Lázaro Báez atacó las formas pero no el fondo de la denuncia de Alconada Mon

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17/12 – 18:00 – El empresario kirchnerista hizo una presentación ante el Juzgado Federal de Río Gallegos, sin embargo, de la lectura del texto publicado por Clarín, se observa que los abogados se enfocan en cuestiones de forma y hasta promueven como ilícitos actos que son inherente a la función del investigador periodístico. Si el criterio de quien hizo esta presentación, prosperara, el trabajo del periodismo de investigación sería imposible. No hay sustancia en la denuncia, solo se observa un interés efectista más que efectivo; como aquella pretendida “conferencia” que dio en El Patagonia, cuando el escándalo de Fariñas, tomó estado público. Una vez más (y ante los hechos evidentes) toma hoy más que nunca, actualidad nuestro video titulado “Sociedad Anónima”

Es importante analizar el texto de la presentación que según Clarín, hizo Lázaro Báez en el juzgado Federal de Río Gallegos, para entender que en realidad, es un contraataque con más intenciones efectistas y que, realmente, no constituye una respuesta contundente al planteo que hace el periodista Alconada Mon en sus dos notas sobre la forma en que las empresas del Grupo Báez, han venido estos años favoreciendo los negocios de Néstor Kirchner, construyendo un círculo ficticio de facturación que retroalimenta el circuito interno y tiene como propósito derivar los fondos en forma lícita, desde esas empresas, a los hoteles de la familia Kirchner.

La denuncia es muy grave y por su entidad y teniendo en cuenta que La Nación posee en su poder la documentación probatoria y mantuvo acceso a la información fiscal y respaldatoria de las cifras que informa, se diría que hay elementos suficientes como para reabrir en cualquier momento, la causa que cerraron desde la Justicia K, por enriquecimiento ilícito del ex presidente ya fallecido e involucrar a su esposa.

Ante esto, Báez reaccionó inadecuadamente una vez más. Recordemos lo mal que le fue cuando llamó a “conferencia de prensa”, la cual luego resultó ser un monólogo, para explicar que había sido víctima de una jugada mediática, luego que en PPT saltara el escándalo de Fariñas y Elaskar. Aquella aparición estuvo muy mal aconsejada desde su entorno y tampoco tuvieron piedad de él, cuando le sugirieron abrir las puertas de su chacra para mostrar evidencias que ya habían sido puestas de manifiesto por las fotografías de uno de sus empleados.

En esta oportunidad, una vez más la orientación y los fundamentos del escrito fallan en lo sustancial, pues atacan las formas, si se quiere, pero no el fondo de la cuestión.

Síndorme de la mujer infiel

Para que el lector tenga un ejemplo lejano (pero válido), esta situación se compara a la de una mujer (esposa) infiel, de quien su marido sospecha que le es infiel y contrata un detective privado para seguirla y corroborar o desechar la sospecha. Una vez que el acto está comprobado, fotografías mediante, un listado con horarios, desplazamientos, encuentros de la mujer con su amante, datos del amante, lugar de las citas, frecuencias, etc. Con ese informe en la mano, el hombre enfrenta a su mujer y se produce la ruptura.

En el ejemplo que damos, la mujer invierte (con total intencionalidad) la carga de la prueba y en vez de responderle a su marido por la infidelidad que cometió, le reprocha que la haya mandado a seguir, que se haya metido en la vida privada de ella y también de “la otra persona” (así lo menciona); es decir, su amante.

¿Qué queremos decir con esto?, que la mujer intenta sacar del eje del conflicto su infidelidad, porque es algo que no puede rebatir ni explicar sin asumirse como infiel, y ese es el fondo del problema; por eso, se queda solo en las formas. Sin esa acción de infiel, todo lo demás no se hubiera generado. Ahora bien, la mujer piensa que una un buen ataque es la mejor defensa y pretende buscar en el otro la culpa por los métodos que usó, como si la elección de los métodos minimizara su culpa. Y claro está que no es así; el recurso hace agua ante el valor probatorio que tiene la investigación del detective, siempre que para lograrlo no haya cometido un ilícito (robo a mano armada, allanamiento ilegal de domicilio, hurto, presión o amenaza). La obtención de datos por medios lícitos, están dentro de las prerrogativas de reunión de datos que tiene un investigador y es parte de su trabajo. Si acaso el marido dejara agotar los argumentos de la mujer y le reconociera a ella que, efectivamente, la mandó a seguir, a fotografiar y a controlar, el hecho en sí mismo no cambiaría y agotados los argumentos de la esposa, por reconocimiento propio del marido, quedaría expuesto el núcleo del problema: la infidelidad en la que incurrió la mujer.

