En Gobierno ven complicada la candidatura de Sergio Massa pero el ministro confía

Alberto Fernández junto a Sergio Massa - Foto: NA
Alberto Fernández junto a Sergio Massa – Foto: NA

Según publica Clarín En el entorno de Alberto Fernández admiten que la inflación impacta de lleno en su aspiración presidencial. La particular mirada del ministro y el efecto Daniel Scioli.

Por: Walter Schmidt

El 7,7% de inflación de marzo consolida la proyección del 120% para este año que hundiría al país en un pozo más profundo. Sobre todo porque la Argentina no genera empleo privado desde el 2010, tiene un índice de pobreza del 40%, un empleo informal de otros 40% y en los últimos tres años el Gobierno kirchnerista exhibirá índices de inflación de 50,9% (2021), 94,8% (2022) y 120% en 2023. Un desastre.

Este escenario devastador sería el fin de la aspiración presidencial para un mandatario o funcionario de esta gestión. Sin embargo, no lo es.

“La va a tener difícil Sergio porque la elección se va a discutir en el plano económico y él asumió toda la responsabilidad, haciendo un gran esfuerzo pero los resultados no están acompañando. Con esta inflación el cuadro es muy difícil para el Frente en general pero en particular para él”, evalúan en el entorno presidencial.

Alberto Fernández sigue en carrera aunque sea un secreto a voces que, sin plafón entre gobernadores e intendentes, a último momento se bajará. La única salida transitoria que ha encontrado para tener algo que ver en las PASO del oficialismo ha sido darle vía libre a Daniel Scioli para que sea “su candidato” en una interna presidencial.

Fiel a su estilo hiperkinético, el embajador en Brasil ha comenzado a recorrer el país con una visita a Entre Ríos, al gobernador Gustavo Bordet, entrevistas varias, el lanzamiento de un video en las redes, y una foto necesaria para marcar su posición, de que no es el candidato sólo de Alberto sino también el de Cristina. Posó junto con Mayra Mendoza, la camporista intendente de Quilmes que no hace nada que no esté autorizado por Cristina Kirchner.

Mendoza hizo algo similar cuando al día siguiente de la agresión de choferes de colectivos a Sergio Berni por la inseguridad diaria en el Conurbano, lo recibió en su municipio y compartió un acto con él, con la excusa de presentar nuevos patrulleros.

Lo paradójico es que no hay quien maneje esos patrulleros. Por eso el ministro de (in)Seguridad está haciendo en todos los municipios una convocatoria para que “vecinos” manejen los móviles policiales. ¿Si en un tiroteo los delincuentes matan al chofer/vecino, quién se hará cargo de semejante tragedia? Berni nunca deja de sorprender con sus ideas para combatir el delito, como la de darle a quienes trabajan haciendo deliverys un botón antipánico para protegerlos de los robos, cuando ni siquiera hay personal que asista en su ayuda. De hecho, en medio de la ola de delito en el Gran Buenos Aires, un móvil de TV accionó el botón antipánico de una parada de colectivos en La Matanza: habían transcurrido 48 minutos y cerraron la nota porque aún nadie había contestado por el parlante junto al botón, si alguien necesitaba algo.

Un operador kirchnerista sonríe cuando comenta que el outsider para la candidatura presidencial en el que estaba pensando Cristina, según una versión, sería el propio Berni; esto antes de las escenas de pugilato de las que fue víctima. La fuente se negó a aclarar si realmente la vicepresidenta lo pensó, si fue algo que echó a rodar el ministro o, ante la versión, simplemente buscó mostrarse como tal. Cualquiera haya sido la realidad, fue un fracaso.

Ese desconcierto oficialista es alimentado por más versiones y fotos como las del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, junto a intendentes kirchneristas del conurbano. ¿Alguien puede creer que Tapia puede tener alguna chance de ocupar un cargo público porque la Selección de Messi obtuvo la Copa del Mundo? Que Messi pueda transferirle votos a Tapia, es como si el Papa -si es que tiene muchos- se los pudiera transferir a Juan Grabois.

A la espera de la jugada secreta que debería tener Cristina, como la del 2019 cuando entronizó a Alberto Fernández, en el sciolismo, que volvió al ruedo luego de la fallida gestión en el Ministerio de Producción que culminó con la llegada de Massa a Economía, están convencidos que en una interna Scioli le gana a cualquiera. Y que la bendición de Cristina es un mensaje para Massa: “Si querés ser candidato ganale a Daniel”. Desbordados de optimismo, hasta aseguran que 7 de cada 10 votos de Cristina se los llevaría el ex gobernador bonaerense.

“Es el candidato del tercer puesto, de la resignación”, comenta un dirigente massista, reflotando la vieja disputa entre ambos; y asegura que Massa es el único que mide mejor que el resto, incluso que Axel Kicillof.

Según una encuesta reservada que circulan tanto en el Gobierno como en el Instituto Patria, Cristina se ubica primera pero con un techo de 29 puntos, seguida por Massa con 27, pero con posibilidad de pescar algo más. Pero está claro que el candidato kirchnerista pierde en todos los escenarios de balotaje. Sería una candidatura para sufrir una derrota lo más digna posible.

El trabajo también dice que por el episodio Berni el kirchnerismo como espacio bajó 2 puntos, y quien subió esos 2 puntos no fue Juntos por el Cambio sino Javier Milei. Además, como fuerza política, el Frente de Todos está tercero.

En el horizonte, Jorge Capitanich tiene ganas de lanzarse, pero no cuenta con los votos suficientes ni con la bendición exclusiva de Cristina. Le aconsejan reelegir en Chaco y esperar.

El caso de Eduardo “Wado” De Pedro es más complejo, si es que Massa compite. Podría ser designado como su compañero de fórmula pero hay quienes aseguran que Cristina le cederá la candidatura a senador nacional por la provincia de Buenos Aires, que reservan para ella como un plan B si finalmente ella ratifica que no competirá para la presidencia. Sería como un mensaje; “mi lugar lo va a ocupar él”. No Máximo Kirchner.

En privado, Massa ha manifestado que busca ser un punto de referencia del peronismo a partir del 11 de diciembre, cuando finalice el mandato de Alberto F. Pero aún no está claro si eso significa que más allá de que sea o no candidato, se quedará o no en el Palacio de Hacienda hasta el fin del gobierno.

En el massismo descreen de las PASO, porque significaría mostrar a los candidatos del FdT, cada uno, con un porcentaje pobrísimo en la nómina de resultados respecto de los precandidatos presidenciales de la oposición.

Sin embargo, algunos dirigentes que dialogaron últimamente con Massa lo ven increíblemente entusiasmado. No por la inflación del 104%, está claro, sino por las perspectivas para el 2024. En Economía estiman que el año próximo ingresarán entre 30 y 40 mil millones de dólares producto de la construcción del gasoducto y del oleoducto de Vaca Muerta, de las exportaciones del litio y el fin de la sequía. Y Massa no encuentra la manera de cómo capitalizar políticamente algo de todo eso por anticipado. De eso depende, casi, la supervivencia del kirchnerismo. (Clarín)

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