acuerdos de libre comercio sino de acuerdos comerciales. Pero desde que asumió, el gobierno argentino mantuvo fuertes choques con sus vecinos en cuanto al relacionamiento del bloque y la demanda vecina de ir a una baja del arancel externo. Se venía negociando TLCs con Canadá, Corea, Líbano y Singapur.

Estaban presentes este miércoles por la parte argentina, el canciller Felipe Solá, el coordinador nacional, Jorge Neme, y representantes del ministerio de Economía y de Agricultura de Argentina, con todas sus contrapartes de Brasil, Paraguay y Uruguay.

Uruguay “entiende que la decisión 32/00 (NdelR: del año 2000) no está en vigor”, agregó el documento, en referencia al compromiso de los Estados parte de negociar acuerdos comerciales con terceros países o bloques únicamente en forma conjunta o tras la autorización de los demás socios del Mercosur.

Este párrafo llamó la atención por lo críptico, ya que el Mercosur, uno de los bloques más cerrados y con aranceles más altos del mundo, ha respetado a rajatabla esa decisión 32/00. Hasta el momento ha cerrado acuerdos con Israel y con la Unión Europea, pero este último ni siquiera está completo.

Fuentes en la Cancillería acusaron a Uruguay de incumplir con el funda de Tratado de Asunción. En particular con el artículo 1, en particular en lo que se refiere a contar con una política comercial común con respecto a terceros

Clarín supo de fuentes argentinas que este miércoles, al término de dos reuniones -siempre virtuales y que incluyeron a Chile y Bolivia- una charla a solas entre los cancilleres y coordinadores de los cuatro miembros fundamentes en los que Argentina -es decir Solá- Brasil y Paraguay le hicieron fuertes reproches a Uruguay, representando por el ministro Francisco Bustillo, quien es curiosamente el único canal de diálogo con Alberto F. Bustillo es su amigo. El presidente argentino y el uruguayo no hablaron más desde su cortocircuito del 30 de marzo.

En el escrito, Uruguay llamó a “modernizar” el Mercosur y pidió una agenda “dinámica” y “flexible”. Lo mismo que cuando habló Lacalle Pou en marzo pidiendo también que el bloque no fuera un “corset” para nadie. y para Uruguay. Entonces, Alberto F. le respondió que quien quisiera “abandonar el barco” lo hiciera. Y en medios de comunicación tildó los comentarios de Lacalle Pou -que o habían sido dirigidos a él sino al bloque- eran “destemplados y agresivos”.

“La posición del Canciller y la Ministra de Economía y Finanzas consistió en defender la modernización del bloque, a través de una agenda de negociaciones externas sustantiva, ágil, dinámica, flexible y permanente”, señalaron desde Montevideo, aunque dijeron que reivindicaban “su pertenencia al bloque”

“Uruguay reiteró que, inspirado en principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio, actuará conforme a ellos en materia de inserción internacional, reivindicando su calidad de miembro pleno del Mercosur”, concluyeron en el comunicado.

Chispas entre Fernández y Lacalle Pou

El pedido de Brasil y Uruguay -a los que se había sumado Paraguay- chocaba con la resistencia de Alberto Fernández.

“No creemos que la reducción lineal del arancel externo sea el mejor instrumento. Argentina propone preservar el equilibrio entre sectores agrícolas e industriales, con justicia social, en un contexto de incertidumbre global absoluta”, dijo el Presidente en marzo pasado, en una caliente reunión por Zoom.

El Presidente argentino apuntó entonces a Lacalle, sin nombrarlo. “Que todos podamos sentirnos hermanos. Si nos hemos convertido en otra cosa, en una carga, lo lamento. No queríamos ser una carga para nadie”, afirmó el mandatario.

Y concluyó, provocador: “No queremos ser lastre de nadie. Si somos un lastre, que tomen otro barco”.

“Los chisporroteos que pueden haber no deben de ser obstáculo para construir”, le contestó a su turno Lacalle Pou.

Días más tarde, el uruguayo le pidió a la Argentina -ocupaba hasta hace días la presidencia del bloque- una reunión formal de cancilleres y ministros de Economía del Mercosur para evaluar la flexibilización.

Ya a fines de abril, Uruguay presentó su propuesta de flexibilización regional. No planteaba derogar la “cláusula de consenso”, sino que planteaba la posibilidad de que los Estados negociaran en diferentes etapas sin el conjunto con otros países como Estados Unidos, China y Reino Unido.

Calificó al Arancel Externo Común como “un elemento central para la consolidación de la Unión Aduanera”, pero remarcó que existen cambios “vertiginosos” que obligan a compatibilizar la agenda del Mercosur con “negociaciones bilaterales” competitivas. (Clarín)

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