“Veamos cómo y no porqué”

En el caso que nos ocupa, Báez parece atacar el problema de la misma forma que lo hace una mujer infiel, porque repara en las formas, pero reconoce expresamente que la información base que presenta Hugo Alconada, es veraz, porque en ningún momento la rebate. En todo el texto que publicó La Nación, Báez no se opone a los dichos de Alconada Mon por incorrectos, inexactos, inventados o mendaces.

Dice la presentación, en uno de sus párrafos “según lo reconoce el propio autor de las notas que motivan esta presentación, éste se intrusó en el ámbito de privacidad que tutela la Constitución Nacional (art. 18) y lo hizo por medios cuya licitud también se deberá esclarecer”.

En principio cabe analizar que es ser un “intruso” en el ámbito de la privacidad, porque evidentemente no hay forma de llevar adelante una investigación, si no se accede a documentos que tal vez no tiene posibilidad de salir a la luz pública o no se bucea en aspectos comerciales y/o empresariales del sujeto de investigación. ¿Cómo se podría haber llevado adelante el Watergate si los periodistas Bernstein y Woodward hubieran delatado a Garganta Profunda, su principal confidente y comunicador de la conspiración?.

El problema no es que se “intrusó” (SIC del escrito) el periodista, sino de qué manera lo hizo. Si para acceder a la información debió abrir una caja fuerte de Austral Construcciones o de alguna de las otras empresas, si amenazó o coimeó a un funcionario público o si entró subrepticiamente en el escritorio de alguien, forzó la cerradura extrajo los papeles, los fotografió y los divulgó, es una cosa; si solo los solicitó y una de sus fuentes se los mostró o los pidió en la AFIP o los obtuvo de una causa o se los cedieron de un expediente, se los alcanzó un empleado de alguna de las empresas o los obtuvo de los registros tributarios, es absolutamente legal y está amparado por el derecho de reserva de las fuentes, que cualquier periodista tiene para resguardar su trabajo.

Al indicar que Alconada violó el Artículo 18 de la Constitución Nacional, creo entender que se refiere a la parte donde dice: El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación.

Quien haya interpretado que el periodista pudo haber violado domicilios y correspondencia o papeles privados está en un serio problema de interpretación de textos y más aún del alcance abarcativo que tiene la norma fundamental.

En otro párrafo expresa: “Además, no conforme con ello, sometió esos papeles privados al conocimiento de supuestos expertos que no identifica, pero cuya opinión pretende hacer pasar como una suerte de dictamen inapelable, todo ello para continuar con el hostigamiento mediático al que diariamente me somete su empleador”, manifestó.

Llamativamente (observe el lector) Lázaro Báez no cuestiona la veracidad de los documentos relevados por Alconada (es más, reconoce que ellos existen), sino el mecanismo para llegar a ellos. Luego cuestiona que a “esos papeles” los haya sometido a la revisión de “expertos” y le reprocha que no los identifique.

Quienes elaboran este tipo de “contradenuncias” deberían tener más cuidado de exponer a Báez a una respuesta como la que seguramente recibirán de cualquier juez que no sea aquellos cooptados por el krichnerismo, que solo ven la mitad del vaso vacío. Porque Alconada, como cualquier periodista, están en todo su derecho de reservarse para él y hasta que estime conveniente, resguardar el nombre de quienes le prestan colaboración y apoyo para analizar un documento, una escena del crimen, una causa judicial o el estado contable de una empresa.

Cualquier juez, en cambio, verá como positivo, que antes de publicarlo, Alconada haya hecho más de una consulta para minimizar el error de la información a su cargo y, además, evitar hacer juicios erróneos o sacar conclusiones equivocadas, a partir de interpretaciones defectuosas de esos documentos, solo por el desconocimiento técnico que pueda tener respecto del tema que se trata.

