La actividad económica registró en julio una caída del 1,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, pero un crecimiento del 1,7% respecto a junio, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). A pesar de esta leve recuperación mensual, los datos acumulados del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) muestran una baja del 3,1% en lo que va del año.
De acuerdo con el proyecto de Ley de Presupuesto enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo en septiembre, se espera que la economía cierre el 2024 con una caída del 3,8%. Sin embargo, para el próximo año, el Gobierno proyecta un repunte del 5%. Estas previsiones reflejan el complejo panorama económico del país, marcado por la alta volatilidad y los desafíos estructurales.
Uno de los sectores que impulsó el crecimiento mensual en julio fue el agropecuario, que experimentó un notable incremento del 23,6%. Este aumento se debe a la baja base de comparación tras la sequía que afectó al sector el año pasado. Otros sectores que mostraron crecimiento fueron la explotación de minas y canteras, con un alza del 5,7%, impulsada por la extracción de litio, gas y petróleo; y el suministro de energía eléctrica, gas y agua, que aumentó un 3,6%.
No obstante, algunos sectores importantes mostraron caídas significativas. La industria registró una contracción del 5,6%, mientras que la construcción sufrió una fuerte baja del 14,8%. El comercio mayorista y minorista también mostró una merma del 5,3%, y el sector de hoteles y gastronomía cayó un 4,5%, lo que refleja el impacto continuo de la desaceleración económica en áreas clave.
El ministro de Economía, Luis Caputo, se mostró optimista pese a las cifras adversas, señalando que “puede haber volatilidad, pero no habrá crisis. Ese riesgo está eliminado”. Durante un discurso en el 140° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario, Caputo afirmó que “cuando explicás, la gente entiende, y cuando entiende, la gente apoya”, aludiendo a los esfuerzos del Gobierno por comunicar su programa económico.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó un pronóstico más pesimista para la economía argentina. Según su reporte más reciente, la actividad económica caerá un 4% en 2024, una previsión más negativa que la presentada en mayo, cuando se estimaba una baja del 3,3%. La OCDE también ajustó a la baja su proyección de inflación, estimando que alcanzará un 147,5% anual, una cifra inferior al 208,1% pronosticado previamente. (Agencia OPI Santa Cruz)