Allanaron la casa del hombre que entregó los “cuadernos de las coimas” de Centeno

La pregunta que nadie se hace ¿Para quién escribía las memorias Centeno? – Foto: La Nación

Según publica La Nación Es el expolicía Jorge Bacigalupo; quieren saber si fue él quien realizó alteraciones en tres de los textos originales del chofer de Baratta; secuestraron documentos manuscritos para comparar su letra.

El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi ordenó allanar la casa de Jorge Bacigalupo, el expolicía que entregó a LA NACIÓN los “cuadernos de las coimas” donde constan las anotaciones manuscritas que realizó el chofer Oscar Centeno, sobre los viajes que realizaba con funcionarios del Ministerio de Planificación para retirar dinero de las coimas de manos de empresarios y llevarlas a los funcionarios.

El allanamiento buscó secuestrar documentos manuscritos por Bacigalupo para compararlos con las alteraciones detectadas en tres de los cuadernos, en pasajes donde se mencionaba al empresario Armando Loson o a su empresa.

El propio Loson denunció ante la Justicia estas alteraciones en tres de los cuadernos, que un peritaje acreditó. El juez Martínez de Giorgi investiga al autor de estas sobreescrituras y dispuso realizar un peritaje comparando el cuerpo de letra de Bagigalupo y de Hilda Horowitz, la mujer de Oscar Centeno, que tuvo contacto con los cuadernos.

El peritaje fue concluyente con respecto a Horowitz, ya que descartó que ella pudiera haber alterado los manuscritos, pero en cambio no fue concluyente con respecto a Bacigalupo. Los peritos dijeron que la grafía era similar, aunque no llegaron a una conclusión definitiva, ya que dijeron que no les bastaban los elementos indubitables del expolicía para comparar.

Así las cosas, el juez Martínez de Giorgi, con la colaboración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), allanó la casa de Bacigalupo en Belgrano y se llevó agendas, documentos manuscritos, una tablet y teléfonos celulares. Bacigalupo tiene 77 años, es policía retirado, trabajó 40 años en una remisería y fue quien le entregó al periodista de LA NACIÓN Diego Cabot los cuadernos de las coimas en enero de 2018.

Esos documentos, corroborados por un equipo periodístico de este medio e investigados por la Justicia, fueron la base de la causa en que terminaron siendo procesados y elevados a juicio la vicepresidenta Cristina Kirchner, algunos de sus ministros, casi un centenar de empresarios y otros exfuncionarios acusados de pagar y recibir coimas para mantener los contratos con el Estado.

Hace un mes, la Cámara Federal porteña respaldó la validez de los cuadernos como prueba y rechazó la pretensión de Loson de declararla nula, a pesar de que se detectaron estas alteraciones. Los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi confirmaron que la acusación contra el empresario Loson debe seguir adelante hasta el juicio oral y rechazaron el planteo de nulidad.

Decidieron así porque la pretensión de la defensa apuntaba a la declaración de nulidad de las anotaciones referidas a Loson en su conjunto y no solo de las palabras alteradas. Dijeron los jueces que esta discusión debe darse en el juicio oral.

Sostuvieron que el contenido registrado en los ‘cuadernos’ (ocho ejemplares en total, que comprenden de 2005 a 2010 y de 2013 a 2015) fue oportunamente ratificada por el chofer Centeno, quien se desempeñó como chofer de Roberto Baratta, exsubsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, en su declaración como imputado colaborador.

Además sostuvieron que la parte principal de la causa ya fue enviada a juicio oral y está en etapa de preparación ante el Tribunal Oral Federal 7.

“De manera tal que, como se adelantó, consideramos que el juicio es el ámbito natural donde el autor de las anotaciones podrá eventualmente responder los interrogantes que se le formulen y podrá también la parte hacer valer ampliamente todas las pruebas y defensas que hagan a sus alegaciones”, agrega el fallo.

El tribunal le dio la razón al juez Julián Ercolini. Al rechazar el planteo de Loson en noviembre pasado, Ercolini sostuvo que “aún prescindiendo de las palabras que habrían sido alteradas, las anotaciones conservaban en lo sustancial su sentido”.

Loson había presentado una denuncia penal por las alteraciones, tachaduras, sobrescrituras y enmiendas que se detectaron en las copias digitales de los cuadernos sometidos a pericia, que en la actualidad se investiga en otro juzgado, el de Martínez De Giorgi.

Una pericia oficial dispuesta por el juzgado detectó más de 1600 alteraciones en tres de los cuadernos, cuyas copias digitales fueron analizadas, ya que los originales están a resguardo en la sede del tribunal que prepara el debate. (La Nación)

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