La verdad sobre la base china en Neuquén la publicó The New York Times en el año 2018. Entérese cómo “el cipayaje K” entregó la soberanía argentina

Lo que ahora es reflotado por el gobierno nacional, ideológicamente cruzado con el anterior de Cristina Fernández en materia de relaciones internacionales, no así con respecto a la corrupción K que asoló a la nación con sus métodos y recetas populistas, en relación al misterio de la base China en la provincia de Neuquén, todo ya fue largamente desarrollado por el diario New York Times y reproducido nacionalmente por Clarín y OPI Santa Cruz en el año 2019.

Y allí se pudo saber con la debida anticipación, lo que Cristina Fernández y sus gobiernos populistas entre el 2011 y 2015, años en los cuales la entonces presidente comenzaron a entregar la soberanía nacional a los chinos, fue capaz de hacer y prolongar entre 2020 y 2023, con una semi complicidad de Mauricio Macri quien, durante sus cuatro años de mandato, no quiso meter mano en los misterios de esta entrega de territorio al gobierno de Beijin, para no poner el dedo en la llaga que opacara los negocios del país asiático en lo que se ganó el mote de “Argenchina”.

En aquella nota el diario estaodunidense explica claramente los objetivos perseguidos por China y las facilidades otorgadas por el gobierno kirchnerista de CFK, para que concreten esos objetivos. 

Por todo esto y si le agregamos la traición a la Patria en la que incurrió a condenada junto a una troupe de innombrables, mediante la firma del Memorandum con Iran nos preguntamos, si estos no son los verdaderos cipayos ¿Los cipayos donde están?.

Aquí la nota publicada en el año 2018 por el New York Times:

En un predio de 200 hectáreas en la localidad de Bajada del Agrio, Neuquén, funciona la llamada “Base China” en la Argentina. Está operando. Y lo seguirá haciendo durante medio siglo más. Así lo estipula el “Acuerdo de Cooperación” que empezaron a negociar administrativamente en 2012 Cristina Kirchner y el presidente de la República Popular China, Xi Jinping.

El 28 de julio de 2018, The New York Times imprimió un gran título en su portada: “Desde una estación espacial en la Argentina, China expande su presencia en Latinoamérica”. Esa nota señalaba ya en aquel momento la preocupación de los Estados Unidos por el verdadero uso que China podría darle a ese centro operativo que ya funciona en la zona de Quintuco.

Clarín accedió a los documentos del convenio y a sus anexos reservados que los gobiernos de Argentina y China firmaron en 2012.

Los documentos del convenio entre la Argentina y China por la base en Neuquén.

La simple lectura de esos papeles sólo puede llevar a una conclusión: que la preocupación de la Casa Blanca -que se hizo oficial con la declaración del jefe del Comando Sur ante el Congreso de Estados Unidos de la semana pasada- no es infundada.

¿Hay Base Militar China en Bajada del Agrio, Neuquén?

Sí.

¿Está en condiciones de utilizarse como centro de acopio de espionaje de comunicaciones?

Sí.

¿Cuáles fueron las condiciones que impusieron un país y otro para que China utilice durante medio siglo esas 200 hectáreas de la Patagonia donde funciona una construcción tecnológica, hipervigilada, a la que no tienen acceso las autoridades nacionales?

Argentina cedió a cambio de cero centavos las 200 hectáreas de la Patagonia ocupadas ahora por la mayor potencia de Oriente; garantizó que aceleraría las visas de migraciones para los ciudadanos chinos que trabajen en Neuquén y también permitió y colaboró para que el centro de operaciones chino use frecuencias de comunicación del espectro radioeléctrico nacional y haga así funcionar su antena gigantesca.

Entre muchos otros puntos sugestivos que surgen del texto de los documentos oficiales, no divulgados para que toda la sociedad conociera la verdad sobre la “Base China”, el Gobierno K acordó que los chinos exploradores de Bajada del Agrio tendrían protección para que nadie interfiera en su trabajo a través de tecnología de espionaje en un radio de 100 kilómetros a la redonda.

La “Base China” esconde algo que los chinos no quieren que nadie pueda interceptar.

El texto de uno de los anexos más desconocidos estipula lo siguiente: “Adicionalmente, se declarará una zona de exclusión alrededor del sitio CTLC-CONAE-NEUQUEN al momento de entrar en vigor el presente Acuerdo, impidiendo el uso de todas las bandas detalladas en la sección 1.2 a nuevos sistemas de comunicaciones. La zona de exclusión tendrá un radio de 100 km para las bandas por debajo de 10 GHz y de 50 km para las superiores a los 20 GHz”.

