El Día Mundial de la Obesidad nos recuerda la importancia de comprender la obesidad como una enfermedad compleja y multifactorial, que requiere un abordaje colectivo de toda la sociedad. Este artículo destaca la necesidad de desmitificar la percepción de la obesidad como una cuestión de responsabilidad individual, y subraya la importancia de la concienciación, el apoyo integral y el acceso a la atención médica especializada.
La obesidad es una enfermedad crónica y progresiva que surge del desequilibrio energético entre la ingesta calórica y el gasto energético diario. Afecta aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la vida de quienes la padecen, y es un factor de riesgo para diversas enfermedades no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes tipo 2.
En nuestro país, la obesidad afecta a 1 de cada 4 personas y es el tercer país con la mayor tasa de incidencia en la región. La Organización Mundial de la Salud reporta que la obesidad casi se triplicó en los últimos cincuenta años en todo el mundo, debido a cambios en el estilo de vida.
Es fundamental entender que la obesidad no es simplemente una cuestión de falta de voluntad o estética individual, sino una enfermedad compleja que requiere un enfoque colectivo de toda la sociedad. La Dra. Virginia Busnelli, Médica Especialista en Nutrición con Orientación en Obesidad, destaca la importancia de informar a la población sobre la naturaleza de la obesidad y la necesidad de un abordaje respetuoso por parte de los profesionales de la salud.
El entorno de una persona con obesidad juega un papel crucial en su experiencia con la enfermedad. Factores como la alimentación, la situación económica, el entorno habitacional y los hábitos de vida pueden contribuir al desequilibrio energético. Por lo tanto, es necesario un enfoque conjunto con la participación de múltiples actores para abordar este problema de salud.
La Dra. Paola Harwicz, Médica Especialista en Cardiología y Nutrición, enfatiza la importancia del apoyo del entorno, especialmente en el caso de los niños con obesidad. Destaca la necesidad de trabajar en equipo con la familia para facilitar la adopción de hábitos saludables.
El abordaje de la obesidad debe ser personalizado e integral, teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada persona y bajo la supervisión de un profesional de la salud. La clave está en desarrollar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada y actividad física adecuada. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
