El riesgo país cayó a 1.044 puntos, acercándose a la marca psicológica de las 1.000 unidades, lo que podría mejorar las posibilidades del país para volver a los mercados internacionales en busca de financiamiento. Este descenso representa un cambio significativo para la economía argentina, que hace tan solo unas semanas enfrentaba niveles cercanos a los 1.500 puntos. El índice, elaborado por JP Morgan, ha mostrado una disminución constante impulsada por el incremento en la cotización de los bonos de deuda soberana.
El riesgo país, un indicador clave para medir la confianza de los inversores en la economía de una nación y el costo del endeudamiento, registró una caída del 5,8%, alcanzando su nivel más bajo desde 2019. Esta tendencia ha sido respaldada por el rendimiento positivo de la renta fija soberana en dólares, que ha mostrado un repunte de hasta casi un 16% durante el mes de octubre.
Los bonos soberanos argentinos continúan con su rally alcista, con subas significativas en las últimas jornadas. Entre los títulos más destacados, el Global 2035 lideró el alza con un aumento del 2%, seguido de cerca por el Bonar 2030 que subió un 1,9% y el Bonar 2029 con un incremento del 1,7%. Estos movimientos reflejan una creciente demanda de los inversores y una mayor confianza en la estabilidad económica del país a corto y mediano plazo.
El descenso del riesgo país es un factor crucial para la economía argentina, ya que una reducción sostenida podría abrir las puertas a nuevas oportunidades de financiamiento en el mercado internacional. Según los especialistas, si el indicador logra descender hasta la zona de los 700 puntos, Argentina podría acceder a créditos con tasas de interés más competitivas y razonables, lo que aliviaría la presión sobre sus necesidades de financiamiento. (Agencia OPI Santa Cruz)