El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha ratificado su apoyo y defensa a los migrantes venezolanos que están regresando al país como parte del acuerdo entre su Gobierno y la Casa Blanca. Durante una intervención televisiva, Maduro afirmó que la gran mayoría de los repatriados son “gente de trabajo“, desestimando las acusaciones de las autoridades estadounidenses, quienes habían vinculado a algunos de los migrantes con grupos criminales.
Maduro criticó lo que considera una campaña orquestada por la “derecha extremista” para estigmatizar a los migrantes venezolanos y asociarlos con actividades delictivas. En su declaración, subrayó que los migrantes que retornan son personas que han sufrido debido a la difícil situación del país y a las sanciones impuestas por Estados Unidos, que afectaron gravemente la economía nacional.
El mandatario destacó que la migración venezolana fue, en gran parte, una respuesta a los efectos devastadores de las sanciones internacionales. “Perdimos casi el 99% de los ingresos del país“, señaló, refiriéndose a la drástica caída de los recursos provenientes del petróleo, que pasaron de 56.000 millones de dólares a tan solo 700 millones en un año.
Además, Maduro aclaró que, entre los repatriados, un número reducido tiene antecedentes penales en Venezuela, pero insistió en que la mayoría son personas que “han sufrido mucho” y que el país los recibe “con los brazos abiertos“. Subrayó que, tras su regreso, los migrantes serán apoyados por las comunidades locales para “resurgir” junto a la recuperación de la nación.
Finalmente, el presidente reiteró el compromiso de Venezuela para acoger a sus ciudadanos que, como resultado de las sanciones, se vieron obligados a emigrar. “Los hemos recibido con una visión incluyente y solidaria“, agregó Maduro, enfatizando la importancia de su reintegración en el proceso de recuperación global del país. (Agencia OPI Santa Cruz)