Y se agrega después otro párrafo llamativo, o tal vez a esta altura ya no tanto: “También se proporcionará al sitio CLTC-CONAE-NEUQUEN protección contra dispositivos distintos de radiocomunicaciones, tales como aparatos domésticos, dispositivos automotrices, resultantes de zonas cercanas al CLTC-CONAE-NEUQUEN…”. En ese punto del Anexo IV se detalla también a cuánto debe ascender “los niveles” de “interferencias para radiofrecuencias”.

Las siglas CLTC corresponden al organismo chino que está al mando de las doscientas hectáreas patagónicas y los cien kilómetros invisibles de protección para interferencias de las comunicaciones de radiofrecuencias que se transmiten o reciben desde allí: el China Satellite Launch and Tracking Control General.

El CLTC depende del Ministerio de Defensa de la República Popular China.

Es un ente militar

La CONAE pertenece al Estado Nacional. Así se resume el nombre de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de nuestro país.

¿Qué consiguió la CONAE a cambio de que el Gobierno permitiera instalar la Base China?

Poder utilizar el 10% del tiempo “de la antena de espacio lejano, por año, no acumulable a través de los años”.

La Argentina acordó con China que su base espacial le permitirá al organismo espacial argentino “instalar, mantener y operar equipamiento para procesamiento de datos”, y se remarca, “a su propio cargo”. Siempre que este se haga “sobre una base de no interferencia con las actividades de apoyo de CLTC”. Además, los técnicos militares chinos dejarán a la Argentina acceder a ese beneficio “mediante solicitud escrita remitida, como mínimo, con tres meses de anticipación”. Precauciones orientales impuestas a un país donde las políticas de Estado de largo plazo no son una costumbre.

Luego de la lectura del Convenio y sus anexos no se determina que la CLTC oriental tenga la obligación de informar a nuestro país sobre qué está trabajando.

Es decir, la CONEA obtuvo la posibilidad de acceder a los datos de la “Base China” pero del futuro, siempre y cuando la solicitud se entregue por escrito y esté bien redactada.

Como se dijo por vías diplomáticas, el gobierno de Mauricio Macri logró imponer un anexo donde se acordó que la “Base China” no se utilizará con fines “militares”.

Sin embargo, el simple título de este tratado ya parece explicitar que lo que realmente le importaba a China no era hacer pie en la Patagonia para ejercitarse ni asentarse militarmente.

Directamente buscaban explorar el espacio exterior con satélites.

El primer punto señala que se instalarían en la Argentina aparatos que permitieron captar “datos” de la Tierra pero con tecnología que esté fuera de ella.

Los documentos del convenio entre la Argentina y China por la base en Neuquén.

Es decir, en el espacio

Los enigmas que planteaba la nota de The New York Times quedan de manifiesto en los acuerdos y anexos firmados entre la Argentina y China en 2012.

El título especifica que se trata de un “Acuerdo de Cooperación del Programa Chino de Exploración de la Luna entre China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de la República Argentina (CONAE)”.

Y que se firmó para “Establecer Instalaciones de Seguimiento Terrestre, Comando y Adquisición de Datos, Incluida una Instalación de una Antena para Investigación del Espacio Lejano en la Provincia de Neuquén, Argentina”.

Más allá de que después el “Acuerdo” desarrolla bastante el plan espacial de China, el punto central que se remarca en el nombre de esta “cooperación” es el de la posibilidad de que el país oriental indague sobre el “seguimiento” y la “adquisición” de datos que se emitan en la “tierra”.

The New York Times citó en su artículo a varios expertos en Defensa que alertan sobre la posibilidad de que la “Base China” se utilice para recolectar información vía el posible espionaje tecnológico satelital, escondido detrás de una fachada que tampoco es ficticia sino igualmente real: el avance de la potencia oriental hacia la Luna.

En la nota del diario norteamericano hablan varios argentinos.

Uno de ellos es el intendente de Bajo del Agrio, la localidad más cercana al centro de operaciones de la polémica, paradójicamente, una localidad que buscar reconectarse a su propio país desde que la Ruta 40 cambió su trazo y dejó de pasar por esa zona, alejando a su pueblo de posibilidades de progreso.

