Un trágico motín ocurrido este martes en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), ubicado en el municipio de Támara, en las afueras de Tegucigalpa, Honduras, dejó como resultado la muerte de al menos 41 mujeres que se encontraban privadas de libertad.
Según informó el periódico local La Prensa, 25 de las reclusas fallecieron calcinadas, mientras que otras 16 fueron acribilladas en medio de un enfrentamiento entre miembros de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, que operan en el interior de la prisión.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ordenó a través de su cuenta de Twitter una intervención enérgica en el penal. “Bueno, acción y reacción, mano dura ahora en la cárcel femenina de Támara. No vamos a tolerar actos vandálicos ni tampoco irregularidades en esta cárcel. Se autoriza intervención inmediata con acompañamiento de bomberos, policía y militares. Se declara emergencia”, expresó la funcionaria.
Mientras se desencadenaban los trágicos sucesos en la cárcel femenina de Támara, se registraron enfrentamientos a tiros en la prisión masculina de Ilama, ubicada a unos 300 kilómetros de distancia de Tegucigalpa.
Los familiares de las reclusas se aglomeraron en las afueras de la prisión en busca de información sobre el estado de sus seres queridos. En el centro penitenciario funciona una sala donde se encuentran 23 niños, hijos de las presas, según informó Evelyn Escoto, comisionada del estatal Centro Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (CONAPREV).
Una mujer identificada como Ligia Rodríguez manifestó en una entrevista televisiva su preocupación por la falta de información sobre su hija, quien se encontraba dentro de la cárcel femenina de Támara.
Delma Ordóñez, presidenta de una asociación de familiares de presos, advirtió que durante la madrugada se produjo un enfrentamiento entre miembros de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha MS-13 en la prisión, donde hay aproximadamente 900 reclusas.
Imágenes difundidas por los medios locales mostraban una columna de humo negro saliendo de un módulo de la prisión desde las primeras horas de la mañana. Bomberos, autoridades, fiscales y forenses se desplazaron al lugar para atender la situación.
De acuerdo con fuentes del centro de salud, otras siete reclusas están siendo atendidas en un hospital.
Es importante destacar que Honduras ha sido escenario de diversos incidentes en sus abarrotadas cárceles a lo largo de los años. Uno de los más trágicos ocurrió en febrero de 2012, cuando un incendio en una prisión dejó un saldo de 360 personas fallecidas. Posteriormente, expertos estadounidenses declararon que el incendio había sido accidental. (Agencia OPI Santa Cruz)
Con información de NA.
