En el marco de la interna del Frente de Todos, dos destacados actores políticos han iniciado su camino hacia las elecciones. Eduardo “Wado” de Pedro, respaldado recientemente por Cristina Kirchner como representante de una “nueva generación de líderes”, ha acelerado su instalación y se ha sumergido en un frenesí de reuniones con diversos actores políticos, sociales y sindicales para buscar apoyo.
Por otro lado, Daniel Scioli, un candidato incómodo y no deseado por el kirchnerismo, ha comenzado a armar listas en varios distritos del país, incluyendo la provincia de Buenos Aires con Victoria Tolosa Paz como candidata a la gobernación. Cuenta con la colaboración de otros políticos del albertismo residual como el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
Aunque el ministro de Economía, Sergio Massa, aún no puede descartarse, en varias ocasiones ha condicionado su participación electoral a la ausencia de competencia en las primarias abiertas, un escenario casi imposible debido al desafío planteado por Scioli.
El próximo sábado, el Frente Renovador llevará a cabo un congreso partidario donde las bases impulsarán una candidatura presidencial de su líder.
El otro precandidato es Agustín Rossi, quien anunció su postulación la semana pasada, y Juan Grabois, quien ha expresado que retiraría su candidatura en caso de que se confirme la postulación de Wado de Pedro.
El gran desafío para De Pedro, identificado como un “camporista de línea moderada”, es superar el desconocimiento que tiene a nivel nacional. Su mejor opción es centrar su campaña en el respaldo de Cristina Kirchner. Hábil en la política y pragmático en su construcción política, ha generado receptividad tanto entre los militantes kirchneristas como en los sectores gremiales y cuenta con el apoyo de gobernadores debido a su desempeño como ministro del Interior, así como con influencia en los círculos políticos de élite.
Aunque De Pedro no logra destacarse claramente del resto de los candidatos del Frente de Todos, su vinculación con Cristina Kirchner marca la diferencia cuando es mencionado como su candidato en las encuestas.
En su carrera presidencial, De Pedro cuenta con el respaldo de Máximo Kirchner y Axel Kicillof, quienes se encuentran distanciados desde que el gabinete del gobernador fue intervenido tras las elecciones de 2021, aunque por motivos diferentes.
Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, inicialmente intentó impulsar la candidatura presidencial de Kicillof, pero considera que después de las experiencias fallidas con Scioli en 2015 y Alberto Fernández en 2019, es momento de defender la identidad y la fuerza del kirchnerismo con un candidato propio. El respaldo de Kicillof a De Pedro se interpreta como un mecanismo de autodefensa para evitar presiones y cercos por parte de La Cámpora y otros sectores del kirchnerismo duro.
Axel Kicillof
Kicillof sabe que él es quien retiene mayoritariamente el voto de Cristina Kirchner en todo el país, pero considera que la batalla nacional es difícil para cualquier candidato del Frente de Todos, mientras que la provincia de Buenos Aires ofrece mejores perspectivas para su reelección. Si Juntos por el Cambio ganara las elecciones presidenciales y él lograra el triunfo en la provincia, se convertiría automáticamente en el principal referente opositor con un cargo efectivo y con posibilidades de aspirar a la presidencia en 2027.
Para evitar cualquier intento de apartarlo de la candidatura presidencial, Kicillof ha dejado de lado la idea de desdoblar las elecciones provinciales y nacionales.
Máximo Kirchner considera a Kicillof un activo del kirchnerismo y está dispuesto a utilizarlo como instrumento de disciplinamiento contra aquellos que desafíen al Frente de Todos en las primarias.
El presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, ha dejado trascender que el piso para ingresar en las listas definitivas del Frente de Todos será del 40%. Además, ha advertido a los intendentes que no podrán adherirse a la boleta de Scioli si desean acompañar a Kicillof en su postulación.
Estas condiciones planteadas por el hijo de la vicepresidenta tienen como objetivo complicar la ingeniería electoral de cualquier adversario interno, incluso superando resistencias, para lograr que el Frente de Todos compita en las primarias con una única fórmula. (Agencia OPI Santa Cruz)
Con información de NA.
