Deconstruyendo las Represas sobre el río Santa Cruz. La diferencia entre el relato las inversiones y la realidad (Informe III)

Hoy publicamos el tercer informe donde dos autores de un estudio científico, deconstruyen el relato de las Represas sobre el río Santa Cruz (Cóndor Cliff-La Barrancosa), lo cual lleva a conocimiento de la opinión pública un aspecto desconocido detrás de los ríos de tinta que han corrido en medios pautados, desde donde nunca se han ocupado de despejar las dudas sobre la verdad que coexiste con este proyecto lleno de dudas y corrupción.

En esta oportunidad los autores abordan tres falacias argumentativas que exhibieron los gobiernos y las empresas, al momento de imponer el interés por construir este proyecto hidroeléctrico. Desde los fundamentos del proyecto se ha dicho que las represas son una fuente económica de energía eléctrica, que son una respuesta al déficit energético del país, generan electricidad con niveles constantes y previsibles y responden a una tecnología segura y fuertemente testeada. Los autores, desmadejan estas falacias y la explican.

Guillermo Tamburini Belibeau y Guillermo Folguera, autores de la investigación científica sobre el proyecto Represas Patagonia, corrieron el velo a las mentiras sostenidas todos estos años, para mantener vivo el negocio de las Represas, que ningún gobierno, ni el de Macri incluido, quisieron “tocar” y se presume que el de Milei, tampoco.

Deconstruyendo falacias

Son una fuente económica de energía eléctrica 

La ex-presidenta y hoy vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, decía en el acto de llamado a licitación de los AHRSC que “estaríamos abaratando costos introduciendo energía más barata”. 

Sin embargo, el proyecto inicial fue tasado en 4.100 millones de dólares, que debían generar una potencia de 1.740 MW. Esto equivale a un precio de 2,4 millones de dólares por megavatio instalado, valor que en la actualidad ya representa el doble de la eólica o solar (Yaneva, 2018). 

En 2015 el monto total ya era de más de 4.700 millones de dólares, el contrato de aceleración de 2018 y los problemas técnicos surgidos en 2019 implicaron un incremento de presupuesto de como mínimo 170 millones de dólares, pudiendo dispararse a más de 300 según la fuente (DNU, 489/2021)6 . 

Esto, sin considerar el costo de construcción de la línea de extra-alta tensión (LEAT) y la red de conexión entre ambas centrales, que puede ascender a los 2.000 millones de dólares (IAE, 2015). 

Tras la modificación del proyecto original, los MW instalados son 1.310 y no 1.740 (IEASA, 2020). El presupuesto se eleva en 2022 a 3,8 millones de dólares por MW instalado. El valor se dispara a un mínimo de 5,3 millones de dólares por MW instalado si sumamos la LEAT y los más que posibles sobrecostos actuales

En 2014, en el acuerdo de financiación con China se definía que la devolución del crédito otorgado se saldaría 15 años después de la entrada en operación, con el beneficio obtenido de la venta de energía. 

El plazo estimado para la entrada en operación original era de cinco años y medio

Recientemente se cumplió ese periodo de gracia y las obras se encuentran en un estado de avance inferior al 40%. Sin las centrales operativas, Argentina no empezó a pagar el crédito y China detuvo la financiación de la obra a la espera de un nuevo acuerdo. Sin fondos para la obra, el Estado argentino desvió excepcionalmente 170 millones de dólares del presupuesto nacional mediante un ajuste presupuestario en agosto de 2021 (DNU 489/2021) para pagar sueldos de trabajadores (y apaciguar el conflicto gremial) y otros costos inmediatos. 

Desde el inicio de las represas, ha habido tres cambios de gobierno, tres cambios de ministerio (Planificación Federal, Energía, Economía), tres cambios en la empresa promotora del proyecto (ENARSA, EBISA, IEASA). 

El descalabro económico y la renegociación de los acuerdos, junto con los cambios institucionales y el desvío de los plazos originales, hacen que llegado el momento de responder por las malas decisiones tomadas, sea siempre la parte más débil la que cargue con sus costos adicionales y consecuencias, es decir, de modo directo o indirecto, la población

Son una respuesta al déficit energético del país

En palabras de Horacio Fernández, secretario del Comité Argentino del Consejo Mundial de la Energía: “apoyamos las inversiones, también en todo tipo de energías, sobre todo por el déficit energético en que hemos incurrido, especialmente a partir de 2011, cuando pasamos de ser exportadores netos de energía a ser importadores netos” . 

