PARITARIAS “DE MANUAL”. AUMENTO MAGRO Y POR GOTEO, GREMIOS ESTALES “DISCONFORMES” Y UN ACTING PREVIO A ACEPTAR DOS PUNTOS MÁS Y SEGUIR BAJO LA LÍNEA DE POBREZA

El gobierno provincial llamó a paritarias, tanto a los gremios estatales ATE, UPCN, APAP como a los docentes, ADOSAC y AMET.

En general las paritarias tenían un mismo fin: fijar salarios alrededor del 20% y el ofrecimiento del Ejecutivo fue el pago del 21% con un esquema que se distribuye en un 10% de aumento al básico en el mes de marzo, un 7% de incremento al básico en los salarios del mes de mayo y un 4% de incremento al básico en los haberes del mes de julio. Este porcentaje más los acumulados hace un total de 22,4% de incremento real de salario, en los 3 tramos ofrecidos.

Dicho esto, ahora la discusión se centra en los gremios. Como era de prever y lo dijimos en nuestro informe anterior, el Ejecutivo puso en la mesa un aumento irrisorio de menos de la mitad del índice inflacionario 2021 y a pagar en tres veces, lo cual según las proyecciones inflacionarias para este año estarían consumidos en el primer trimestre, dado que para el 2022 hay una inflación estimada en no menos del 56%.

De parte de la ADOSAC, el aumento propuesto no significa absolutamente nada en términos de recuperación salarial y la propuesta será puesta a consideración de un congreso provincial, dado que se pasó a un cuarto intermedio para analizar la situación salarial del docente que está alrededor de los 50/60 mil pesos, con una canasta básica que supera los 78 mil pesos.

Desde el conjunto de gremios estatales, la situación de da en otro marco. Previo a las paritarias ATE pidió un aumento retroactivo a enero, APAP hablaba de un 43% de aumento y UPCN pretendía un básico de 85 mil pesos en la categoría inicial. Y acá empieza el acting gremial.

Los sindicatos estatales se retiraron de la paritaria, aludiendo que el aumento es exiguo, pero la costumbre lleva a pensar que hacia adentro convencerán a las bases de “tomar lo que se ofrece y seguir discutiendo un nuevo aumento”. Esto, en la práctica estatal es: aceptar lo que el gobierno les puede llegar a “mejorar” en no más de un punto o dos (siendo optimistas) y cerrar allí “la negociación” o inclusive acomodar “los tiempos” en el goteo del aumento salarial, lo cual, al ritmo inflacionario del país, no cambia sustancialmente la ecuación.

Finalmente, los gremios estatales ATE, UPCN y APAP, le dirán que si a la gobernadora, de acuerdo a la decisión que el gobierno ha tomado para mezquinar en salarios, a fin de mantener la dependencia absoluta de los sindicatos de la billetera oficial, que no abre de acuerdo a las necesidades del empleado público, sino del propio gobierno provincial, que lejos está de equiparar, por ejemplo, los aumentos en el sector docente que pactó Nación con un 45,4% acordado.

De esta manera y a pesar de que la provincia tiene un aumento significativo de la recaudación impositiva, el aumento de la coparticipación de manera permanente y los fondos nacionales que drenan a Santa Cruz como en las mejores épocas de la corrupción K en la década robada, Alicia Kirchner insiste y persiste en retacear salarios y ofrece como modo de compensación, aumentos por goteos que no cubren ni el 50% del costo de vida marcado por la inflación galopante que vive el país y el encarecimiento de la región patagónica.

Todo indica que, cumpliendo con la mecánica de la ortodoxia K y sus gremios afines, volverán a sentarse en una mesa para cerrar lo que ya está ordenado desde casa de gobierno. Así ha sido siempre, nada indica que esta vez será distinto. (Agencia OPI Santa Cruz)