El hombre se llama Ricardo Fabián Esparza y usó una metáfora simple para describir lo que teme él, y también expertos internacionales –que lo dicen con lenguaje más técnico y menos llano para el público no científico: “Desde ese telescopio es probable que puedan ver hasta qué calzones estamos usando”, fue la expresión y síntesis del jefe comunal neuquino. (Agencia OPI Santa Cruz)

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14 COMENTARIOS

  1. Afirmar que el gobierno de CFK entrega la soberanía con el observatorio chino me parece un exceso de militancia antiK. Que será entonces lo que está haciendo el gobierno actual con su relación de amor con el eje EEUU/Israel. Creer lo que dice yanquilandia sobre el observatorio nos remite a los informes que resultaron falsos sobre los armamentos de Irak. Irak fue invadida y de los armamentos monstruosos ni señal. Es más o menos como creerle a Bullrich afirmando que los mapuches tenían armamentos sofisticados que arrancaban los árboles de cuajo. Eso si, Rafael Nahuel murió por disparos por la espalda de los prefectos navales. Existe un enfrentamiento geopolítico entre EEUU (Otan) y China nadie puede discutirlo y nadie sabe como terminara. Lo que tampoco puede discutirse es que existen muchos argentinos de bien dichosos de ser el patio trasero de yanquilandia.

    • Nahuel y el hermano de Jones Huala se tirotearon con prefectura , un chorrito de Bariloche era , para su conocimiento, el movimiento Mapuche es bancado por Inglaterra , no respetan la soberania Argentina y pretenden vivir como en el siglo 18 , cuando fue lo de Nahuel , no dejaron entrar a la justicia por varios dias, lo que posibilitó borrar todas las pruebas , al Nahuel y al hermano de Jones, les hicieron prueba de la parafina o método parafinoscópico y dio positivo , ya defender a esa banda de delincuentes , lo pinta a usted de pies a cabezas , mire si serán delincuentes , que hasta el zurdo del presidente actual de Chile los combate.

      • Por lo menos sea un derechoso inteligente, no un balde que repite información falsa. Lea el juicio por el asesinato de Rafael Nahuel. Nunca le encontraron rastros de pólvora. Mapuches protegidos por los ingleses, le faltó agregar los comandos venezolanos iraquiés. Mapuches que no respetan nuestra soberanía nacional, no sabía (gracias por el dato) que Joe Lewis era mapuche.

    • Jorge, no coincido con su apreciación, salvó con “existen muchos argentinos de bien dichosos de ser el patio trasero de yanquilandia.” Sabe que si ? Yo prefiero ser el patio trasero de yanquilandia y no el delantero chino, ruso, venezolano, iraní. En todos esos lugares no existen las libertades que aquí tenemos, la democracia. Agregue Cuba a la lista ! con su revolución. Intente Ud armar un partido político opositor en cualquiera de esos países.
      De todos modos, aunque los chinos tengan un jardín de infantes en la base de Neuquén, el gobierno argentino de turno (Cristina) no debió hacer esa concesión. tan alegremente. Al menos Lewis compró las hectáreas donde está. No se el precio, pero seguramente ha de ser un poco más que lo que pagó Kirchner en El Calafate.

      • Si usted acepta ser patio trasero de un imperio, acepta ser una colonia. Dónde no existe democracia posible. En cambio los peronistas no aceptamos ser el patio trasero de ninguna potencia. Y lo de Lewis infórmese bien.

  2. Todos los días sigo vuestro diario, porque expresa un sinfín de verdades. Pero, esta vez, amigos, creo que le erraron feo. La “famosa” antena china, si bien es de grandes dimensiones (35 m de diámetro y varias toneladas de peso) no sirve para rastrear satélites en órbita de la Tierra justamente por su lentitud de movimientos debido a su tamaño. Si sirve para comunicarse con sondas exploradoras de la Luna, Marte u objetivos más lejanos. Que dicho sea de paso, no abundan. ¿Por qué está ubicada en Neuquén? Fácil. Como la circunferencia de la Tierra medida en grados tiene 360 y esta rota cada 24 horas es imprescindible tener al menos tres antenas ubicadas cada 120 grados, cosa que cuando las emisiones y órdenes que se envíen a esas sondas, estén siempre cubiertas por una de las tres antenas. Medios locales (yo actualmente vivo en Neuquén) han estado DENTRO de las instalaciones chinas (hasta han dormido allí) y el “ejército chino” que la habita consta de 5 ingenieros, 1 especialista eléctrico y 1 cocinero. Ese es todo el “ejército”. Además, no jodamos, cerca de la ciudad mendocina de Malargüe (a unos 500/600 km al noroeste de Neuquén) hay otra instalación prácticamente igual, también cumpliendo la regla de los 120 grados, pero como esa pertenece a la ESA (léase la OTAN) todo el mundo está contento y nadie critica nada.

