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Pablo Grasso entre trastornos de personalidad, autoritarismo, la autorreferencialidad y hasta la incapacidad para diseñar un logo original

La G de Pablo Grasso en el edificio de la municipalidad de Río Gallegos - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

No es común (gracias a Dios) que un funcionario, desarrollando una gestión ejecutiva, identifique todo lo que toca con la “marca de su gestión”. Indudablemente esto, además de tener un tinte populista berreta, no es legal, por cuanto los bienes del estado son precisamente eso: bienes propiedad de todos los ciudadanos y no de un funcionario que ocasionalmente está cumpliendo, como en el caso que nos ocupa, un cargo como intendente en la ciudad de Río Gallegos.

No referimos a Pablo Grasso, jefe comunal de esta capital, quien por decisión propia ha inundado Río Gallegos con “su marca personal”, consistente en un isologotipo representando una “G”, aludiendo a la inicial de su apellido, con la parte inferior separada del cuerpo principal por un leve corte a partir del cual el último tramo de la letra se transforma en una flecha hacia la derecha y arriba, insinuando proactividad y avance, un mensaje que trata de instalar que “Grasso es Gestión” o “Gestión Grasso”, como idea final del mensaje subliminal que se intenta emitir.

El problema principal es que Pablo Grasso lo estampó en todos los bienes municipales: camiones, volquetes de residuos, edificios, vehículos, cartelería, papelería y hasta barbijos que les obliga llevar a los empleados dentro de la municipalidad. Hasta las habilitaciones comerciales que deben estar exhibidas en los locales comerciales, le sacaron el escudo de la ciudad y pusieron la “G”. Esto, claro, sin que a nadie de la oposición ni  del gremio se le haya movido un pelo por denunciar penalmente tamaño atropello de quien ha llegado a modificar, pintar y generar fondos de color azul oscuro, para estampar su logo, en los bienes públicos de la intendencia. Grasso llegó al colmo de sustituir el escudo municipal frente al edificio, por su logo personal, lo cual por presiones políticas del mismo partido tras el escándalo público, terminó bajándolo vergonzosamente  sin dar una simple explicación, como es característico de su carácter autoritario y personalista.

Más allá de algunos problemas de orden emocional que pueda sufrir el intendente para hacer esto, hay un aspecto de orden económico no menor: cuando Pablo Grasso termine su gestión dentro de tres años ¿Dejará todos y cada uno de los bienes que han ensuciado con una marca personal que solo a él le interesa, debidamente pintados, ordenados y limpios, para la gestión venidera?. No, seguramente no y si lo hace (lo cual pongo en duda) seguramente lo hará con la misma plata de los aportantes de Río Gallegos, quienes en los últimos meses sufrieron un impuestazo con aumentos hasta del 350% en patentes, tasas y habilitaciones.

Pocas ideas

Lo menos que se espera, cuando un político acude a este tipo de banalidades y excesos autorreferenciales, es que tengan un poco de ingenio y creatividad y no recurran a esta especie de “rincón del vago” que es Google, cuando a falta de ideas, se les ocurre, como en este caso, plagiar nada menos que un logo igual, pero de la oposición política de otra provincia.

Pablo Grasso copió sin ponerse colorado y sin pensar que las comunicaciones vuelan hoy en día, el logo identificatorio del Intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, quien no lo creó recientemente sino que lo trae como marca personal desde la campaña política anterior.

Esta noticia recorrió el país, pero especialmente el diario El Cordillerano de Río Negro resaltó que desde la comuna de Bariloche se hizo una comunicación formal e institucional para que el intendente de Río Gallegos modifique la situación y anule el logo político que es propiedad intelectual y de uso personal de Gennuso del Juntos por el Cambio.

Logo Pablo Grasso en Entre Ríos

El logo es igual al del intendente de Bariloche, aunque con diferentes colores”, escribió el diario quien agregó “Además, la “G” fue utilizada para diferentes tipos de merchandising como banners, ploteos, barbijos, remeras y demás productos”.

