La actividad del sector metalúrgico continúa enfrentando un escenario de caída significativa, registrando en septiembre una contracción del 7,3% en términos interanuales, según el último informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). Este descenso marca el mayor retroceso para el noveno mes del año desde 2019 y refleja una tendencia negativa que persiste en este sector clave de la economía.
Durante los primeros nueve meses de 2024, la actividad metalúrgica acumuló una caída del 14,1% en comparación con el mismo período del año anterior. Si se compara con los niveles de diciembre de 2023, la disminución es del 6,2%. A pesar de estos números, el informe de ADIMRA destaca un ligero crecimiento del 0,8% con respecto a agosto, ofreciendo un pequeño respiro en medio de un panorama difícil.
Uno de los indicadores más preocupantes es la utilización de la capacidad instalada, que se ubicó en el 50,1%. Este nivel representa una disminución de 5 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año pasado y una caída del 9,9% en relación con el promedio de 2023. Estos datos señalan un uso subóptimo de las capacidades productivas del sector, lo que contribuye a la incertidumbre sobre la recuperación de la industria.
Dentro del sector metalúrgico, casi todos los subsectores registraron caídas, con excepción de Maquinaria Agrícola y Carrocerías y remolques, que mostraron un leve crecimiento luego de haber sido fuertemente afectados por la sequía el año pasado. Las empresas que proveen a las cadenas de valor de la construcción, consumo final y la industria automotriz experimentaron los peores desempeños, con caídas que llegaron al 11%. En contraste, las compañías vinculadas a la cadena de petróleo, gas y minería mostraron las menores variaciones negativas en comparación con el año anterior.
Los subsectores más golpeados en septiembre fueron Fundición, con una contracción del 23,5%, Equipos Eléctricos (-8,9%) y Autopartes (-8,3%). Por otro lado, el subsector de Carrocerías y remolques registró un crecimiento del 7,3%, destacándose como una de las pocas áreas con resultados positivos en medio de la crisis.
El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, manifestó su preocupación por la situación actual del sector, señalando que “la actividad metalúrgica se encuentra muy por debajo de sus niveles históricos”, y destacó la necesidad de continuar monitoreando el escenario para evaluar la evolución de la producción en las empresas.
A nivel provincial, las principales regiones metalúrgicas también mostraron caídas interanuales generalizadas. Santa Fe, con una baja del 2,4%, logró mantener cierta estabilidad gracias al crecimiento en la producción de maquinaria agrícola. Mendoza (-2,6%), Entre Ríos (-1,4%) y Córdoba (-5,5%) también registraron descensos, aunque menores al promedio general. Por otro lado, la provincia de Buenos Aires experimentó una contracción del 9,6%, superando el promedio nacional y consolidándose como la región más afectada.
El impacto negativo de la caída en la actividad metalúrgica se refleja también en el empleo, con una disminución interanual del 3,2% en el sector. Comparado con agosto, el empleo en la industria metalúrgica se redujo un 0,2%, evidenciando las dificultades que enfrentan las empresas para sostener sus plantillas laborales en medio de un entorno de baja demanda y altos costos operativos. (Agencia OPI Santa Cruz)