Brasil enfrenta una crisis de incendios forestales, con más de 2.300 focos detectados en las últimas 48 horas y un total de más de 226.600 incidentes registrados en lo que va del año, según el Programa de Quemadas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Esto representa un aumento del 76% en comparación con el mismo período del año pasado.
De acuerdo con los datos del INPE, casi la mitad (49,4%) de los incendios se produjeron en la Amazonia, mientras que el Cerrado fue el segundo bioma más afectado con un 32,1%. Aunque el Pantanal sólo registró el 6% del total de incendios, fue el bioma con el mayor aumento en comparación con el año anterior.
El estado de Pará, en la Amazonia, registró 466 focos en las últimas 48 horas, seguido por Mato Grosso con 189. En la región de Matopiba, que abarca parte de los estados de Maranhão, Tocantins, Piauí y Bahía, se detectaron 826 focos.
A pesar de algunas previsiones de lluvias, se espera que predominen condiciones secas y bajas precipitaciones en la Región Norte hasta diciembre, lo que podría agravar la situación.
El Gobierno brasileño ha desplegado a 3.732 profesionales y 28 aviones para combatir los incendios en la Amazonia, el Pantanal y el Cerrado. Además, la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento (ANA) ha declarado una situación de escasez de agua en varias regiones, incluidos los ríos Madeira, Purús, Tapajós, Xingú y la región del río Paraguay. (Agencia OPI Santa Cruz)