Las mínimas de Máximo

Las mínimas de Máximo – Foto:

12:40 – (Por Rubén Lasagno) – “Habla el mudo”, habríamos dicho allí por el 2015 cuando el kirchnerismo con Carlos Zannini y el procesado Daniel Scioli, lanzaron en Río Gallegos el candidato inventado que solo se limitaba a sonreír, levantaba los brazos con los puños cerrados tratando de imitar a su papá y emitía algún sonido ininteligible, como toda expresión propositiva, tan vacua como innecesaria, ya que nada tenía/tiene para decir y mucho menos proponer.

En La Matanza (dónde si no) Máximo Kirchner trató de reverdecer la mística olvidada del partido que fundó su padre e hizo añicos su madre y se dio el lujo de “poner condiciones” a los peronistas que quieran avanzar con un frente de unidad para enfrentar al gobierno de Macri que en los últimos meses les regaló varios metros de cancha para que sueñen despiertos y crean que sobre los restos de Cambiemos, puede volver la banda de chorros para liberar a los encanutados por corruptos, lavadores de fondos públicos y traficantes de drogas. Al menos eso intentan. Todo dependerá, finalmente, de la gente, es decir: de todos nosotros.

Fueron las mínimas de Máximo; el retoño enmohecido de la pareja autoritaria y disfuncional políticamente hablando, quienes además de ser virtuales saqueadores del Estado, destruyeron las bases mismas del peronismo, dilapidaron el capital político que podía quedar, diezmaron sus cuadros y llenaron de vergüenza a gran parte del arco dirigencial más o menos rescatable de ese partido, que alguna vez soñó con ser la clase política que salvaría a la Argentina y sistemáticamente, con la ayuda incondicional del Radicalismo, la hundió en 30 años de democracia y soledad.

No cuenten con nosotros para construir una unidad que sólo sea para ganar una elección“, dijo el caradura, tal vez sin haber elaborado conceptualmente la frase ni ser lo suficiente valiente como para generar algún tipo de autocrítica antes de abrir la boca. De todos modos, la pretensión de condicionar a los demás es bastante ridícula, porque él y su madre se mueren por volver a digitar los hilos en las espaldas de los candidatos, cuestión que ya nunca más podrá ser, porque han sido históricos perdedores natos. Por otro lado, el discurso muestra una gran falacia, al señalar que a ellos (La Cámpora/FPV/UC) no les interesa (solamente) ganar una elección. Ridículo después de lo que sabemos, conocemos y experimentamos, tanto en la provincia como a nivel nacional.

Tenemos que ser muy inteligentes para lo que viene. Yo creo en la unidad. Pero si nosotros en este tiempo que corre ahora, si en las plazas y en las calles, y en la Cámara de Diputados y Senadores donde hay que realmente dar la cara, no podemos construir una unidad que frene el endeudamiento de la Argentina y los tarifazos. Si no podemos construir una unidad hoy, mañana, pasado mañana y mes tras mes para defender a la gente, que no cuenten con nosotros para construir una unidad que solo se trate de ganar una elección“, dijo con voz temblorosa y bastante destemplada por los nervios, porque claro, él sabe que está dando un discurso de pacotilla, insulso, vacío, falaz y ausente de todo sentir popular y político; amenaza para “que no cuenten con ellos” y el kirchnerismo se está muriendo porque alguien se acerque a su leprosario a mendigarle el 25% de lo votos matanceros que tiene más o menos cautivos en la tierra de Magario y parte del connurbano.

Al lado del corrupto Capitanchich, el ladero de su madre que rompía los diarios Clarín en el atril todas las mañanas, no se sabe en nombre de qué espacio político hablaba Máximo, si del Frente Para la Victoria, partido que su madre decapitó por conveniencia electoral y porque todo el mundo le escapaba después del desmadre y la orgía de corrupción estatal que mandó preso a casi todo el gabinete; de “Unidad Ciudadana”, el sucedáneo creado para oficiar de refugio a su madre, sabiendo que el voto militante del conurbano haría el resto y se aseguraría impunidad en el salón de los pesos perdidos, o de La Cámpora, un reducto pretendidamente de la renovación joven, que demostró ser la guarida de discriminadores, vagos, machistas, corporativos, autoritarios, sectarios e inútiles todo tiempo.

Debemos salir a convencer y volver a enamorar a nuestro pueblo . No van a venir, hay que ir a buscarlos“, dijo Máximo y aquí hay dos conceptos muy interesantes para destacar: lo de salir a convencer y (menos aún) a “enamorarotra vez al pueblo, es una entelequia. El pueblo ya se desasnó de lo que son. Con respecto a que nadie va a ir hacia ellos y tienen que ir a buscarlos, es cierto; el problema va a ser si encuentran a alguien dispuesto a cerrar filas con los piantavotos del FPV/UC, que, obviamente, no son peronistas. Tal vez gente como Felipe Solá, quemado hasta las pestañas, resulte ser un aliado consecuente con lo que es y representa: ayer puteaba y denunciaba a los Kirchner y hoy busca su bendición; responde al modelo.