Corresponde preguntarse en qué se basa la respuesta al supuesto déficit energético y qué sectores sociales se verán beneficiados por tal respuesta siendo que Argentina no cuenta con planificación energética (Borsellino & Pereira, 2020; IAE, 2015). 

Por otra parte, igual que con el presupuesto, los plazos de construcción fueron subestimados, obviando la evidencia que presentan varios estudios (Ansar et al. 2014; McCully, 2004; CMR, 2000), por lo cual el proyecto nunca representó de hecho una solución real al déficit energético inmediato. Cuanto mayor es la obra, más susceptible se vuelve a inconvenientes y más rígida se hace su capacidad de respuesta.

En julio de 2007 se estimaba un plazo de ejecución de cinco años, pero fue recién en 2015 que el proyecto empezó a concretarse. Dice el Plan Energético Nacional (MINPLAN, 2016): “El 15 de febrero de 2015 se firmó en El Calafate el Acta de Inicio de obra. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó que comienza el plazo de 5 años para la construcción de las represas Kirchner-Cepernic.” 

En mayo de 2021 IEASA informa que el avance de la obra Cóndor Cliff es del 20%, sin tener resueltos los problemas técnicos y en plena crisis de financiación de las obras (Barbería, 2021). 

Las represas difícilmente estarán en marcha antes de 2026. Siendo esta una situación previsible ¿Eran veinte años un plazo aceptable para resolver la crisis energética inmediata? Optar por una mega-obra es una decisión de riesgo, cualquier eventualidad se torna en un problema de Estado y se vuelve difícil de gestionar, ya que están implicados miles de trabajadores, múltiples ministerios, miles de millones de dólares, tratados internacionales, etc. 

A igualdad de inversión, es más sencillo gestionar múltiples proyectos de menor escala, distribuidos en el territorio y adaptados a la realidad local.

Generan electricidad con niveles constantes y/o previsibles 

Dijo el ex-ministro y ex-diputado De Vido: “la hidroelectricidad […] permite la diversificación de la matriz en base a fuentes renovables, limpias y de suministro abundante, confiable y barato.”  En efecto, los regímenes de producción energética de una represa son a priori más constantes y fiables que otras fuentes como la eólica o solar, similares a las combinadas, de biogás, térmicas y nucleares. Pero su factor de planta, la capacidad real de producir energía frente al máximo teórico posible es inferior al 45%. 

No difiere por lo tanto de las eólicas y solares, aunque tenga ventajas frente a estas derivadas debido a su mayor regularidad y capacidad de almacenamiento energético, que aun así es menor a biogás y combinadas, fuentes para las que Argentina presenta ventajosas condiciones.

Tampoco se ha evaluado el régimen hídrico a futuro del río Santa Cruz frente al cambio climático. Por otro lado, las represas están situadas a miles de kilómetros de distancia de los centros de consumo. La longitud de la línea eléctrica hasta Buenos Aires y otros potenciales centros de consumo es de más de 2.500 km. 

Estableciendo un umbral conservador, por principios físicos hay una pérdida de un 1% sobre la energía generada por cada 100 km de línea, por lo cual, con una estimación benévola, el 25% de la energía producida en el río Santa Cruz se perderá en el transporte

De este modo, de las dos represas de los AHRSC, la menor, apenas tendrá la utilidad de cubrir la energía perdida en el transporte, es decir, netamente inútil.

Responden a una tecnología segura y fuertemente testeada 

Oscar E. Navarro, representante del Comité Argentino de Grandes Presas señaló: [Consideremos a] la central hidroeléctrica Yacyretá en la provincia de Corrientes. Diez centrales como esta de 3.000 MW cada una son incorporadas anualmente alrededor del mundo para suministrar energía hidroeléctrica. 

Esto confirma que la energía hidroeléctrica es una tecnología confiable, vigente, altamente probada y obviamente, también renovable . 

