El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva proclamación que impone restricciones migratorias a ciudadanos de una veintena de países, argumentando razones de seguridad nacional y la necesidad de fortalecer la cooperación internacional en materia de control migratorio y antiterrorismo. La medida, que entrará en vigor un minuto después de la medianoche del próximo lunes, establece la prohibición total de ingreso al país para ciudadanos de 12 naciones, y restricciones parciales para otras siete, incluyendo a Venezuela y Cuba.
De acuerdo con la Casa Blanca, los países sujetos a la prohibición total son Afganistán, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Myanmar, Somalia, Sudán y Yemen. La administración Trump argumenta que estas naciones presentan deficiencias significativas en la detección y verificación de antecedentes, lo que —según el comunicado oficial— representa un riesgo elevado para la seguridad estadounidense.
La medida también impone restricciones parciales a ciudadanos de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. En estos casos, se limitará la emisión de determinados tipos de visas, aunque no se aplicará una prohibición absoluta. Las excepciones contempladas en la orden incluyen a residentes permanentes legales, personas con visas vigentes, solicitantes de visas en categorías específicas y casos en los que se considere que el ingreso del individuo responde a intereses estratégicos de Estados Unidos.
Esta nueva decisión recuerda a la polémica política migratoria implementada por Trump durante su primer mandato en 2017, que inicialmente restringió el ingreso desde siete países de mayoría musulmana y fue ratificada por la Corte Suprema en 2018. La prohibición fue luego anulada por su sucesor, el presidente Joe Biden, en 2021.
La inclusión de Venezuela en la lista de países afectados por estas nuevas restricciones generó una rápida respuesta por parte del gobierno de Caracas. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, calificó la medida como injustificada y discriminatoria. Durante su programa televisivo semanal, el funcionario denunció que la decisión constituye un acto de hostilidad contra los ciudadanos venezolanos y aseguró que no existe fundamento legítimo para aplicar tales restricciones. “Estados Unidos acaba de prohibir la entrada de cualquier venezolano (…) Estar en Estados Unidos es un riesgo para cualquier persona, no solo para los venezolanos”, afirmó.
Cabello también rechazó el argumento esgrimido por la Casa Blanca, señalando que responde a motivaciones políticas en un contexto de prolongadas tensiones bilaterales entre Caracas y Washington. En ese sentido, sostuvo que la medida profundiza una política de persecución injusta hacia el pueblo venezolano y cuestionó la legitimidad de la administración estadounidense para juzgar la cooperación internacional en materia de seguridad.
Las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos han sido tensas desde comienzos del siglo XXI, con un notable deterioro durante los mandatos de Trump, especialmente en áreas como migración, sanciones económicas y reconocimiento político. Esta nueva proclamación vuelve a colocar el tema migratorio en el centro de las fricciones entre ambos gobiernos. (Agencia OPI Santa Cruz)