No se trata de reconstruir lo que fue. Tenemos que tener la inteligencia y la sensibilidad para construir lo que viene“, en esta parte el hijo de los Kirchner hace una elipsis: “lo que fue” es lo peor que le pasó al peronismo y está claro que no se puede reconstruir lo que resultó un desastre, por ese motivo propone hacer “algo nuevo” pero no dice qué, sencillamente porque no sabe. En cuanto a sensibilidad e inteligencia, yo diría que son propiedades ausentes en el kirchnerismo y difícilmente pueda tener ahora lo que en 12 años no pudo, al menos, aprender a construir en la cabeza de esta especie de oligarquía tercermundista que instaló su familia en la década perdida.

Macri no está preparado para ser el presidente de todos los argentinos“, con lo cual se entiende que él y la banda que escapó eyectada el 2015, sí. Y agregó que el gobierno volvió “con el verso de la pesada herencia“. Claro, para Máximo la única herencia de su conocimiento no es pesada. Desde su experiencia fáctica recibió una herencia sin sacrificio y millonaria, para alguien que no puede llenar el casillero de la DDJJ donde dice “Ocupación”. La herencia de Macri, por lo tanto y a juzgar por los ojos adormilados del “referente espontáneo”, no puede ni debe ser tan pesada, porque la que le dejaron sus padres a él y Florencia, es una buena herencia (aunque de dudoso origen) por cuanto no tuvo que invertir salud para conseguirla; tal vez sea por eso que la justicia le está buscando la vuelta para alivianarlo de peso.

Finalmente el diputado mudo que solo habla en La Matanza y es incapaz de encarar un micrófono libre, sin libreto y que no sea el de C5N, expresó: “Espero que el actual presidente, cuando le toque dejar la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2019, por lo menos no nos deje la Plaza de Mayo llena de muertos como lo hizo De la Rúa”.

Es una ilusión del club del helicóptero que el mismo encabeza, pero sin embargo, nada de eso ocurrirá, porque aún con el desastre económico en curso, el tembladeral de la economía nacional y la pérdida de imagen positiva de Macri y su gobierno, nadie está pensando en llamar a los incendiarios para apagar las llamas. A nadie se le ocurriría convocar al ladrón para que ordene la casa que desvalijó y haga la denuncia; muchos menos los argentinos votarían a la banda que además de robarse todo, ahora pretenden volver para arrasar con lo que no pudieron llevarse ante de su desdicha electoral de 2015.

Aún en el peor escenario, la Argentina seguirá de pie porque su sociedad ha corrido la venda. Tal vez los que están hoy no sean lo ideal; es posible que Macri y su gobierno no deban seguir en el poder y hasta sería conveniente que en el 2019 haya un recambio, pero nada de lo que se ofrece como recambio es potable. Y esto le augura larga vida a Cambiemos. El rejunte del PJ con el FPV, reedita lo peor de la década pasada. Hoy la baja en la imagen del presidente no lo afecta en su aspiración electoral porque adelante de él no hay nadie. Pero hay algo que lo favorece aún mas: que sigan hablando Máximo y Cristina y sigan convocando con Magario, Espinosa, Bardel, Delía, Yasky, hugo Moyano, “Cachorro” Godoy y los “artistas K” a las 30 mil personas del viernes en el obelisco. Esa y no los aciertos en la economía nacional, es la mejor propaganda política que le pueden hacer a Mauricio Macri, porque la gente los ve y los oye, como en este caso al diputado vago, al hijo “NI” (Ni estudia ni trabaja) e inmediatamente da vuelta la cara, trata de tragar el mal rato que nos propina “Cambiemos” con sus permanentes yerros e improvisaciones y pide seguir adelante, aún cuando no sabemos si el abismo no se nos abrirá a la vuelta de la esquina.

Si realmente en este país hubiera una oposición formal, fuerte y como la gente, el gobierno nacional estaría en problemas. Pero Argentina no tiene referentes políticos creíbles y que sean una verdadera renovación. Son dinosaurios perdidosos de épocas pasadas o improvisados, oportunistas y chantas como el hijo de la ex presidenta, que habla para la tribuna pero no tiene la menor autoridad moral para demostrar empíricamente, que alguna vez practicó lo que dice con voz temblorosa de inseguridad y sentido culposo por la mentira, tratando de convencernos a los Argentinos, que ellos pueden volver a unirse para reconstruir lo que demolieron en más de una década. (Agencia OPI Santa Cruz)

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