(Por: Rubén Lasagno) – El Gobernador Claudio Vidal sacó a la luz, a través del Ministro de Gobierno Nicolás Brizuela, que el municipio de Río Gallegos recibió de coparticipación provincial una suma superior a los 26.300 millones de pesos en lo que va del año, que no cumple los aportes de ley con la Caja de Previsión Social ni la Caja de Servicios Sociales, que Pablo Grasso se maneja con hermetismo, no hay disponible ningún informe hacia los vecinos y encima, se mete en la jurisdicción provincial, anunciando el aporte de 60 millones de pesos para el arreglo de colegios, lo cual, por jurisdicción, no le corresponde. Y todo es cierto.
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El problema del gobernador Vidal es que su gobierno, hacia la sociedad, hace exactamente lo mismo que Grasso. Además de encubrir, no informar y no rendir cuentas públicamente de sus actos e inversiones, básicamente hace de las denuncias sobre el Intendente de Río Gallegos, un circo mediático que no materializa en los Tribunales, por parte del Fiscal de Estado ni funcionarios o asesores que tiene por docenas. Si esto no es suficiente, omite denunciar a los intendentes propios que hacen lo mismo y además, encubre a un abusador en su planta política. Esto, también es cierto.
“A Vidal le dieron 4.500 millones y después 1.500 más. ¿Qué hizo con esa plata?”, dijo entre tantas otras cosas que semanalmente Pablo Grasso expone en los medios pautados y todos dicen y transcriben a coro “las preocupaciones” del intendente de quien no consta una sola denuncia que haya hecho formalmente contra el Gobernador Vidal y sus ministros.
El Gobernador cuestionó la gestión de Grasso, pero él hace una gestión donde solo tiene el objetivo primordial de anular el control kirchnerista, pero no para mejorar nada, sino para sustituirlo por su propio control.

Esto lo hizo en la Cámara de Diputados, prosigue con el Tribunal de Cuentas e intenta lograr homogeneizar el control de la Justicia en el menor tiempo posible. De todo lo demás que hace, no rinde cuentas (ni se lo exigen los organismos de control y ninguno de los intendentes) igual que Grasso.
Brizuela alardeó que a diferencia del Intendente Pablo Grasso, el gobierno provincial “transparenta sus actos” a través del Boletín Oficial, pero eso no es suficiente si no se mantiene la transparencia de los actos licitatorios, contratos de la provincia, inversiones, fondos de la Lotería provincial, Fondo UNIRSE, inversiones de Fomicruz, fondos de YPF y un sin fin de dinero que pasa por manos del gobierno que maneja discrecionalmente y solo son parte de algún anuncio lavado y sin mayores detalles de los mismos.
Obras no siempre son amores
El intendente Pablo Grasso está empeñado, permanentemente, en “dar buenas noticias”, pero es otro funcionario que no aporta una sola explicación de cómo hace o planifica esas obras, de dónde saca el dinero y por supuesto, no rinde cuenta ante los vecinos que aportan sus altas tasas, patentamientos e impuestos municipales, ningún gasto de forma transparente y clara, sin que el gobierno provincial, tan afecto a la denuncia pública, haga lo correcto iniciando juicios, pidiendo aclaraciones e informes, ni siquiera por parte de sus concejales que votan todo en favor del propio intendente Grasso, o lo ayudan con su silencio.
Es así que Pablo Grasso planifició para el 2025 un plan de obras, eludiendo decir de dónde sacará los fondos, que aparentemente llueven como “el Maná”. Toda esta falta de información nos hace pensar que detrás de todo, hay alguna acción ilegal, como detrás de la media información que dispara el gobierno provincial, por ejemplo, en el oscurantismo de los contratos con los chinos, que nadie ha visto ni conoce y mucho menos habrán de publicarlos.
Grasso el Constructor
El Intendente inició el 2025 con un plan de obras de las cuales conocemos el enunciado y en algunos casos vemos avances de la misma, pero desconocemos datos fundamentales para conocer fuente de financiamiento, transparencia licitatoria, formas de adjudicación, empresas contratadas, montos finales con las ampliación de obras y actualizaciones, que está de más decir, nunca se informan.
Pablo Grasso planificó para este año la construcción del Centro de Interpretación de Flora y Fauna en la Reserva Natural Mata Verde con una inversión de $346.447.196,00.
La Bicisenda en Avenida Almirante Brown. Están finalizando los primeros 1.500 metros de bicisenda entre las calles Juan Manuel de Rosas y “Familia” Mansilla. Nadie explicó el costo de la obra, tiempo de terminación, utilidad y la prioridad que tiene, por ejemplo, para no volcar esos recursos en el arreglo de las calles.
Intervención Paisajística de la Laguna Ortiz, con una inversión de $1.462 millones de pesos, sin más datos y con las mismas preguntas que nos hacemos en la anterior.
Planetario en la Costanera Almirante Brown: centro de interpretación dedicado a la astronomía y la vida marina con una inversión de más de $342 millones de pesos. Sin explicación sobre el origen de los fondos a utilizar, empresas, forma de contratación.
Programas de Vivienda: 100 viviendas finalizadas en 2024, se completarán 50 viviendas del Programa Reconstruir y 87 del Plan Casa Propia, utilizando recursos municipales dijo el Intendente y es muy loable la acción, porque toca un punto sensible de la necesidad social, pero eso no significa que no explique de dónde sacará los fondos para esas multimillonarias obras.
