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No combaten a la RAM, porque son partícipes del mismo espacio político

Incendio a una oficina de Bosques en la localidad chubutense de El Hoyo -

(Por: Giuliano Ventura para OPI Chubut) – Después del ataque e incendio a una oficina de Bosques en la localidad chubutense de El Hoyo, por parte de delincuentes que se autodenominan Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), han realizado las denuncias a instancias del Ministro de Seguridad de esta provincia, Miguel Castro, quien descartó que exista una hipótesis de conflicto y aseguró que se están investigando tanto le hecho vandálico en si, como los panfletos que se autoadjudican el atentado a las oficinas de la provincia.

El problema del gobierno de Mariano Arcioni es que se ve impedido de llegar a fondo en una investigación sobre los delincuentes pseudo-mapuches de la RAM, porque terminarían encontrando el brazo cómplice del gobierno nacional, al cual el gobernador debe verle la cara por un año y medio más, cada vez que pide socorro para sostener el déficit provincial.

Sin duda la RAM o como se llame ese autodenominado movimiento pseudo-mapuche, constituye una prolongación de las políticas de presión del populismo nacido y ejercido desde el propio kirchnerismo, cuyos funcionarios, encubiertos en la bandera de los derechos humanos y de los pueblos originarios, alientan, promueven y ayudan a estos delincuentes a lograr sus propósitos criminales.

Nadie escapa a la voluntad abierta y expuesta del gobierno de Alberto y Cristina, por ayudar a evadirse al delincuente Jones Huala, a través de los esfuerzos del embajador en Chile Rafael Bielsa que intercedió por su libertad ni pueden negar el involucramiento cuando Luis Pilquimán, funcionario público, vicepresidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) trasladaba a familias a la toma de tierras fiscales desde 2017 en Villa Mascardi, a 35 kilómetros de Bariloche. Y podemos seguir enumerando los actos de complicidad del gobierno central, en beneficio “de estos delincuentes ancestrales”.

Por eso y no por otra cosa, el gobierno de Chubut está imposibilitado de ahondar en las investigaciones por los desastres de los actos criminales en los que incurre esta facción que siembra el terror en la cordillera de Chubut. Solo hay excusas, explicaciones vagas, relato del relato y promesas que no se cumplen.

En Chubut falta la decisión política de barrer con la delincuencias pseudo-mapuche. La RAM es una expresión armada de un grupo de inadaptados que, apoyados por el kirchnerismo más radicalizado, hacen de una zona turística, un infierno.

Pero el gobernador Arcioni no tiene ni poder ni decisión respecto de estos temas. Lo superan sus necesidades financieras, deficitarias y su baja calidad política y de gestión. Eso se ve en las acciones y en los discursos. La RAM, o como se llame a estos movimientos criminales, tiene terreno libre para accionar y el pueblo que paga sus impuestos, deben permanecer encerrados para que no los maten. (Agencia OPI Chubut

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