La directora de Comunicación Institucional de Bariloche, consultada por el diario explicó que fueron ellos quienes “detectaron que se estaba usando el mismo logo y les escribimos para poner en aviso de esta situación”, dijo la funcionaria. Y las autoridades de Bariloche se enteraron del plagio del logo de Gennusa, cuando Pablo Grasso fue noticia luego de quedar internado por contagio de coronavirus.

Sin embargo y a pesar de lo vergonzoso de la situación, especialmente para alguien que pretende extender su futuro político en la provincia, hasta el momento Pablo Grasso no ha retirado el logo plagiado a un político de la oposición, de todos los muebles, bienes y cartelería donde los imprimió de manera indeleble.

Un caso para el psicólogo

OPI consultó a un profesional para determinar qué puede llevar a una personas a desarrollar el sentido de la “apropiación”, durante un mandato electivo, donde su tiempo de permanencia es finito y está haciendo un mal uso de la propiedad pública, cometiendo un abuso de autoridad y anteponiendo sus intereses personales y partidarios, al servicio público que debe prestar a la ciudadanía que lo puso allí.

De la larga charla pudimos extraer algunos conceptos como que la necesidad autorrefercial de las personas, son actitudes de individuos con necesidad de construir su propia realidad, aplicando sus propios principio y reglas, sin advertir los impedimentos morales o técnicos que pudieran haber a su alrededor.

Otro aspecto psicológico relevante en estos casos es un desarrollado complejo de superioridad, como mecanismo con el cual estas personas tratan de compensar sus propios sentimientos de inferioridad que mantienen ocultos, tratando de imponer y resaltar sus aspectos más positivos y vivir cualquier mínimo logro, como una épica.

La G de Pablo Grasso en el edificio de la municipalidad de Río Gallegos - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Un trastorno de la persona que se denomina “TP Histriónico” transita también por una suerte de desórdenes emotivos que los impulsa a buscar de manera constante y permanente la atención de los demás y ello va rodeado de la necesidad imperiosa de ser reconocido, para lo cual la persona desarrolla una actitud seductora, de convencimiento permanente y despliega una urgente necesidad de sentirse visto como el actor principal de todos los hechos buenos que ocurran. 

Otro problema que tienen las personas y va emparentado con lo anterior, es la necesidad permanente de llamar la atención. En esta búsqueda incurren en exageraciones y están tabulado como el grupo de las personas con mayor desajustes de personalidad. Denominado DSM-IV como el grupo B de trastornos de la personalidad, están dominados por un patrón de excesiva búsqueda de atención y estas personas son sumamente manipuladoras, para lograr lo que se proponen, cayendo inclusive en la demagogia.

Otros demagogos similares

Sin duda la excentricidad de plotear todo con nombre propio, cuando nada es de ellos, es típico de muchos políticos argentinos. Sin embargo naturalizarlo es muy grave.

Esta metodología ilegal lo llevaron a cabo los intendentes de La Matanza y Moreno, Verónica Magario y Walter Festa (Frente para la Victoria), quienes plotearon a fines de 2016 y principios de este año los móviles policiales que patrullan los municipios que gobiernan. Magario, además, estampó su nombre en un hospital móvil de la Secretaría de Salud municipal. El intendente de José C. Paz, Mario Ishii (Frente para la Victoria), hizo lo mismo con camiones de la intendencia y las ambulancias del SAME, publica el diario Chequeado.

También lo hizo el intendente de Vicente López, Jorge Macri (Cambiemos), quien puso su nombre y apellido en el móvil quirúrgico veterinario con los datos de Macri y en 2015, además, le había puesto su nombre a motos de la patrulla de Vicente López. Más atrás en el tiempo, Carlos Ruckauf, Mario Das Neves y Daniel Scioli, usaron el mismo recurso con propaganda política personal a través de los recursos públicos.

Nadie cumple y nadie les reclama

La Ley de Ética Pública, dice que los funcionarios deben “proteger y conservar la propiedad del Estado y sólo emplear sus bienes con los fines autorizados y  abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados”.

