Caso Ciccone: Boudou buscó arrastrar a Echegaray en el primer día del juicio


09:30 Argumentó que sin el testimonio del ex titular de la AFIP el juicio es nulo; la primera audiencia del proceso exhibió diferencias entre dos figuras del gobierno kirchnerista

Por: Iván Ruiz
Amado Boudou desempolvó una vieja interna kirchnerista -en plena campaña electoral- para esgrimir su defensa en la primera jornada del juicio por el caso Ciccone. Su abogado pidió la nulidad del proceso al alegar que el juicio no contempla “la totalidad de los testimonios y las pruebas”, aludió específicamente a las declaraciones de “los funcionarios de la AFIP” y deslizó el nombre de su ex titular, Ricardo Echegaray , clave en la operación por la venta de la imprenta.

El ex vicepresidente presenció ayer la primera jornada del juicio por el caso Ciccone en silencio, concentrado en un proceso que puede sellar su futuro judicial, acusado por negociaciones incompatibles y cohecho.

Su situación en el caso Ciccone -un ícono de la corrupción kirchnerista- es complicada por la cantidad de pruebas que lo vinculan con Alejandro Paul Vandenbroele , la única cara visible del misterioso fondo The Old Fund, que se quedó con la imprenta.

La Justicia logró ayer lo que evitó la política durante cinco años. Los fotógrafos retrataron juntos a Boudou, Vandenbroele y José María Nuñez Carmona, el mejor amigo del ex vice. Compartieron casi dos horas a un metro uno de otro, pero ni siquiera hubo contacto visual entre ellos. Boudou fue el único de los imputados que no se dio vuelta para atestiguar el ingreso de Vandenbroele, el último en ingresar a la Sala AMIA.

Fue una primera audiencia exprés. El Tribunal Oral Federal Nº 4 leyó distintas partes de la elevación a juicio realizada por el fiscal Jorge Di Lello antes de pasar a las nulidades. La jornada entró en un cuarto intermedio cuando la defensa de Vandenbroele -que llevaba menos de 24 horas en la causa- pidió la postergación del pedido de nulidades para la semana próxima. El juicio continuará el martes.

Las expectativas están puestas, justamente, en Vandenbroele, el supuesto testaferro de Boudou, que inició dos negociaciones sin éxito para arrepentirse. También puede resultar importante para el tribunal la palabra de Núñez Carmona, otro hombre que puede aportar datos clave de la trama de la operación con Ciccone, que contó con una intervención clave de la AFIP.

“Si el tribunal quiere encontrar la verdad de los hechos, una verdad objetiva de cómo sucedieron los hechos, ya sea para absolver o condenar, para llegar a una sentencia justa, tiene que contar con la totalidad de los testimonios y las pruebas”, lanzó Eduardo Durañona, el abogado de Boudou, en clara referencia al rol de Echegaray.

La AFIP reclamó ante la Justicia que se dictara la quiebra de Ciccone, que ocurrió en julio de 2010. Poco después, consintió que el juez levantara la medida, cuando ya había nuevos dueños. Ese mismo año, además, el organismo le otorgó un plan de pagos extraordinario por una deuda fiscal, pero antes de hacerlo pidió opinión al Ministerio de Economía. La quita incluyó los intereses acumulados durante los años que la empresa no le pagó al fisco. El último en avalar la decisión fue el jefe de gabinete de Echegaray, Rafael Resnick Brenner, que ayer estuvo entre los acusados en el juicio.

“Considero que este juicio y este debate, en las condiciones en que está siendo llevado, no puede llevarse a cabo. Hay muchos elementos de prueba que no están en este debate”, agregó ayer el abogado de Boudou ante los magistrados.

Echegaray fue indagado por el juez Ariel Lijo, que instruyó en primera instancia el expediente, pero que no resolvió la situación del ex jefe de la AFIP. (La Nación)

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