10:30 Nicolás Maduro y el chavismo en pleno festejaron, como si fuera suya, la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador en México. “Con él triunfa la verdad por encima de la mentira y se renueva la esperanza de la patria grande”, clamó el “hijo de Chávez”. Dos de sus aliados, el primer mandatario boliviano, Evo Morales, y la expresidenta brasileña Dilma Rousseff se le sumaron de inmediato, subrayando que se abre así “una nueva página en la historia de la dignidad y la soberanía latinoamericana”.
Por: Daniel Lozano
Más allá de las declaraciones para la galería revolucionaria, la victoria de AMLO supone en principio un punto y aparte tras la hegemonía alcanzada por gobiernos de centro y derecha en la región, una oportunidad de recuperar terreno político perdido. Un nuevo aliado para suavizar la presión internacional que como nunca sufre el chavismo y en la que México participó en primera línea, tanto en el Grupo de Lima como en la Mesa de Diálogo de Santo Domingo. La cuestión ahora es qué papel protagonizará el líder de Morena en el tablero geopolítico continental.
“No veo a AMLO asumiendo el rol de líder de la izquierda regional. Creo que va a ser un presidente muy concentrado en los asuntos internos de México”, acota desde Washington el experto en política internacional Mariano de Alba.
“No va a ser un presidente continentalmente ideologizado. No se va a meter como Chávez y Lula en otras elecciones o en otros países. Ha sufrido tanto en estos 12 años que se va a dedicar a México y punto. Su política internacional va a mirar a Estados Unidos”, concluye el asesor electoral Antonio Sola, responsable de la victoria de Felipe Calderón en 2006 y la consiguiente derrota de López Obrador.
Mucho han cambiado las cosas desde aquella fecha, en pleno apogeo de la revolución bolivariana en comparación con el actual derrumbe económico y social del país sudamericano. “AMLO se ha corrido al centro y se ha moderado, más allá de algunos adláteres que lo puedan presionar”, añade Sola.
La oposición venezolana recibió la noticia con una mezcla de incertidumbre y preocupación. “Espero que, más allá de su identidad de izquierda, López Obrador tenga plena información y conciencia de la dictadura, tragedia social, económica y política que vive Venezuela”, respondió Andrés Velásquez, dirigente de la Unidad Democrática que lleva días clamando por la realización de un paro nacional.
La principal incógnita es si México abandonará el Grupo de Lima, que confronta duramente al chavismo a nivel continental. “Es posible que veamos a México sin suscribir los comunicados o sin respaldar las iniciativas del grupo, incluso podría abandonarlo”, sospecha De Alba, que de momento sitúa a AMLO más cercano al presidente ecuatoriano Lenín Moreno que a Evo o al propio Maduro.
“No estoy seguro de que vaya a sacar a México del Grupo de Lima”, duda Sola, frente a otros, como Víctor Mijares, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Los Andes de Bogotá, que vaticina “que la presión hemisférica sobre el régimen chavista podría resentirse” precisamente cuando Duque pretende abanderar el aumento de esa misma presión.
“Por ahora todo indica que el Grupo de Lima pierde un miembro clave”, sentencia Mijares. (La Nación)
