(Por: Rubén Lasagno) – “Ningún radical conceptualmente adherido a los principios de la UCR como partido centenario que estuvo involucrado en toda la historia política y social del país y la provincia, va a volver a votar a un integrante de este radicalismo en Santa Cruz, sencillamente porque ya no existen, no están, se convirtieron y eso que apoyan no tiene nada que ver con nosotros. Vidal es un kirchnerismo de segunda generación”. Las palabras las recogimos ayer de boca de un militante del Radicalismo provincial, tras conocerse la decisión de la “Convención extraordinaria” convocada en San Julián territorio del intendente Daniel Gardonio, hombre que desde un primer momento en el año 2022 adhirió al SER de Claudio Vidal, a instancias del Vicegobernador Fabián Leguizamón, quien había renunciado a su afiliación, pero ahora encabeza esta suerte de “fusión política” total y completa de la UCR en Santa Cruz, con el partido gobernante, lo que implica lisa y llanamente convertir al radicalismo provincial en un sello de goma, servil al gobierno provincial, inscripto dentro de un espacio sui géneris cuyo establishment contiene mayoría K en el Ejecutivo provincial, que viene intentando la cooptación total de la UCR desde el año 2023 y finalmente, lo ha logrado.
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La pantomima “del debate”
La comunicación de la UCR Santa Cruz habla de “la creación de un órgano especial encargado de definir la forma en que se instrumentará esta vinculación con el frente “Por Santa Cruz” y ese “órgano” está a cargo por Marcela Padrón, Juan Raúl Martínez y el presidente de la UCR Daniel Roquel. Es decir, todos en absoluto acuerdo y solo haciendo la mímica para que parezca que son “democráticos” y se apegan a la decisión de las mayorías, cuando en realidad se trata de una missense para la gilada a quien pretenden embaucar que es necesario aliarse con un protoK, como Vidal, para “luchar contra el kirchnerismo”, cuando en realidad es para asociarse a gran parte del mismo.
Lo más difícil de todos los radicales embarcados en esta aventura de lost match en Santa Cruz va a ser cómo explicarán las acciones lamentables de cooptación de la Justicia, el Tribunal de Cuentas, la Legislatura, por parte de Vidal, generando un contramensaje absurdo destruyendo lo mismo que ellos dijeron cuando se hacían los opositores. O cómo van a deglutir un tema tan paradigmático de la corrupción política como es el caso de Fernando Españón, a quien protege el Ejecutivo y la Cámara de Diputados, para que no lo investiguen en tres casos de abuso sexual y de corrupción institucional.
A menos, claro que salgan a decir lo que comunicó Encuentro Ciudadano cuando estalló el escándalo, tratando de despegarse de este bochorno, aludiendo que “ellos no tienen representación en la legislatura”, simulando a la “demencia temporal” que parece haber afectado a la dirigente Gabriela Mestelán.
Ahora viene el segundo paso de la comedia: “las elecciones internas del radicalismo el 13 de junio”, donde “los radicales elegirán al candidato a diputado nacional” que irá por dentro del SER, en el espacio “mata oposición” llamado “Por Santa Cruz” que se deglutió al Encuentro Ciudadano, el PRO y ahora, a todo el Radicalismo provincial.
La única “disidente” Radical (hasta ahora) parece ser la concejal de Río Gallegos Andrea D´Amico, pero claro, ella está asociada a Pablo Grasso, lo cual es más o menos lo mismo, solo que eligió ser K de origen.
La otra actora “silenciosa” fue la actual diputada nacional (UCR) Roxana Reyes, quien estuvo en la reunión con muy bajo perfil, no habló porque no es convencional, pero está agazapada a ver si puede ligar un lugar en alguna lista. Si esto no ocurre, seguramente saldrá “con los tapones de punta” y hablará pestes de este vergonzoso acto del cual fue parte, criticará la sumisión del radicalismo e intentará liderar un espacio paralelo. Eso ya no funciona, todos sabemos quiénes son y OPI se encargará de contarlo cada vez que ello ocurra.
En un medio de la ciudad, Daniel Roquel (Presidente de la UCR) reconoció que el radicalismo provincial “se rompió” (¿?) y que el verticalismo de Eduardo Costa fue malo y ahora han logrado la “horizontalidad y el debate”.
Yo agregaría que lo han hecho “tan horizontal”, que lograron la desaparición de la UCR en Santa Cruz.
Todo por un carguito
La UCR Santa Cruz ha sido reducida a un pisapapeles en el escritorio de Claudio Vidal.
Fabián Leguizamón, junto con Gardonio, Martínez, Treppo, Carina Bosso, Piero Boffi, Roquel, Nadia Ricci y Marcela Padrón, hicieron que el radicalismo provincial pase por “un portal ideológico” y se transforme en un socio de culto del SER kirchnerista, un partido que tiene en su gestión el 90% de aquel kirchnerismo que Reyes, Roquel, Costa y otros más decían combatir y rechazar por corrupto y demagógico.
¿Ahora qué dirán?. Seguro alguien como Daniel Roquel, quien tiene la gran responsabilidad de representar al partido, esgrimirá excusas de todo tipo, especialmente tratando de ampararse tras “la pluralidad de voces”, cuando en realidad se trata de una transa política para entregar el partido, lo cual implica un tácito reconocimiento de la desaparición total de la UCR en Santa Cruz, hasta que alguien (que no sea ninguno de los que estuvo en la Convención de San Julián) vuelva a reconstruir al Radicalismo provincial como oposición, ya que sin duda, aún queda buena gente que lo puede llevar adelante.
Dicen desde el humor que el peor día de la vida de un murciélago (quien duerme colgado) fue cuando tuvo diarrea. Al Radicalismo, le acaba de pasar lo mismo. (Agencia OPI Santa Cruz)
Fuera peronchos-camporistas-ladris del la UCR. Que pasa radicales que no recuperan el partido,cobardes
Radicales cagones, lo único que saben hacer es ir detrás de un cargo.
Dan tristeza lo arrastrados que resultan los Radicales. Son buenos para nada y “buscas” ( cargos en el Estado)
Son Un bochorno
El radicalismo en Santa Cruz no ha demostrado nada diferente al peronismo. La gente que quiere un cambio para la Argentina va a votar ideas nuevas, no lo mismo de siempre que solo condujo a pobreza.