Las devastadoras inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, han dejado un saldo trágico de al menos 90 muertos, según informes de la agencia estatal de Defensa Civil. La situación ha provocado una desesperada búsqueda de supervivientes y la evacuación de miles de personas atrapadas por las crecidas.
En las afueras de Eldorado do Sul, cerca de la capital del estado, Porto Alegre, numerosas personas que han abandonado sus hogares se enfrentan a la falta de alimentos y suministros básicos. Familias enteras han tenido que huir a pie, llevando consigo sus pertenencias en mochilas y carritos de la compra.
Las labores de rescate se han visto obstaculizadas por las inundaciones, con decenas de personas aún esperando ser evacuadas de sus hogares afectados, mientras que pequeñas embarcaciones recorren las calles inundadas en busca de supervivientes.
Las consecuencias de las inundaciones también se han dejado sentir en Porto Alegre, donde las calles del centro están bajo el agua y los residentes se enfrentan a la escasez de alimentos y combustible, así como a la interrupción de los servicios de agua y electricidad.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha prometido ayuda federal para hacer frente a lo que se considera el peor desastre climático en la historia del estado. Los economistas advierten que las inundaciones podrían tener un modesto impacto en la economía brasileña, con una disminución del crecimiento del PIB y un aumento marginal de la inflación, especialmente debido a la afectación en la producción de arroz, que se concentra en Rio Grande do Sul. (Agencia OPI Santa Cruz) Con información de NA
