¿Puede el electorado votar por Pablo Grasso, quien cree que la plata que la justicia le reclama a Lázaro Báez, está en obras en Santa Cruz?

- Publicidad -

(Por: Rubén Lasagno) – No se trata de un acto fallido o un desliz declarativo del intendente de Río Gallegos Pablo Grasso. Se trata de convicciones personales volcadas en declaraciones públicas del jefe comunal y candidato (posiblemente) a Gobernador por el FPV en el 2027, hechas  el fin de semana en Canal 2 Videocable de Caleta Olivia y replicada por el sitio Al Sur Noticias.

Te puede interesar: Pablo Grasso el gran cartelizador que sobrevive a las denuncias, a la justicia y la política de encubrimiento político y judicial en Santa Cruz

Pablo Grasso dijo sin ruborizarse y sin tener un mínimo de decoro y honestidad intelectual que “En Río Gallegos no hubo corrupción. Lo que hubo fueron obras concretas que transformaron la realidad de los vecinos”.

- Publicidad -

“Defendió” la obra pública realizada durante el kirchnerismo por el testaferro de Néstor y Cristina, Lázaro Báez y negó que en la capital santacruceña esos proyectos estuvieran vinculados a hechos de corrupción.

Grasso remarcó que las inversiones ejecutadas durante ese período dejaron una huella tangible: “Mucho se habla de corrupción, pero cuando uno recorre los barrios ve las calles pavimentadas, el alumbrado, las viviendas y las escuelas que se hicieron. Eso es lo que quedó para la gente de Río Gallegos.

Cuando le preguntaron específicamente por Báez se limitó a decir “está en cana” y al ser consultado del dinero que se pagó y nadie sabe dónde fue, dijo “lo vemos en la obra pública que hay en toda Santa Cruz. Podemos discutir de política, pero la realidad es que los vecinos siguen utilizando esas obras todos los días. No hubo corrupción en Río Gallegos: hubo trabajo y desarrollo para nuestra comunidad”.

Conocer sus ideas para conocer sus intenciones

Pablo Grasso con gran naturalidad, porque la corrupción sin duda está en su ADN, hace del “roban pero hacenun estilo de vida y de gestión. El antiguo dicho de que entre bomberos no se pisan la manguera, es, posiblemente, la figura retórica más significativa que podemos componer sobre este inhábil declarante, quien cree que la gente es intrínsecamente estúpida y por tal motivo habla con total impunidad sobre los cientos de millones de dólares que sus patrones políticos, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, robaron en Santa Cruz a través de su “palo blanco” Lázaro Báez a quien algunos genuflexos llaman “empresario”, palabra que nosotros hemos erradicado cada vez que nos referimos a él, porque nunca lo fue, nunca arriesgó capital ni trabajo, fue un oportunista y testaferro del poder que Pablo Grasso defiende.

Las declaraciones públicas del intendente de esta capital son muy buenas para, como decían los hombres de campo en la antigüedad “saber con qué bueyes aramos”. Nos permiten analizar al personaje, sus ideas, sus tendencias y básicamente meternos en su conciencia cívica para determinar cuáles son sus valores éticos y morales. Como vemos, Grasso carece de todo eso y como funcionario, los concejales, el Tribunal de Cuentas y las autoridades de control, deberían exigirle rendición de cuentas de sus dos gestiones, porque bajo este pensamiento maniqueo del intendente, es casi seguro que para hacer obras en la ciudad, esté metiendo la mano en la lata sin culpas ni limitaciones, porque según su concepción del manejo de fondos públicos, no importa si se roba al Estado mientras “deje algo en obras”.

Ruta Nacional Nº40 en Santa Cruz una de las obras que no finalizó Austral Construcciones - Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz
Ruta Nacional Nº40 en Santa Cruz una de las obras que no finalizó Austral Construcciones – Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Pablo Grasso es el típico kirchnerista matrizado en el pensamiento de Néstor y Cristina, quienes desde que llegaron al poder lo hicieron con la idea de robar, enriquecerse y defaultear al estado nacional, provincial y municipal, en beneficio propio y de sus cómplices y Báez, lejos de ser un empresario, fue un ladrón de fondos públicos que ampararon desde el máximo poder nacional, los organizadores, planificadores y ejecutores del plan de saqueo más grande que vivió la Argentina (no es el único) el cual ha sido tan grande y burdo, que hasta la justicia (lenta y proclive al silencio) encontró parte del capital robado.

Excluirlo de voto, es un principio de solución

Lo dicho por Pablo Grasso es de una gravedad inusitada; no solo por expresar un pensamiento militante, que finalmente es libre de hacerlo, aún autoinculpándose, sino porque él es funcionario público y si creemos en sus convicciones, debemos colegir que en su administración municipal aplica la misma receta prosaica que debate en público, ante los medios y la sociedad, de que robar está bien, siempre que se deje un poquito en obras y servicios… (¿?).

No sabemos a ciencia cierta si Pablo Grasso tuvo un lapsus mental, si la militancia los cegó, si cree realmente que con insultar a Milei, quien es una máquina de hacer macanas y redoblar la apuesta pública de creer que el kirchenrismo “fue mejor” tomó carrera para estrellarse mejor ante la opinión pública diciendo esta sarta de sandeces, pero hay algo que desde este medio vamos a confirmar: siempre recordaremos esta posición clara, concreta y política del señor Pablo Grasso ante la corrupción. Y previo a una elección y durante cualquier campaña que inicie, se lo recordaremos a la opinión pública provincial para que le ayude a recordar, mediante el retiro del voto, que equivocarse no es gratis.

Este personaje que hace bailecitos y filma tik tok en las oficinas del municipio, mientras Río Gallegos es virtualmente una chacra asfaltada, sin calles, con asfalto roto, poceado, sin drenajes que permiten inundaciones con 10 milímetros de lluvia, desconoce que Báez y su banda o Báez como parte de la banda de su alter ego, de quien pide la libertad porque es su santa patrona  y fue por muchos años, jefa de una gran asociación ilícita, nos dice en la cara que un PBI afanado por todos estos delincuentes que llevaban los dólares en bolsos a calle Juncal en Recoleta, fue pura ficción y que en Santa Cruz, todo lo que robaron, está en obras.

Grasso no dio ejemplos, solo tiró al vuelo, pero la única “gran obra” que hizo Austral Construcciones en esta capital fue la autovía, la cual el Estado nacional la pagó 3 veces o más su valor, es una traza horrible que se ha llevado decenas de vida, nunca la terminó y Grasso no la mantiene (luce despintada, sin carriles demarcados, con pozos, ondulaciones, etc). Eso si, al intendente se le ocurrió reformularla, obviamente sin decir cómo ni cuánto costará y de dónde sacará los fondos. Antes sus declaraciones, es casi una obviedad pensar que la falta de claridad y transparencia, es parte de los principios que tiene Pablo Grasso para manejar el dinero de los contribuyentes.

¿Pablo Grasso habrá quemado el cajón de Herminio? ¿O le empezó a hacer la campaña a Claudio Vidal?. Con estas ideas manifestadas así ante un medio, sin medir las consecuencias políticas que puede tener en el futuro inmediato, cualquier peronista/kirchnerista con algún tipo de plan político y aspiraciones a ser electo, debería alejarse casi inmediatamente de un tipo que se ufana de ser corrupto y hacer algo en ese camino, porque su concepción de moral baja y casi inexistente es creer que se puede robar todo lo que uno desee, siempre que alguien pueda usufructuar “obras y servicios”, que claramente nunca existieron. (Agencia OPI Santa Cruz)

- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Más Noticias

Notas Relacionadas

- Publicidad -