Desde hace milenios la humanidad ha usado represas y desde hace poco más de un siglo usa la energía hidroeléctrica. Se trata de una tecnología relativamente segura pero que también está sujeta a posibles fallos, tanto catastróficos como en el suministro, que resultan más graves cuanto mayor es la magnitud del proyecto (Genevois & Ghirotti, 2005): recordemos el incidente del gran apagón del 16 de junio de 2019 en Argentina, Paraguay y Uruguay como consecuencia de un fallo en Yaciretá. 

Cabe mencionar los siguientes aspectos relativos a la seguridad y viabilidad de este proyecto en particular: 

1. La geología superficial en la ubicación de la represa CC-NK es inestable (Celli y Falcioni, 2021; IEASA, 2020b), habiendo generado importantes incidentes en el proceso de construcción y fuertes dudas sobre su solidez estructural. Los graves e imprevistos deslizamientos ocurridos, de haberse dado con el embalse lleno hubieran supuesto una catástrofe de gran magnitud, arrasando quizás la población de Piedrabuena. 

2. No se ha realizado un estudio sólido sobre la posible sismicidad regional natural o inducida por el llenado de la represa. Tres sismos golpearon las cercanías de CC-NK sin haber sido debidamente considerados. 

Uno de magnitud 5 en 1986, a menos de 60 km del muro de la represa, y otros dos de 3.5 y 3.6 en 2021, lo que demuestra la presencia de fallas activas en la zona y obliga a suponer la existencia de múltiples sismos de menor magnitud no registrados. Estos hechos evidencian a su vez la posibilidad de sismicidad desencadenada o inducida por el llenado de los embalses según los antecedentes locales y globales (Tamburini, 2021; INPRES, 2021).

3. La combinación de los dos factores previos puede tener consecuencias catastróficas sobre la integridad estructural y provocar grandes olas, transporte de sedimentos y afectación directa de infraestructuras (Villarosa, 2009; Genevois & Ghirotti, 2005). La dimensión de la obra es de nuevo un inconveniente por su rigidez y poca versatilidad y adaptabilidad a incidentes de este tipo. 

4. Tampoco parece haberse considerado plenamente el problema de la colmatación por sedimentación en un río con elevada carga de sedimentos glaciales y en un embalse artificial susceptible de contener múltiples deslizamientos de laderas. 

5. Que -en teoría- sean seguras no las convierten en la mejor opción, dado que tampoco se contemplaron alternativas

6. Y dependiendo del observador, el hecho de que diez centrales de estas características se incorporen cada año, demuestra en primera instancia que son un buen negocio. Y su uso desde la antigüedad, las convierte en una tecnología tan fiable como anticuada.

Lunes 11 de diciembre INFORME IV. (Agencia OPI Santa Cruz)

spot_img

Suscribité al Newsletter

Más Noticias

- Publicidad -spot_img

Más Noticias

3 COMENTARIOS

  1. Ni la Energía Eólica ni la Solar sirven de nada. Las dos juntas solamente aportarían un 35 % a 40 % dependiendo del Sol y los Vientos. Además las eólicas, sus aspas tiene vida útil ni se pueden reciclar, lo mismo los paneles solares. Frente a las Hidráulicas, estan en desventaja, pero por desgracia el lugar elegido para ubicarlas parece ser no es el favorable. En fin su terminación es a final abierto lo mismo que su seguridad y eficacia. Debe ser un negocio más de los dueños de los predios donde se construyen.

  2. Las negociaciones de esa magnitud con china son tan peligrosos como una represa de esas dimensiones en un terreno inestable,ya se sabe por varios informes que esa obra tiene más en contra que a favor ,el famoso elefante blanco los chinos ya tienen uno y ya el presidente por primera vez admite que Tres gargantas tiene fisuras y daños estructurales complicados que más señores , la obra pública la mejor y burda manera de meter la nano en la lata, no tienen idea de la magnitud de la destrucción que le están haciendo a un río que vale oro , único, de los pocos en el planeta , que pasa con Santa Cruz es tierra de sacrificio ya las mineras están destruyendo todo claro no muchos saben o conocen personalmente la provincia, ahí se darían cuenta que impresionante lugar

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí