Un debate artificial, sin propuestas serias, con esquives y omisiones, resistiendo sin remedio y ataques que no fueron respondidos

(Por: Rubén Lasagno) – El debate presidencial no sumó nada para cambiar el voto. Myriam Bregman, además de negar la solidaridad al pueblo Israelí (negó la posibilidad de que se hiciera un minuto de silencio) y ponerse del lado de los terroristas, jugó el cómodo papel de quien sabe que no va a llegar, pero confirmó el plan estatista, el modelo de la reducción del trabajo con disminución de las horas laborales, la victimización de los delincuentes y el Estado onmipresente, un modelo similar al krichnerista pero más concentrado aún.

Javier Milei muy recatado, se dirimió entre esquives y tecnicismos, recurso que en economía lo implementan los economistas cuando deben hablar y pretenden que pocos lo entiendan, se opacó asimismo a lo largo del debate y no respondió la mayoría de las preguntas de las que fue blanco. Su mayor punto de destaque, fue cuando acusó a Bullrich de poner bombas en los jardines de infantes y algunos amagues teatrales de cuestionar a Sergio Massa, pero en realidad entre ambos se dieron pie para generar respuestas a las preguntas que no se hacían claramente.

Sergio Massa navegó entre el disimulo y el escapismo, niega estar a cargo del gobierno de Alberto, pero en el debate le reafirmó a Bullrich que le pidió la renuncia a Isaurralde, lo cual aclara quién manda en lugar de Alberto. Su performance no solo fue pobre y llena de gesticulaciones poco convincentes, estuvo invalidada por las promesas de hacer mejor lo que no ha podido hacer en 4 años y de hundir al país en el último año de desastrosa gestión ante el Ministerio de Economía y paradójicamente, también candidato presidencial desde donde promete hacer lo que nunca hizo. Ensayó un acting de presunta defensa de Bregman y quedó en ridículo.

Patricia Bullrich se mostró agresiva, un poco impostada pero al menos puso en debate la corrupción del gobierno nacional, la relación de Milei con los sindicatos fue reconocida por el propio candidato argumentando que “todos pueden cambiar”, le endilgó tener “casta” y “delincuentes” alrededor de Milei, se destacó un poco más en el área de seguridad, no con propuestas serias sino con defensas y ataques a los desastres en la materia, en los que incurrió el kirchnerismo y confrontó con cada uno, precediendo su pequeño discurso con el apellido del disertante blanco de sus críticas tuteándolo con la intención de “bajarle el precio” a cada uno y solo salvándose de todos Juan Schiaretti.

Juan Schiaretti fue el más coherente, el que hizo reales propuestas aunque insistió comparar todo con la provincia de Córdoba, como en el primer debate, aunque a diferencia de todos los demás disertantes respondió concretamente los ejes propuestos y desarrolló las ideas que lo llevan a ser candidato presidencial.

En general, el debate no dejó nada o gusto a poco. Bullrich reaccionó con mayor intensidad que la vez anterior poniendo temas en la mesa que ni Massa ni Milei pudieron responder, entre ello cuando pregunto ¿Cuándo va a dejar de afanar?; Javier Milei no fue más de lo que muestra y estuvo acotado al presunto acuerdo con Massa; Sergio Massa sin poder dar respuesta a nada porque es parte del problema, Myriam Bregman hablando con la liviandad del que no va a llegar a nada y Juan Schiaretti acotado al ejemplo cordobés, sin sacar los pies del plato.

Puntualmente, si hubo “ganadoresfueron Bullrich y Schiaretti. Pero ninguno de ellos puntualmente pudo dar vuelta un debate que así como está organizado, no aporta absolutamente nada, es meramente figurativo y no informativo, solo discuten títulos, frases, expresiones y no ayuda a fijar ideas sobre a quién votar para cambiar la realidad argentina. (Agencia OPI Santa Cruz)

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6 COMENTARIOS

  1. Que la gente vote al inútil y sinvergüenza
    de Massa muestra la ignorancia del pueblo argentino. El tipo es un mitómano, ¿quién le puede creer algo?
    ¿Para ocupar el cargo de presidente no se necesita aprobar un examen psíquico?

  2. Coincido que Bullrich mejoró mucho respecto del anterior debate. Con 5 candidatos es muy difícil exponer ideas y planes. Quizás, si hay ballotage, un próximo debate sólo entre dos pueda ser mas interesante. Igualmente, al usar los últimos 2 minutos cada candidato creo que Milei fue el mejor porque expuso su muletilla categórica: cómo van a votar a los que ya fracasaron cuando fueron gobierno. Saludos

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