Infraestructura Deportiva: ampliación y construcción del Gimnasio “Benjamín Verón” ($728.787.937,00), refacción del Albergue Municipal en el Gimnasio Juan Bautista Rocha ($1.082.773.317,00) continuidad en la construcción del nuevo Gimnasio Polideportivo en el Barrio Municipal ($ 912.529.513,00). Además, se planifica la construcción de un nuevo gimnasio municipal. Como en el apartado anterior, son obras necesarias y socialmente muy valorables, pero Grasso omite decir cómo se financiará y por supuesto, en manos de qué empresas (todas amigas) recaerá la licitación o la tan utilizada contratación directa.
Núcleo de Inclusión y Desarrollo de Oportunidades (NIDO): la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, tiene como objeto terminar lo que él mismo dejó inconclusa en su gestión anterior, pero obviamente, sin declarar el origen de los fondos ni las empresas que lo ejecutan.
Obras Viales: cordón cuneta en las calles Maradona y Zapiola, incluyendo obras de pluviales y cloacales ($3.336.089.244,00) y se realizará el cordón cuneta en el Barrio Juan Pablo II ($450 millones) y en la Avenida Kirchner ($433 millones), todas obras necesarias como necesario es que diga con qué fondos lo hará y si luego se las recobrará el frentista como hace con el arreglo de las calles asfaltadas.
La creación del llamado Polo Gastronómico en la costanera, se desarrolla en el Proyecto Urbano Sectorial “Y.C.F.” en la Avenida Balbín, con el fin declarado de generar un espacio comercial multifuncional con una inversión de $ 535.821.122,00. Finalmente y como lo investigó esta Agencia, Grasso ideó un negocio familiar, ya que allí funciona o funcionará un restaurante “Búho Grill” de su esposa y un socio, a quienes les regaló un terreno fiscal del denominado “polo gastronómico”.
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Inauguración de la Casa de Promoción Turística en Caleta Olivia, una oficina en la ciudad norteña de la cual nunca se explicó gastos, personal, costos, ni se tiene idea bien para qué sirve; todo con cargo a los vecinos de Río Gallegos.
Plan para un Criadero Municipal de Trucha Arcoíris, con la proyección de producir 3,5 toneladas anuales para el mercado local. No hay información de costos, empresas involucradas ni origen de los fondos a invertir.
El Jardín Maternal Municipal, culminará la obra de refacción de este jardín, con una inversión de más de 70 millones de pesos. Sin más datos.
Programa “Vecinos Protectores“: iniciativa “para que vecinos capacitados puedan denunciar faltas municipales, promoviendo la participación ciudadana en el cuidado de la ciudad. Parte de las multas recaudadas se destinarán a quienes realicen las denuncias, incentivando la colaboración comunitaria” (¿?), dice la consigna municipal, pero sin ninguna transparencia como sucedió con la “Guardia Urbana” y otras tantas iniciativas del intendente de Río Gallegos.
Primera cancha de pasto sintético para la Liga Femenina en el Gimnasio Jorge “Indio” Nicolai, idem a todo lo anterior.
Necesario, pero no tanto
De acuerdo a los datos aportados por el propio Intendente Pablo Grasso la inversión planificada para estas obras, es de 9 mil millones de pesos para el año 2025 y como remarcó el Secretario de Hacienda “serán financiadas con recursos municipales”.
Si tomamos los datos oficiales difundidos por el gobierno provincial y municipal, esta cifra invertida por el intendente, alcanzaría a poco menos del 50% de los fondos de coparticipación, sin embargo falta en ambos casos (municipio y gobierno de la provincia) el detalles, la forma de financiación, la distribución de las obras, ampliaciones del contrato, modalidad de adjudicación a empresas constructoras, etc lo cual y teniendo en cuenta la experiencia en Santa Cruz, da lugar a sospechas de corrupción, retornos, sobreprecios y enriquecimiento ilícito de funcionarios y empresarios amigos, que siempre sobrevuelan estas “inversiones”, generando un círculo vicioso que es parte de un entramado corrupto de políticos y privados para “simular que hacen” cuando en realidad “hacen para llevársela”.
Pero todo esto es permitido por la falta de transparencia que tiene el Estado y un Tribunal de Cuentas que no funciona, una Justicia que mira para otro lado, un Gobernador que patalea pero no denuncia ante la justicia al intendente y un intendente que se queja y denuncia en sus medios pagos, pero no plantea una querella contra Claudio Vidal, haciendo literal aquella frase metafórica “Entre bomberos no se pisan la manguera”, aludiendo al código tácito (o expreso entre ellos) de criticar con límites al otro, sin perjudicarlo lo suficiente como para herirlo políticamente.
Y eso es lo que hacen Claudio Vidal y Pablo Grasso, pretendiendo que todos creamos que se pelean, pero en realidad se reproducen y mientras nadie les toque las cajas, ellos seguirán escenificando la realidad, porque los únicos que podrían cuestionarlos, los sindicalistas, ya están domados con la billetera, aunque los afiliados de esos gremios, sigan bajo la línea de pobreza y con sueldos de hambre. Ellos tampoco se quejan ni denuncian; por lo tanto, el negocio, tanto para el gobernador como para el intendente, les cierra perfecto. (Agencia OPI Santa Cruz)