(Informe Nº 2) – Las represas sobre el río Santa Cruz, constituyen para muchos en Santa Cruz, hoy en pandemia, un floreciente negocio que se mueve alrededor de la necesidad de cumplir con los protocolos Covid, que a la vista de lo informado hoy por OPI no son muy efectivos y ha venido a suplir, especialmente en El Calafate, una economía afectada por la pandemia, pero que mueve mucho dinero, especialmente en el ramo hotelero, el transporte y hasta los laboratorios que son contratados por la UTE Represas Patagonia, para realizar los hisopados al personal alojado en aislamiento por 14 días, antes de permitirles el ingreso a los obradores de Cóndor Cliff y La Barrancosa donde se construye la represa hidroeléctrica.
Independientemente de lo que informamos ayer al mediodía, donde hicimos público el hallazgo de Covid positivo en chinos y policías que están en Condor Cliff, vamos a desarrollar el mecanismo empresarial y de facturación que se mueve alrededor de la obra en el nuevo contexto de pandemia.
OPI ha utilizado varias fuentes para bucear en aspectos que la prensa provincial no refleja y tampoco se expone por parte del departamento de Comunicación y RRPP de la UTE.
Para esta investigación hemos obtenido documentación relacionada y consultado a gente del transporte, trabajadores de hoteles en El Calafate y Río Gallegos, fuentes vinculadas a la municipalidad de la villa turística y otra fuentes que cumplen funciones en el terreno de ambos obradores: Cóndor Cliff y La Barrancosa.
Esto nos permitió armar un mosaico de contactos, relacionar negocios y vincular empresas y personas, que nos ayudan a entender cómo, alrededor de la obra de las represas, se mueve una industria que algunos presentan como movilizadora de la economía provincial y otros la pintan como el negocio millonario en un club de amigos, con participación muda (pero no desinteresada) de la provincia, a través (y especialmente) de autoridades de aplicación que no siempre hacen su trabajo y permiten, con su omisión deliberada, que muchas irregularidades se cometan al amparo de esos argumentos de desarrollo y trabajo que tan bien expresan medios de comunicación pagos para difundir “la palabra oficial”.
La veda invernal
Actualmente y desde hace algunos meses, se registra un movimiento muy importante de personal que llegan a las represas, tal como lo indicamos en nuestro primer informe, contratadas desde diversas partes del país, con lo cual, en primera instancia la UTE Represas Patagonia incumple de manera flagrante la “Ley del 70/30”, por cuanto el más alto porcentaje de mano de obra ocupada en el complejo, no es de Santa Cruz.
Como lo hemos dicho en otras oportunidades, además, la mano de obra calificada, en muchos casos, ni siquiera es argentina sino china y para las represas se acerca un periodo que en la región patagónica se denomina “Veda invernal”.
Especialmente esta época, entrando en el invierno en la Patagonia austral, se caracteriza por la baja sostenida de la actividad al aire libre en el ramo de la construcción y por consiguiente una merma sustancial en la utilización de mano de obra, maquinarias y la suspensión de trabajos, por la afectación de la actividad, con temperaturas que pueden estar por debajo de los 15 grados bajo cero. Recordemos que históricamente la UOCRA ha cobrado una “compensación” de parte del gobierno, para sustituir la falta de trabajo en esta época, lo cual, con el tiempo, ha dado lugar a que los subsidios se hayan institucionalizados como apoyo político del sindicato, al propio gobierno provincial.
La pregunta, a raíz del mal tiempo que se aproxima sería ¿UTE Represas Patagonia tiene previsto aplicar la veda invernal? ¿O por el contrario, seguirá manteniendo un flujo de personal como el actual, donde centenares de trabajadores van y vienen todos los días desde y hacia los obradores del complejo?.
Una de las fuentes consultadas nos dijo que habrá una veda bastante prolongada por la falta de fondos, pero la realidad parece decir lo contrario a partir de la danza de millones de pesos que se mueve alrededor de la obra y que OPI va a informar en al menos dos notas consecutivas.
La fuente contrapuesta a esta opción de la veda prolongada, nos dijo “No deja de llegar gente a represas y no sabemos realmente si acá se va a reducir la actividad o seguiremos como hasta ahora”, nos remarcó alguien cercano a la empresa y añadió “Hasta ahora no hay nada, nadie nos dijo que se aplicará la veda, ni nada por el estilo”.
En otro tramo del intercambio de preguntas y respuestas, la fuente puso en duda la aplicación del receso “Si entramos en veda invernal, acá se caen muchos negocios y no creo que desde la UTE, desde el Calafate y desde la provincia, permitan que eso pase”, se nos señaló.
A partir de allí nos abocamos a buscar interlocutores válidos y documentación que nos permitan entender cuáles son los negocios que muchos pretenden sostener, especialmente en el rubro hotelería y transporte, entre otros.
Hoteles
Los hoteles en El Calafate están 100% abocados a las represas, tal como lo referimos en nuestra nota anterior, donde dimos la lista de los principales negocios hoteleros de esa localidad.
Particularmente, El Alto Calafate, tiene un ala del gran edificio, destinado al personal de represas que pasan por sus habitaciones para realizar el aislamiento obligatorio de 14 días. Lo que nos llamó la atención es que el mismo hotel (y es prácticamente el único en esta modalidad), comparte el edificio con el turismo.