La aseveración que hace el abogado de Báez sobre “…cuya opinión pretende hacer pasar como una suerte de dictamen inapelable, todo ello para continuar con el hostigamiento mediático al que diariamente me somete su empleador”, corresponde a una valoración personal, que ningún juez (normal) tendrá en cuenta, porque va de suyo que el objetivo de cualquier informe periodístico intenta vender credibilidad y en ningún caso significa que sea un “dictamen inapelable”; esta es una construcción teórica y sin fundamento, porque parte de un prejuicio infundado de que el lector se convence a primera vista de lo que lee y además, es el que condena.

Finalmente Báez asegura que promoverá una acción judicial contra el periodista autor de la nota, Hugo Alconada Mon y dice “Asume una gravedad inusitada la circunstancia de que el propio periodista reconoce que involucró (interesó) a funcionarios públicos en esta suerte de pesquisa llevada a cabo en evidente violación del secreto fiscal (ley 11.683). Al respecto, manifiesto que, oportunamente, promoveré la acción penal respectiva”, concluyó en su autodenuncia

Acá está claro que la presentación tiene un objetivo más difuso de lo que se permitía demostrar al inicio el escrito, porque el exponente propone “saltear al periodista” e ir en busca del supuesto funcionario que le entregó la información, para caerle encima con una querella penal por vulnerar el secreto fiscal. Esto es aún más oblicuo y demuestra que esa denuncia no tiene un fin más que de amedrentamiento, algo que, claro está, no creo lo logren con argumentos de este tipo. Llegar “al funcionario” que entregó esa información (si es que supuestamente existe) es como discutir el sexo de los ángeles; no existe ningún mecanismo que obligue a alguien a autoinculparse y aún así (en caso de que alguien confiese haber sido el infidente) se debe probar que esa información salió de los archivos de la AFI, DGI etc y no de la causa o de algún expediente por otras de las tantas denuncias que andan por allí, cuando no, de documentación que puedan tener en su poder sectores políticos de la oposición o de la misma Fiscalía y hasta podrían aducir que fue extraída de los archivos de las propias empresas involucradas en este juego fraudulento.

La desesperación es total

En las últimas horas se conoció una medida cautelar interpuesta por el abogado de Báez, Juan Pablo Gregori, que solicito a la Justicia impida al diario La Nación y cualquier otro medio de difusión, hacer referencia a los datos de sus empresas. En uno de los párrafos establece “solicitar se disponga una medida cautelar tendiente a resguardar la confidencialidad de la información contable, societaria y comercial de mi mandante, la que, sin Derecho alguno, se encuentra en poder de terceras personas que lucran con su difusión”.

En otro apartado expresa “se hace referencia a registros contables a los que sólo puede haberse tenido acceso en el contexto de una verificación impositiva o que obran en poder del organismo recaudador en función de los deberes de información que pesan sobre los contribuyentes. La información divulgada no es, ciertamente, de aquella que deba ser publicada, informada o certificada de algún modo ante los registros que controlan el normal funcionamiento de las sociedades comerciales” y advierte que “podríamos estar en presencia de la comisión del delito previsto en el art. 157 del Código Penal, en función del art. 101 de la Ley 11.683, y/o del delito previsto en el art. 14 de la Ley 25.246”

En la desesperación por tapar el sol con las manos y evitar que día a día se derrame en las páginas de los diarios, la forma en que se llevó a cabo de manera fraudulenta, este tipo de maniobras para reingresar los dineros que debían ir a parar a las manos del ex presidente, Báez trata de atacar el derecho a la información y a la tarea periodística de investigar, como si los datos de sus empresas fuera de carácter “Secreto” o estuvieran alcanzados por la Ley de Inteligencia.

A Báez solo le queda cuestionar ante la justicia a los organismos impositivos o de recaudación, desde donde pudo haber partido esta información, pero de ninguna manera objetar el trabajo periodístico, siempre que éste se ajuste a la vedad.

La verdadera puerta que quiere cerrar Báez, va a quedar en manos de un Juez, que seguramente, si le da curso a esta cautelar, lo que va alegrar es poner de aquí al 2015 un bozal a la prensa para que no se pueda hablar de este tema, generándose una abierta afrenta a la libertad de prensa que deberá ser cuestionada en los foros internacionales de todo el mundo.

