Cuba atraviesa la peor sequía de las últimas dos décadas, una situación que, sumada a los constantes apagones y a las averías en la infraestructura, ha generado lo que funcionarios del Instituto Nacional de Recursos Hidráulricos (INRH) califican como “la situación hídrica más compleja de los últimos años”. La crisis afecta a 152 de los 167 municipios de la isla y provoca interrupciones en el servicio de agua potable a un promedio de tres millones de habitantes, según admitieron las propias autoridades. El vicepresidente primero del INRH, Bladimir Matos, declaró que el país enfrenta una de las sequías más intensas de su historia reciente, comparable a la ocurrida entre 2003 y 2005.
El directivo explicó que la complejidad del escenario actual responde a una combinación de factores que varían según la región. Mientras en las provincias orientales como Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín la sequía es el factor predominante, en territorios del centro y occidente, incluyendo La Habana, la falta de fluido eléctrico para el bombeo tiene un peso mayor. A esto se suman las roturas de equipos en otras zonas como Pinar del Río y Granma. Matos detalló que el gobierno trabaja en un plan para robustecer la infraestructura, realizar obras emergentes y avanzar en una transición hacia el uso de energías renovables, aunque reconoció la necesidad de aplicar soluciones inmediatas.
La dimensión de la sequía fue expuesta por el director de Hidrología del INRH, Argelio Fernández, quien la calificó como “posiblemente el evento que ha tenido la evolución más violenta” desde que comenzó a estudiarlos en 1998. El especialista reveló que entre mayo y agosto solo se registró el 61% de la lluvia esperada, lo que impactó severamente tanto en los embalses como en las aguas subterráneas. En términos de almacenamiento, el país caribeño tiene sus reservas al 42% de su capacidad total, con un déficit de 1.779 millones de metros cúbicos de agua.
El panorama de los reservorios es crítico: de los 242 embalses del país, 139 están por debajo del 50% de su capacidad de llenado y 13 se encuentran completamente secos. Fernández aseveró que revertir esta situación de manera rápida solo sería posible con la llegada de eventos climáticos de gran magnitud, como los ciclones, que aporten lluvias significativas. Mientras tanto, el incremento en el nivel de los embalses durante septiembre ha sido de 200 millones de metros cúbicos, una cifra muy por debajo del promedio histórico para este mes, que es de 500 millones. (Agencia OPI Santa Cruz)