Rusia considera posible ataque a cables submarinos en respuesta a presuntas implicaciones occidentales en explosiones del oleoducto Nord Stream

Aliado cercano de Putin afirma que Moscú no tendría restricciones para destruir cables de comunicación submarinos de sus enemigos, tras sospechas de sabotaje en Nord Stream.

En un preocupante desarrolló, un aliado cercano del presidente ruso, Vladimir Putin, ha planteado la posibilidad de que Rusia destruya los cables de comunicación submarinos de sus enemigos como respuesta a lo que considera complicidad occidental en las explosiones del oleoducto Nord Stream. Esta declaración ha generado una ola de especulaciones sobre el impacto que podría tener en la geopolítica global y en las comunicaciones internacionales.

El año pasado, se registró una caída de presión en los gasoductos ubicados bajo el Mar Báltico, y sismólogos detectaron explosiones en la zona, lo que desató sospechas de sabotaje en uno de los corredores energéticos más importantes de Rusia. Aunque aún no se ha esclarecido completamente lo sucedido en el caso de Nord Stream, algunos funcionarios estadounidenses y europeos sugirieron inicialmente que Rusia habría saboteado sus propios oleoductos, una interpretación que el presidente Putin descartó rotundamente.

El presidente ruso, Vladimir Putin - Foto: NA

En los últimos meses, periódicos estadounidenses como The Washington Post, The New York Times y The Wall Street Journal, han informado que la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos tenía conocimiento de un presunto complot ucraniano para atacar los oleoductos. Sin embargo, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha negado rotundamente cualquier implicación de su país en estos hechos.

Dmitri Medvédev, expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, expresó que si se comprueba la complicidad de los países occidentales en las explosiones de Nord Stream, Rusia no tendría restricciones, incluso morales, para destruir los cables de comunicación submarinos de sus enemigos. Esta declaración resalta la creciente competencia geopolítica entre China, Rusia y sus aliados, por un lado, y Estados Unidos y sus aliados occidentales, por el otro, en relación con los cables submarinos, considerados como arterias de las comunicaciones globales.

En mayo, el jefe de inteligencia de la OTAN advirtió sobre la posibilidad de que Rusia sabotee los cables submarinos como una medida de represalia contra Occidente por su apoyo a Ucrania. Aunque la agencia de noticias Reuters no ha podido corroborar ninguna teoría o informe sobre quién pudo estar detrás de los ataques a los oleoductos, el Kremlin anunció que está analizando toda la información al respecto.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que el ataque a Nord Stream solo podría haber sido realizado por los servicios especiales de un Estado, insinuando la posible implicación de un país o grupo de países en este acto terrorista. Rusia ha señalado repetidamente a Occidente, particularmente a Estados Unidos y Gran Bretaña, como responsables de las explosiones, mientras que estos países niegan cualquier participación.

En medio de estas acusaciones, el periodista de investigación ganador del premio Pulitzer, Seymour Hersh, citó en un blog a una fuente anónima que afirmaba que buzos de la Marina de los Estados Unidos habían destruido los oleoductos por orden del presidente Joe Biden. La Casa Blanca rápidamente descartó esta afirmación como “ficción completamente falsa y completa”.

La posibilidad de un ataque a los cables submarinos plantea un escenario preocupante en la actual competencia geopolítica, y los acontecimientos futuros podrían tener un impacto significativo en las comunicaciones globales y las relaciones internacionales. (Agencia OPI Santa Cruz)

Con información de NA.

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