“Yo llegué con la misión de cargar en los micros a un contingente de trabajadores que terminaban su aislamiento y “bajaban” a represas y cuando llegamos, el comedor del hotel (Alto Calafate) estaba lleno de turistas, mientras, los que estaban en cuarentena, no podía salir de sus habitaciones”, nos indicó la fuente.
La observación venía a plantear la posibilidad de que alguna empleada del hotel, que hacen el servicio de habitación del personal de represas, se contagie y pueda ser vector de contagio para aquellos turistas que tengan contacto con el personal.
“Si aparece un caso positivo, se arma un gran problema” y recordó que un compañero suyo estuvo aislado en uno de los hoteles, donde dos empleados dieron positivo de Covid. Esto, claro está, nos lo dijo antes que nos enteráramos, ayer, de la aparición de un caso positivo en el complejo de obras.
Aislamientos y laboratorios
En nuestra nota del lunes describimos cómo era el aislamiento en las habitaciones de los hoteles y la atención durante los 14 días que dura el mismo. Ahora nos involucramos en la cuestión comercial de los hoteles, los laboratorios, el transporte y la UTE, que contrata todos los servicios a valores millonarios, teniendo en cuenta el volumen de gente que despliega, la cantidad de hoteles que ocupa de manera exclusiva, el chequeo sanitario que requieren y el transporte que ocupa para movilizar al personal entre las represas y cada localidad donde el personal se encuentra alojado en aislamiento preventivo.
En cuanto a cómo funciona el sistema con los laboratorios, el mecanismo es el siguiente:
Alojados por 14 días los trabajadores en hoteles contratado por la UTE para el aislamiento, a cada trabajador, en ese lapso, le practican dos hisopados. El resultado del laboratorio se encuentra disponible a las 24 horas, sin embargo hay un tiempo que se pierde en cuestiones de comunicación y burocracia de la propia empresa, que generan sospechas.
El laboratorio, obtenido el resultado, se lo eleva a Sanidad de las represas y desde allí se lo informan a Recursos Humanos de la UTE. En ese proceso, nos indican las fuentes, trascurren alrededor de tres días. Esto hace que cuando a los aislados se les realiza el segundo hisopado pasan otros tres o cuatro días hasta tener el resultado, en total (con los dos hisopados incluidos y los tiempos que éstos demandan) transcurren entre 8 y 10 días, pero en la mayoría de los casos cumplen los 14 días de aislamiento en los hoteles “Esto le reporta una ganancia importante al hotel porque los laboratorios trabajan en tiempo y forma y tal como está planteado el programa de aislamiento e hisopados, cualquiera de nosotros en 8 días a lo sumo, sabemos perfectamente que no estamos contagiados, por lo tanto el resto de los días, creo que permanecemos porque alguien necesita facturar”, dijo la fuente de OPI y agregó “Es más, entre el tiempo que nos quedamos aislados entre el último hisopado y hasta que hacemos el chek out (alrededor de 4 o 5 días), podríamos contagiarnos”.
En términos de dinero, las fuentes señalaron que el laboratorio cobra 7 mil pesos por persona y por hisopado. Hacen dos hisopados por personas en 14 días. Si tomamos el ejemplo anterior de 30 aislados y los multiplicamos por dos hisopados cada uno, son 60 hisopados por “contingente”. A 7 mil pesos cada uno, da un total de 420 mil pesos por cada contingente de 30 personas aisladas. Ahora bien, hablamos que todos los hoteles contratados, están completos. El volumen de fondos es muy importante y no existe claridad al respecto.
“La plata que se gasta es impresionante, es un lavado de dinero peor que YCRT”, dijo la fuente, quien asegura que no existe claridad sobre lo que cobra cada hotel por día y por persona por alojamiento, desayudo, almuerzo, merienda y cena. “Pero hay casos en que estaría entre los 6 mil a 10 mil y hasta 14 mil pesos, según el hotel. Estamos tratando de obtener información documentada, pero en algunos casos se pagaría servicios VIP, donde se facturan servicios que no podemos usar porque la gente está aislada y confinada en una habitación que puede ser para una dos o tres personas, pero en todos los casos, se aísla una sola persona por habitación”, remarcó nuestro consultado quien no descartó un negocio paralelo alrededor de la hotelería en El Calafate y Río Gallegos.
“Si hacemos un promedio de 10 mil pesos por persona por alojamiento, en 14 días tenemos 140 mil pesos si lo multiplicamos por 30 personas que puede haber en un hotel, son 4,2 millones de pesos por tener un contingente de 30 personas por 14 días en cuarentena en un hotel de El Calafate, personas que se renuevan de forma permanente. Y consideremos que prácticamente todos los hoteles están abocados a dar aislamiento a gente de las Represas”, se nos indicó.
En base al mecanismo implementado, cuando se va esa gente del hotel porque baja a Represas, el check out se hace a las 14:00hs, entra un equipo de desinfección para limpiar los alojamientos y a las 18:00hs ya ingresan a esas habitaciones el otro contingente de trabajadores que harán el aislamiento por 14 días más.
Si consideramos que esto viene haciéndose desde hace 2 o 3 meses y el aislamiento y la pandemia van a seguir, podemos decir que los hoteles de El Calafate están haciendo un negocio redondo. Pero también lo hacen los hoteles de Río Gallegos, afectados al mismo servicio.(En el próximo informe destacaremos el negocio del transporte vinculado a las represas, las irregularidades detectadas, los millones de pesos en danza a través de pruebas documentales y el manejo discrecional de los proveedores y las contrataciones). (Agencia OPI Santa Cruz)