Según publica La Nación Anatoly Chubais era el enviado especial para el desarrollo sustentable; es la figura de mayor nivel dentro del Kremlin en dejar su cargo desde la invasión.
Anatoly Chubais, el arquitecto de las reformas económicas postsoviéticas de Rusia, renunció a su puesto como enviado especial del Kremlin y abandonó el país, alegando su oposición a la invasión a Ucrania, en la ruptura de más alto nivel de un funcionario con el gobierno de Vladimir Putin.
Chubais, de 66 años, quien se desempeñó en el pasado como jefe de gabinete del expresidente Boris Yeltsin, dejó su puesto como representante especial de Vladimir Putin para el desarrollo sustentable, dijo a Reuters una fuente familiarizada con el asunto.
El funcionario había sido designado para el cargo -que tenía como meta “lograr objetivos de desarrollo sustentable”- en 2020, días después de renunciar como jefe de la empresa estatal de tecnología Rusnano, que había dirigido desde 2008.
Muchos rusos culpan a Chubais por permitir que un pequeño grupo de magnates se enriquecieran en las privatizaciones de la década de 1990, mientras que millones de rusos quedaron en la pobreza en medio del colapso económico y la crisis.
Según la agencia Bloomberg, que dio la primicia, Chubais le dio a Putin su primer trabajo en el Kremlin a mediados de la década de 1990 y dio la bienvenida a su ascenso al poder a fines de esa década. Bajo Putin, Chubais asumió los principales puestos en las grandes empresas estatales hasta que el presidente lo nombró enviado para el desarrollo sustentable el año pasado.
En los últimos años, siguió pidiendo reformas económicas y fue uno de los liberales de más alto perfil asociado con el gobierno ruso. En 2010 advirtió que el ascenso del fascismo era la mayor amenaza individual de Rusia y que podía destrozar al país.
“Traidores”
La renuncia de Chubais lo convierte en la cara más visible de las internas en el Kremlin que Putin quiere aplacar desde el comienzo de la ofensiva. El 16 de marzo, en un duro discurso, Putin afirmó que limpiaría a Rusia de la “escoria y los traidores” a los que acusa de trabajar de forma encubierta para Estados Unidos y sus aliados.
“El pueblo ruso siempre podrá distinguir a los verdaderos patriotas de los traidores y simplemente escupirlos como una mosca que accidentalmente voló a su boca”, dijo.
La semana pasada, Arkady Dvorkovich, quien fue asesor económico principal de Dimitri Medvedev durante su presidencia y viceprimer ministro hasta 2018, renunció como jefe del fondo de tecnología Skolkovo respaldado por el estado después de condenar la invasión. Dvorkovich, quien también es presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, fue uno de los pocos exaltos funcionarios que se pronunció en contra de la guerra.
Un mes de guerra
La renuncia de Chubais se conoció justo cuando se está por cumplir un mes desde la invasión, ordenada por Putin el 24 de febrero pasado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vuela hoy a Europa para una cumbre de emergencia de la OTAN sobre Ucrania, donde las tropas invasoras rusas están estancadas, las ciudades están bajo bombardeo y el puerto sitiado de Mariupol está en llamas.
Cuatro semanas después de una guerra que ha expulsado a una cuarta parte de los 44 millones de habitantes de Ucrania de sus hogares, Rusia no ha logrado capturar una sola ciudad ucraniana importante, mientras que las sanciones occidentales la han excluido de la economía mundial.
Después de fracasar en lo que los países occidentales dicen que fue un intento de apoderarse de Kiev y derrocar al gobierno, las fuerzas rusas sufrieron grandes pérdidas, permanecieron congeladas durante al menos una semana en la mayoría de los frentes y enfrentan problemas de suministro y una feroz resistencia. (La Nación)