    • Entiendo Jorge que tengas una mirada muuuuy clásica de quienes han apoyado este tipo de emprendimientos chinos en el país, pero, aún tras tu explicación de cuento de Hadas, donde hacés parecer a los chinos como Heidi, te diré que no estoy en absoluto de acuerdo con vos. ¿Por qué?, porque viví en Neuquén hasta el año 2016, debido a que mi marido es petrolero y viví palmo a palmo el secretismo que desde un principio hubo sobre esas instalaciones donde NADIE PUEDE ACERCARSE porque los entreguistas K le dieron plena soberanía china a varias generaciones que ni vos ni yo vamos a ver. El cuentito que nos contó Cristina se lo cree ella y los que firmaron este adefesio de entrega territorial. NO me la cuentes desde “lo técnico” ni me creo esa fábula de los chinitos preocupado por el espacio exterior, como no lo son los yanquis ni los rusos, precisamente. Y que haya otras similares no exculpa a nadie, agrava el panorama, porque quiere decir que en 20 años nos han usado de forros para hacer base en nuestro país, un país gobernados por gente que deberían ser fusilados por TRAIDORES A LA PATRIA-

      • Estimada Anahí. Parece que viviste en Neuquén, pero a mi entender, al reverendo “pepe” por no escribir una grosería, porque tu nota está plagada de incoherencias.. Soy Ingeniero por la Unco, con un máster en Astrofísca en Caltech. Así que creo tener bastante certeza y coherencia en lo que escribo. Tu principal error es que Argentina le donó a China… etc. etc. Argentina, léase el gobierno de Cristina o de Alberto y en el que también tuvo injerencia el de Macri, las famosas 200 hectáreas se las pasó a la CONAE, una institución argentina. Y la CONAE celebró un contrato de arriendo por 50 años con China (esas hectáreas son de la CONAE). En 2016, según vos lo decís, no había NADA. Recién estaba comenzando el proyecto, que se habilitó en 2017. Hoy, quién quiera, puede acercarse a la Estación, previo permiso, por supuesto. Se me ocurre pensar que lo mismo debe suceder en la empresa petrolera dónde trabaja tu esposo. Yo conozco la zona de Vaca Muerta (que dicho sea de paso es una formación geológica, en la que existen muchos Yacimientos con distintos nombres), y, andá a entrar a cualquiera de ellos sin autorización previa, te sacan sabés como). Además, hoy en día, la estación está custodiada por efectivos de la Policía de Neuquén. Tus divagaciones de esta y otras estaciones de este tipo que existen a todo lo ancho del planeta, siempre separadas por la regla de los 120 grados, de que vaya a saber para que son, sólo existen en tu “cerebrito”. Y si querés aprender bien a fondo el tema, antes de escribir “huevadas”, tomate un par de años y asistí al Caltech o algunas otras universidades de prestigio mundial (MIT, Harvard, etc.) y allí vas a aprender a los objetivos a los que apunta la ciencia de la astrofísica hoy en día. Mis respetos hacia tu persona.

      • Estimada Anahí. Cuán equivocada estás en tus conceptos. Yo soy Ingeniero por la Unco con un posgrado en astrofísica en Caltech (California), así que creo saber bien de que estoy escribiendo. No mezclo Hadas, Heidi, ni nada por el estilo. El error tuyo es que creés que esas tierras fueron cedidas a China. NO ES VERDAD. Fueron cedidas a la CONAE (argentina) y ellos hicieron un contrato con los chinos por 50 años. Además el plazo es razonable, quién haría semejante inversión de cientos de millones de dólares por 5 años? Te parece? No me interesa ni Cristina, ni Alberto, ni Macri (que también estuvo metido en el asunto). Otra mentira tuya es que nadie puede acercarse. Puedo seguir esta “conversación” largo y tendido. No se me ocurre en este momento por que medio enviarte mi número de teléfono, así seguimos el tema más de cerca, ya sea por voz o por WAp. si vos o el diario lo sabe, háganmelo saber.Que estés muy bien.

  3. La mafiosa Cristina Kirchner debiera ser juzgada por infame traidora a la patria . . .pero claro, para eso hacen falta jueces y fiscales honestos, y que no se dejen prepear ni comprar

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