Los bienes del Estado no son patrimonio particular de los funcionarios, estén o no en campaña, y por lo tanto no los tienen que utilizar con fines privados, ni partidarios”, dice el sitio periodístico sobre la ley y tal como concluyó Delia Ferreira Rubio, especialista en temas de transparencia electorales y miembro de la organización Transparency International, respecto del anuncio que hizo en 2015 el entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de su compañero de fórmula en Casa de Gobierno y del lanzamiento de la fórmula Macri-Michetti que hizo también ese año el entonces presidente Macri  en la inauguración de un tramo de la autopista Illia.

Por todo lo dicho aquí, se concluye que Pablo Grasso cae en las generales de esta mala costumbre de personalizar una gestión que solo a él le importa  y a la ciudadanía le cuesta. No arrecian las denuncias y ni siquiera el gremio de municipales se asume como protector de su propia fuente de trabajo, al hacer abstracción de esta forma autoritaria de publicitar una gestión de servicio (tal lo  es la intendencia) como si fuera un producto comercial. Particularmente, más que algún trastorno de personalidad, como por allí se deja traslucir, todo se parece más a un abuso de autoridad, una avivada del intendente y el uso indiscriminado de los fondos municipales, por parte de pablo Grasso para hacer de su gestión un nicho de oportunidad a fin de generar consenso público, que le ayude en las próximas elecciones cosechar votos. Esto sucede cuando no hay a la vista organismos de control, diputados de la oposición, jueces ni fiscales, obvio (Agencia OPI Santa Cruz)

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6 COMENTARIOS

  1. Por acá en Trelew los intendentes no se quedan cortos… gestión fulano, gestión mengano, en los móviles y edificios públicos. Parece mal de época.Habría que exigirles que lo paguen de su bolsillo, y limpien todo antes de irse.

  2. Buenas tardes, me parece un buen análisis, pero dese mi humilde punto e vista el mismo carece de la profundad necesaria, este es un momento de profunda crisis que nos obligan a dar un giro radical en nuestra forma e pensar y de manifestarnos para poder evolucionar como sociedad.
    No creo esto sea un problema el narcisismo, creo que esto es la culminación de una cadena de eventos que hace que esta persona se crea por encima e la ley, La cartelizacion de la obra publica, el clientelismo político y la demagogia descarada hacen que ese logo sea un símbolo de lo de la grave situación que estamos viviendo y de lo poco que se puede hacer ante esta concentración de poder.

    • Héctor, totalmente de acuerdo con el planteo. El problema, para mi, que una cosa es consecuencia de otra y no creo que esto se pueda reducir a una escala mínima de importancia, porque demarca la conducta pública de un sujeto elegido por la gente y cuando se vuelva a proponer para algo, es la sociedad quien debe evaluar esas actitudes mantenidas en reserva, para definir si es o no merecedor de su voto. En definitiva, si consideran plausible votar a un chanta, manipulador, autoritario, egocéntrico o rechazarlo por haber dado muestras de serlo (entre otras cosas)

  3. En Santa Cruz no es tan solo Grasso, hace abuso de autoridad y despilfarro del dinero de los ciudadanos, también lo hizo el ex intendente Fernandez de Puco Truncado, quien llego a pintar la Municipalidad de Color Rojo, el color de su partido. El ex intendente Fernandez al igual que Graso tienen la misma forma de hacer política , puro marketing con la plata de la gente y por supuesto con una realidad paralela a la que tienen los ciudadanos… en fin no es tan solo Grasso…

    • Estimada, creo que en el caso en el titulo resalta por la importancia y presupuesto que maneja, le cuento un ejemplo reciente, Una obra de cloacas para el Barrio el Faro, tengo entendido que la empresa que gano la licitación (curiosamente la única que se presento) tiene el representante técnico que casualmente es funcionario de la muni y ese mismo representante técnico esta vinculado a varias causas judiciales por Obra Publica a nivel Nacional y en el ámbito provincial varias veces rescindieron contrato por incumplimiento.
      Este tipo e conductas que ya esta naturalizada es lo peligroso, lo que duele.

  4. Por ultimo quisiera dejar claro que creo que debemos hacer foco en los análisis, para ir a la raíz del problema analizado, creo que no no es constructivo hacer un diagnostico parcial o desviarse del foco de atención. Estamos plagados de visiones parciales que son tantos que hacen pensar que es intencional, como si no hubiese voluntad de solucionar esta grave situación.

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