(Por: Rubén Lasagno) – Hemos intentado actualizar en las últimas horas, algunas cuestiones concernientes a YCRT, sin que hayamos podido encontrar una información oficial de parte de la Intervención ni de los gremios, referidos a cuestiones graves que se han vivido en el yacimiento en estos meses y parecen haber entrado es un “cono de silencio” que aparentemente les resulta una zona de confort, tanto a la empresa como a los propios gremios.
No pudimos obtener información oficial sobre el incidente donde la Caldera Nº 3 de la usina de 21 Mw, estalló, ocasionando una pérdida monetaria para YCRT (y todos los argentinos) de aproximadamente 1 millón de dólares.
La última acción conocida por parte de la empresa, es que de los 14 sumarios iniciales, con afectación a sus haberes, levantó la medidas restrictivas que pesaban sobre ellos, como era la suspensión sin goce de haberes y luego anuló sumarios a 6 de las personas que inicialmente puso bajo investigación.
Sobre la explosión propiamente dicha, los daños ocasionados, los costos del incidente y toda la información técnica respectiva, no se tiene ningún conocimiento. Obvio, no se puede pedir que las autoridades adelanten los nombres de los responsables hasta que los sumarios no estén concluidos, pero convengamos que desde el 13 de marzo 2022 a la fecha, han pasado tres meses y medio, tiempo suficiente como para que desde YCRT se hayan establecidos los peritajes y las responsabilidades.
Luz y Fuerza que aplicó medidas de fuerza respecto del accionar de la Intervención, no ha dado señales de vida sobre los trámites ulteriores al incidente ni ha denunciado demoras o encajonamiento de las investigaciones.
Solo internamente ayer 4 de julio, por Nota interna Nº 025/22 a la intervención le expone que el gremio inicia hoy retención de tareas con marcado de tarjeta por un pedido de 8 puntos en los que piden devolución de adicionales para el agente Roberto Mansilla; devolución del cargo a quienes figuran como transitorios; entrega de herramientas y mamelucos a quien cumplen tareas de mantenimiento; reencuadramiento de trabajadores en el CCT 35/75, etc.
En otro orden la Intervención tampoco se ha manifestado en relación al operario envenenado en un galpón del obrador de la Usina de 240 Mw. A mediados de abril del 2022, René Borquez operario de la empresa RAFA, murió al ingerir hidracina, compuesto altamente tóxico que estaba en un bidón sin rotular, al alcance de la mano de cualquier persona.
Nada más se dijo al respecto. Ni YCRT, ni el sindicato, ni la empresa donde trabajaba Borquez ni los encargados de la Usina de 240 mw, explicaron, informaron o comunicaron las circunstancias en las que se desarrolló este incidente, cómo se han encaminado las investigaciones y mucho menos, los resultados de las mismas.
Y los gremios…?
Los sindicatos en YCRT se han silenciado como la propia Intervención. Si bien no trabajan, han “consensuado” con la Intervención, la participación en las mesas de decisiones y consiguieron la promesa de que la empresa comenzará a invertir en la puesta a punto del yacimiento. Lo extraño es que se hayan acordado a 3 años de gobierno, cuando queda menos de un año para finalizar la gestión de Alberto y Cristina y cuando los tiempos no dan para invertir, actualizar y poner en marcha el yacimiento con una producción que lo haga sustentable.
Todo indicaría que el Interventor ha cedido terreno a los sindicatos, en virtud de la necesidad de tener una empresa medianamente productiva de cara al 2023, cuando se avizora un fracaso estrepitoso del oficialismo en las urnas. “Todos vamos a perder”, fue la advertencia de la intervención, ante los sindicatos, si YCRT no produce antes de las elecciones del año próximo.
ATE, por su parte, ha intentado reunir a su gente en asamblea en el mes de junio y no fue nadie al evento gremial previsto. Por ese motivo, ATE reformuló la invitación para el 1º de julio 2022 pasado.
Tanto la Intervención como los gremios están en silencio, luego de un año con fuertes encontronazos mediáticos y denuncias cruzadas, donde, desde ambos lados confirmaron una a una las denuncias realizadas en nuestras investigaciones sobre la corrupción existente en la empresa, la falta de producción, la inactividad, la inversiones volcadas solo en la usina de 240 Mw y de esas inversiones super millonarias, muchas de ellas en manos de empresario amigos de la Intervención y del poder político.
¿Hubo acuerdo de partes para suavizar la coyuntura y evitar las consecuencias que se avecinan?. El silencio, también se escucha. (Agencia OPI Santa Cruz)
