Cientos de miles de personas salieron a las calles de ciudades y pueblos de Alemania en la segunda semana de protestas nacionales contra el partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD). Las manifestaciones ganaron fuerza después de que el sitio web de investigación Correctiv informara sobre una reunión de extremistas de derecha en la que se discutieron políticas migratorias que incluían deportaciones masivas de personas de origen extranjero. A pesar de que la AfD, que ocupa el segundo lugar en las encuestas nacionales, negó que estos planes migratorios fueran la política oficial del partido, las protestas continuaron.
El domingo, concentraciones en Berlín, Múnich, Colonia, Leipzig y Dresde, así como en otros lugares, atrajeron a una participación significativa, con algunas ciudades reportando números mucho mayores de manifestantes de lo esperado. En Múnich, la policía estimó alrededor de 100,000 participantes, mientras que los organizadores afirmaron que asistieron 200,000 personas. Las protestas también contaron con el apoyo de líderes empresariales y figuras políticas, incluido el presidente del consejo de supervisión de Siemens Energy, Joe Kaeser, y el vicecanciller alemán, Robert Habeck.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, consideró las manifestaciones contra el extremismo de derecha como una señal de fortaleza para la democracia. Hizo un llamamiento a la unidad y expresó su aprecio por la determinación de la gente en oponerse al extremismo. Además, el Consejo Central de los Judíos de Alemania respaldó las protestas como una imagen que puede restablecer la confianza en las condiciones democráticas del país.
Empresas que cotizan en el índice bursátil alemán DAX también se pronunciaron contra la xenofobia, el antisemitismo y el extremismo político de la extrema derecha en declaraciones publicadas por el diario alemán Boersen-Zeitung el sábado. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
