Nuevas proyecciones: a cuánto llegarán el dólar y la inflación en 2022

El dólar oficial

Según publica La Nación Se conoció el nuevo informe de Latin Focus Consensus Forecast con los pronósticos de más de 30 consultoras económicas; la inflación sería del 54,2% y el tipo de cambio mayorista superará los $150.

Por: Melisa Reinhold

“El viernes empieza la guerra contra la inflación en la Argentina”, aseguró ayer el presidente Alberto Fernández, horas antes de que se conociera que la suba generalizada de los precios en febrero fue del 4,7% mensual, número que superó incluso al de Venezuela.

Para los meses que restan del año, las proyecciones no son mejores. Los economistas consideran que éste será uno de los mayores problemas que deberá enfrentar el Gobierno: en 2022 la inflación podría registrar el alza interanual más alta desde 1991.

Así surge del Latin Focus Consensus Forecast de marzo, informe que promedia las estimaciones de más de 30 consultoras locales y extranjeras. En esta ocasión, los economistas volvieron a ajustar sus expectativas hacia arriba y dijeron que para finales de este año esperan que la inflación sea del 54,2%, incluso superando la que acumuló Mauricio Macri en 2019 (53,8%). Este valor es 0,9 puntos porcentuales más que la estimación que había arrojado el estudio en la edición del mes pasado.

“Va a ser muy difícil que este año se encuentre debajo del 60%, la inflación núcleo -que no tiene en cuenta efectos coyunturales- cerró febrero en un 4,5%. Todo dependerá de si el Gobierno toma en serio el problema, algo que le doy bajas chances, pero estos niveles la inflación se irá comiendo el poder de compra de la población y será muy difícil restituirlo. Es importante que la política entienda que si no se toman decisiones de fondo, vamos a estar cada vez peor. Bajar la inflación es un acto político de alta envergadura, tiene que ser una decisión seria, profunda, conceptualmente distinto a lo que se viene haciendo”, sostuvo Ricardo Delgado, presidente de Analytica.

En el informe, las previsiones más benévolas vinieron por parte del Scotiabank (38,3%), Fitch Solutions (40%), MAPFRE Economics (44,7%) y Credit Agricole (46%). En cambio, de la mano contraria, desde Econométrica S.A. esperan una inflación interanual del 62,3%, OJF & Asociados del 61% y Eco Go del 60,8%.

Si en febrero la cifra “sorprendió por lo alto”, en marzo los pronósticos son más oscuros. Este mes los efectos de la guerra Rusia-Ucrania pegaron de lleno con un aumento de los combustibles, a lo que se le suman el incremento de los panificados y el ajuste de tarifas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “Después de marzo y abril, esperamos que la inflación se estabilice un poco. Así y todo, esperamos que cierre el año cerca del 60%”, coincidió Fernando Marull, director de FMyA.

Dólar oficial a $150

El año pasado el Gobierno utilizó al dólar oficial mayorista como un ancla anti-inflacionaria. El tipo de cambio se movió a un ritmo del 1% mensual, muy por debajo de la inflación en el mismo período, que promedió un 3%. Sin embargo, este año la historia es diferente. Desde que arrancó el año, la depreciación se aceleró a un 2,5%.

A pesar de que el Banco Central se sigue “apegando a un tipo de cambio flotante administrado para el peso”, la moneda local deberá depreciarse más en medio de una inflación elevada. Por esa razón, los panelistas esperan que el dólar mayorista toque los $158 para fin de año. Actualmente, aparece en pantallas a $109,31.

“La aceleración del crawling era algo de esperarse, ya que se deriva del acuerdo con el FMI, en el cual se exige como mínimo el mismo nivel de tipo de cambio real que tenías a finales de 2021. Pero, y aún más importante, la meta de acumulación de reservas será el faro que marque el ritmo de devaluación. Adicionalmente, sí se espera más inflación, lo cual fuerza a seguir ajustando el tipo de cambio para que no se atrase, el escenario base luce con un ritmo de depreciación mucho mayor al del año pasado”, señaló Victoria Urdangarin, economista de LCG.

Para Marull, el tipo de cambio oficial se moverá a un ritmo del 3,5% mensual, finalizando el año aproximadamente diez puntos por debajo que la inflación. Un dólar congelado ya no era sostenible, porque repercute fuertemente sobre el comercio internacional. Los exportadores, que venden al oficial, pierden competitividad. Los importadores, que acceden a un dólar más barato, aceleran las compras y repercute sobre las reservas del BCRA.

“Ahora el FMI te imposibilita que el tipo de cambio oficial se siga atrasando, tendrá que correr como mínimo a la velocidad del resto de los precios de la economía. Pero, ¿mover al 4,7% no acelera aún más los niveles de inflación? No es algo menor, se forma una especie de bola de nieve: la inflación aumenta, ajustas más rápido, repercute sobre los precios… Cuidado con eso, podría complicar la posibilidad de cumplir la meta cambiaria acordada con el organismo multilateral”, advirtió Delgado.

¿Cuánto crecerá la economía?

Este año la economía deberá expandirse a un ritmo más lento, en medio de una base de comparación “más dura” y un menos crecimiento de la demanda interna. Es así que los expertos proyectan que la economía argentina crecerá un 2,6% en 2022, lo que supone un aumento de 0,2 puntos porcentuales respecto a la encuesta previa.

“Los desequilibrios macroeconómicos persistentes y la confianza moderada de consumidores e inversores limitarán el crecimiento. Los riesgos relacionados con la formulación de políticas siguen siendo importantes, aunque una implementación oportuna del acuerdo con el FMI podría respaldar la confianza y, a su vez, la economía”, analizó el informe de Latin Focus.

Según Urdangarin, es importante aclarar que 2021 dejó un arrastre estadístico del 3%. Es decir, si se toma el ritmo que venía funcionando la economía hacia el fin del año pasado, ya de por sí deja un ‘crecimiento’ del 3% cuando se contrasta frente 2021. Sin embargo, no se trata de un crecimiento genuino per se.

“El panorama para este año luce más adverso. En un contexto de alta inflación, que se espera que empeore y erosione los ingresos reales, condicionará el consumo. Este año, sin gasto electoral y con todos los ajustes que se darán en la economía, podemos decir que la demanda estará un poco más deprimida. Después, por el lado de la oferta, la operatividad de la industria quedará supeditada a la disponibilidad de dólares para importaciones. En base a las restricciones que enfrenta la Argentina no auguramos un crecimiento muy significativo para el 2022″, finalizó la economista. (La Nación)

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