Por: Javier Blanco
Según publica La Nación El Gobierno concretó el canje de deuda con el que espera de aquí en más consolidar la tendencia a la baja que mostró la “brecha cambiaria” en las dos últimas semanas (pasó del 143,3% al 85,5% en el caso del dólar contado con liquidación, y del 149,5% al 91% en el del dólar blue), una operación con que redolariza una parte de la deuda, pero a la par logra descongestionar en unos 43.000 millones de pesos el cargado calendario de pagos de deuda en moneda nacional que enfrenta en los próximos meses.
Canjeó $43.038 millones en bonos en pesos que vencían en los próximos 5 meses por US$500 millones del bono AL 30 y otros US$250 millones del AL35, dos de los títulos emitidos para concretar el canje de deuda en divisas en manos privadas hace unos meses, que vencen en 2030 y 2035.
De esta manera, espera reducir la presión que algunos grandes fondos de inversión con fuertes posiciones en bonos argentinos en pesos en sus carteras venían haciendo sobre los precios de los dólares alternativos y legales (básicamente el CCL) para escapar a una posible nueva devaluación del peso, luego que el Gobierno les hubiera prometido ejercer esta opción de dolarizar parte de sus tenencias meses atrás y se hubiera demorado en su implementación.
A juicio del Gobierno, esto alentaba la inestabilidad de esos mercados, algo que ahora se busca terminar.
Empero, para estar en condiciones de poder disminuir más la brecha cambiaria, y tener la chance de empujarla por debajo del 50%, los analistas coinciden en que debería remover el anticipo impositivo de ganancias que introdujo a mediados de septiembre (para desalentar más la demanda de divisas por parte de individuos) y que hoy deja al dólar minorista a $140,10. Ocurre que ese valor le fija un piso del 77% a la brecha con el dólar mayorista o comercial (que cerró hoy a $79,45). “Debería ir desarmando las medidas que le ponen un piso a la brecha”, aconsejó días atrás el economista y consultor Emmanuel Álvarez Agis. “Quitando la carga de ganancias sobre el dólar solidario daría una señal contundente”, coincide el analista financiero Salvador Di Stéfano.
Como se esperaba, el acceso a los bonos en dólares fue motivo de dura pulseada entre los inversores. Esto queda a la vista en las 370 ofertas de compra por encima de los $2400 millones (3,2 veces el monto que ofrecía colocar) que el Ministerio de Economía recibió para ejecutar la conversión de títulos elegibles en el marco de lo dispuesto en el artículo 7° de la ley 27.561.
Adjudicó el total equivalente en pesos ya mencionado de $43.038 millones por conversión de US$500 millones del Bono AL30 (colocado a $5805) y US$250 millones del Bono AL35 (a $5605).
“Fue una muy buena licitación porque cubrieron el monto que buscaban y el precio de corte, si bien se dio a un valor del CCL más caro que el de hoy, le permitió al Gobierno emitir menos nominales de los nuevos bonos”, evaluó el economista Leonardo Chialva, director de la consultora Delphos Investment. “Canjearon el 5% de la deuda en pesos que vence, básicamente tres Letras de Descuento a vencer a fin de año y fines de enero y febrero, respectivamente, a un CCL promedio de $148. Lo que deja a la vista es que los acreedores estaban dispuestos a llevarse más bonos en dólares, es decir, mostrando voluntad de desarmar más deuda en pesos” evaluó el economista y consultor Fernando Marull.
El dato más valorado en el mercado es la reducción en los compromisos de pagos de deuda en pesos en el corto plazo, ahora que el Gobierno admite que quiere bajar la dependencia de la emisión monetaria del déficit vía asistencia del Banco Central (BCRA).
Dichos compromisos se reducen, según detalló el comunicado oficial, en $22.610 millones durante el mes próximo y en otros $20.428 millones durante el comienzo del año que viene.
Hay que tener en cuenta que el presupuesto 2021, con algunos supuestos puestos en revisión según dichos recientes del ministro de Economía, Martín Guzmán, prevé necesidades de financiamiento por un total de $6.260.369 millones (cifra representativa del 16,7% del PBI), que se asume serán financiadas con nuevo endeudamiento con organismos del sector público nacional por un total de $3.686.409 millones (incluyendo los Adelantos Transitorios del BCRA), emisiones de títulos domésticos al sector privado por $2.225.060 millones y desembolsos de organismos internacionales y bilaterales por $348.901 millones, según el último informe de la Oficina de Deuda Pública del Congreso Nacional, que dirige Marcos Makón.
El Ministerio de Economía justificó la redolarización de esta porción de la deuda en los problemas que genera la presencia en el mercado local de “agentes de configuración y con mandatos de inversión heterogéneos entre sí”. “Generan una externalidad negativa sobre aquellos inversores domésticos con un interés genuino por los instrumentos locales denominados en pesos, que los demandan para canalizar los excedentes de liquidez y afectan negativamente las posibilidades y condiciones de financiamiento del sector privado en el mercado de deuda en moneda nacional”.
En el documento también ratificó que su política financiera para el cierre del año “apunta a renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto del total de vencimientos de dicho período”. “Cualquier incremento de financiamiento neto que supere ese umbral será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del BCRA”, insistió el Ministerio. (La Nación)