(Editorial) – El nombramiento por parte del Papa Francisco del obispo Jorge Ignacio García Cuerva como Arzobispo de CABA, reflotó los antecedentes partidarios que tiene el favorito de Bergoglio en su derrotero por la iglesia, donde se lo ha mencionado como “cura villero”, rodeándolo de un halo de humildad y sacrificio, al amigo de Massa y Galmarini quien detrás de la sotana esconde la camiseta partidaria del peronismo a tal punto que ha transformado una homilía en una arenga militante y la iglesia en una Unidad Básica.
De acuerdo a la definición de “Homilía” se trata de un discurso o sermón sencillo que pronuncia en público un sacerdote y que contiene explicaciones o instrucciones sobre ciertas materias religiosas, a menudo relacionadas con la sociedad o la actualidad.
Si miramos y escuchamos el video donde García Cuerva hace toda una alabanza al peronismo y ensalza al partido del general como la única salida que tienen los argentinos para ir hacia un país grande, solidario e igualitario, nos damos cuenta que no es una homilía, es un acto de adoctrinamiento que utiliza a la religión como medio para lograr un fin político y la iglesia un espacio para difundirlo.
Es en este contexto en el que se entiende la llegada de García Cuerva como Obispo de Río Gallegos en reemplazo del salesiano Juan Carlos Romanín quien estuvo en la diócesis santacruceña entre 2005 y 2012, oportunidad en la que fue sacado del cargo, por ser el único Obispo que se enfrentó con el poder político y en el 2006, 2007 y 2010 estuvo al frente de las marchas multisectoriales en plena lucha docente y de empleados estatales en esta provincia, haciendo visible cada vez que pudo las injusticias, las crisis, la pobreza y de gran actuación pública cuando el funcionario Daniel Varizat, pasó por encima con su camioneta a 24 personas en pleno centro de la ciudad, al amparo del gobierno provincial, la justicia y la policía.
Argumentando “razones de salud” Romanín fue obligado a renunciar con 59 años, cuando normalmente los Obispos y Arzobispos lo hacen cumplidos los 75 años, donde pasan a ser eméritos.
El 18 de abril de 2012, Monseñor Miguel Ángel D’Annibale fue nombrado administrador apostólico de Río Gallegos en lugar de Romanín y el 21 de febrero de 2013, Benedicto XVI lo nombro obispo diocesano. El 3 de enero de 2019, el Papa Francisco nombró obispo de Río Gallegos a Jorge Ignacio García Cuerva, el mismo que en estos días Bergoglio ungió como Arzobispo de Buenos Aires.
El factor político
La lectura que se hace de este enroque es literalmente política. Se considera que Cuerva, debido a su perfil protoperonista, será la voz disidente de la Iglesia en caso de que este año el peronismo/kirchnerismo pierda las elecciones y allí si, desde el púlpito, Cuerva se despachará con fuertes críticas hacia quien ocupe el sillón de Rivadavia, siempre que no sea un “compañero”, como los actuales de quienes hace un ensordecedor silencio.
A diferencia de lo que hizo en Río Gallegos en el tiempo que estuvo, donde se cuidó de no ser crítico de las barbaridades que ha hecho el gobierno nacional con la economía, la pobreza, la narcocriminalidad y la delincuencia y mucho menos elevó una mínima crítica hacia la gobernadora Alicia Kirchner por mantener a los empleados del Estado por debajo de la línea de pobreza, cortar comunicación con los docentes e imponer el autoritarismo por sobre el diálogo y las negociaciones con los sectores gremiales no afines al gobierno, como la ADOSAC, siendo la gobernadora, quien ha destruido la Educación en Santa Cruz.
A diferencia de Romanín, que en cada discurso hacia un llamado a la comprensión, el diálogo y la justicia, criticando la intransigencia del gobierno de aquellos días a cargo de Daniel Peralta, García Cuerva no pasó de mantener alguna reunión protocolar con algún sector o mencionar veladamente a la situación económica del país, pero nunca existió un verdadero compromiso social, como correspondería a un religioso en el marco de la actual situación de pobreza, inflación e inseguridad por la que atraviesa el país y especialmente Santa Cruz.
A la vista del encuadre que tiene la historia reciente, está de más decir que Juan Carlos Romanín fue “jubilado” del obispado Río Gallegos, por ser una piedra en el zapato del poder político y la llegada de García Cuerva vino a remediar y tranquilizar el discurso de la Iglesia en esta ciudad capital.
Ahora, como Arzobispo, Bergoglio lo pone como espada peronista para enarbolar el discurso de los pobres y los humildes contra “el neoliberalismo” sin que en estos cuatro años Cuerva se enterara que existen y se multiplicaron por 3 desde la época del macrismo. (Agencia OPI Santa Cruz)
Lo sospeche desde un principio,estaba esperando este importante i esclarecedor informe. Digno de compartir en redes,
PERFECTAMENTE DECRIPTO ESTE MERSA
No estoy de acuerdo con esta nota.-
PORQUE DICE LA VERDAD CDT….
Personajes militantes, como este cura y el mismo papa, hacen que la gente que posee juicio crítico se aleje cada vez más de la Iglesia.
“Lo que parece una desgracia puede ser una suerte a la larga”.
¡Gracias kukas por promover el laicismo!
Bergoglio lo hizo. Que cura impresentable ! Coincido con el comentario de Juan, se van a quedar sin clientes poco a poco. Aunque estoy seguro que poco le importa al Pancho…
Pensemos un poco.
No cualquiera decide irse a vivir a una villa de emergencia, donde se convive con las necesidades más extremas de aquellos seres que la sociedad muchas veces rechaza, lugar donde el alimento nunca alcanza, y donde el frío y el calor agota a la familia hasta el cansancio sin que los políticos y otros se inmuten.
Debemos reconocer que el sacerdote hoy Arzobispo, no tuvo miedo de abandonar su lugar de confort y jugarse por las ovejas a su cuidado, por lo que nos hace recordar con esa decisión las palabras del mismo Cristo.” Lo que hiciste a uno de estos pequeños, a Mí me lo hiciste”, motivo por el cual, no quedará sin recompensa, o cuando le dijo a Pedro “Apacienta mis ovejas” .
Antes de criticarlo cabe preguntase ¿Hay alguno que usted conozca, que quiera seguir el camino de este sacerdote y convertirse en un “cura villero”? para ayudar a sus hermanos.
Hoy la recompensa por el sacrificio a favor de sus semejantes es convertirse en Arzobispo de C.A.B.A.