Realmente, tal como está presentada la defensa incorrecta del empresario, al no cuestionarse los fundamentos de la información, sino el método utilizado para obtenerla, existe un reconocimiento tácito de que todo lo dicho por Alconada Mon es absolutamente cierto y sobre esto, claro está, es donde deberá actuar un Juez de verdad. (Agencia OPI Santa Cruz)

6 COMENTARIOS

  1. Quizá mi comentario no sea para éstas páginas, pero…si de ladrones se trata… ¿Uds se preguntaron alguna vez, con cuánto dinero nuestro se quedan los cajeros automáticos?…
    Analicemos: Ayer retire dinero y como quedaban sólo $38 no se puede retirar porque te solicitan $5o … Bien con el comprobante de los $38 fui a una farmaci y compre un producto de $34, no paso en la maquinita, ni $33, ni $30 ni $28 … Entonces vuelvo al cajero y consigo el comprobante de Saldo: tenía sólo $23. Quiere decir que de un día para otro te “sustraen $15. Alguien dirá “por $15 pesos!…, Pero ¿se imaginan cuántos 15, 25 38, y hasta $45 se queda el Banco ?… Multipliquemos… millones y millones…¡NO DEJEMOS NADA, AUNQUE SEA COMPREMOS UNA CAJA DE ASPIRINAS Y PAPEL HIGIÉNICO!…

  2. María no callas, la Cristina te roba más de un plumazo, el 21 por ciento en todo lo que pagas, cuando compras, se destina una parte a obra pública, que en algunos casos esta sobré valuada hasta en un 300por ciento, y el 90 por ciento de las obras en Santa Cruz, se las adjudican a su amigo, Lázaro Báez, y esté le devuelve millonarias sumas lavadas, bien lavadas a tu amiga Cristina y vos te preocupas por tus 15 pedorros pesos, anda a hacer análisis matemáticos, con Moreno a Italia, y si no te gustan los bancos, te cuento sí SOS empleada pública, el que te obligo a bancarisarte, por sí no te acordás fue tu benemérito, ex gobernador, ex presidente, y actual difunto, María no callas

  3. …Lo pensé bastante antes de reponderle al sr. Pedro, pero al ver con el lenguaje que se expresa debo hacer una objeción, sin llegar a la polémica. No entiendo porqué me tilda de cristinista o kirchnerista, sólo relaté cómo los cajeros se nos quedan con algunos pesos que realmente NOS PERTENECEN, ya que son parte de los sueldos. por otra parte, para mi valen tanto $15 como $50, por la sencilla razón de que son PARTE, AUNQUE MÍNIMA DE MI SUELDO Y SOY LA DUEÑA DE ÉL. Dejemos todo en paños fríos y tengo que decirle sr. Pedro que jamás podría pertenecer a un gobierno que se ha ROBADO LA REPÚBLICA.

  4. La nota puede tener fundamentos o no, lo que no tiene sentido es el ejemplo de “la mujer infiel”. Primero, porque la infidelidad, por mucho que fastidie, no es un delito. Segundo, porque perseguir a alguien y espiarlo sin su consentimiento, si es delito, aunque sea para probar una infidelidad. Hasta se podría inferir una mentalidad sexista y machista en quien escribe, dado que la infiel es “una mujer”. ¿Porqué no “una persona”, sin identificar género? Quien escribe esto debiera revisar, de paso, sus prejuicios y errores respecto de algunos temas que, si bien no son el de fondo, son importantes.

  5. yo me hago una pregunta.y se las hago a todos los lectores y a la redaccion de esta pagina..yo estoy de acuerdo con que salga a la luz todo lo de lazaro y sus supuestas vinculaciones..pero tambien estaria muy bueno que se publiquen todas las causas abiertas que tiene por ejemplo.el grupo clarin por papel prensa..el diario la nacion por evacion al fisco por mas de 300 millones de pesos..las causas de la banda de espias liderada por el famoso tata yofre y algunos periodistas incluido alguno de estos pagos de santa cruz.las causas que tiene el periodista estrella jorge lanata por sus negociados con el español mata preso en españa or estafas al estado..por que no se habla de todo? nadie sabe que el fiscal suspendido campagnoli hacia sus sentencias en el departamento de la gordita carrio…nadie se entera de estas cosas? es una pregunta nomas a todos y a todas…

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