(Por: Rubén Lasagno) – Martín Llaryora (Córdoba), Carlos Sadir (Jujuy), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz), conformaron el espacio político denominado “Grito Federal”, como una representación esquemática del interior de la Argentina, con el objetivo de marcarle la cancha, ahora a Javier Milei y en el futuro será a otro presidente, que históricamente han aplicado el centralismo político del país en la Capital Federal.
Este sería el argumento liminar del marco político general que expone el grupo de gobernadores, quienes en realidad y en lo inmediato, pretenden armar un núcleo “de fuerza y resistencia” ante los embates de LLA, el descaro del presidente que trata a propios y extraños como basura y la inconsistente y peligrosa hermana Karina, que está aprendiendo sobre la marcha (y muy rápido por cierto) a socavar el poder de quienes rodean a Milei y les impone sus caprichos o los echa del entorno del gobierno y un claro ejemplo de esto es cómo ha logrado dinamitar al PRO, partido que le permitió llegar donde están y los traiciona en cuanto puede.
Dicho esto, el grupo de gobernadores donde están alineados Vidal y Torres, no es el único que se desmarca de la conducción libertaria o más bien, no es el único que reúne fuerzas para enfrentar unidos, las decisiones del gobierno nacional. Pero la idea de unir al interior no es de ninguno de estos gobernadores mencionados, sino de Juan Schiaretti, quien está produciendo otros armados similares, para complicarle el panorama parlamentario a Milei, dado que la fuerza de los bloques, genera mayor tracción a la hora de negociar/presionar, que jugando de manera individual en las bancas parlamentarias.
Fuera de ello, la etiología de este espacio político llamado “Grito Federal”, más allá de los factores de unión de fuerza para negociar leyes y fondos, para el Gobernador de Chubut Ignacio Torres, tiene un sentido mucho más práctico y concreto: ser su plataforma política previa para su lanzamiento a la presidencia en el 2027 y así como OPI lo anunciara a los pocos meses de asumir la gobernación en el 2023, hoy el mandatario patagónico, lo ha revelado como una decisión tomada.
Torres, que tiene amigos innombrables como Guillermo Moreno, desde hace tiempo se está haciendo su camino a Olivos y su derrotero por los canales de televisión no es casual; está encuadrado en un plan premeditado de publicidad personal, con vista a la campaña 2027 a la presidencia, que, objetivamente, ya empezó.
Y “el grito federal” va a funcionar hasta que los egos de sus participantes se choquen y aparezcan las ambiciones personales de cada uno como es el caso de Llaryora y Pullaro, en el caso de este espacio primario que se presentó como núcleo de resistencia a las políticas de Milei y sus acólitos.
Por lo pronto, Ignacio Torres fue el primero en exponer sus verdaderas intenciones de sumarse a la aventura presidencial. Habrá que ver cómo juegan los otros gobernadores que piden pista en las grandes ligas de la política nacional.
Hoy por hoy, estas uniones transitorias de provincias, tiene como único objetivo la presión y el condicionamiento de las decisiones presidenciales a temas de orden económico-financiero como son los ATN, la coparticipación, la reducción de impuestos, la presión tributaria, etc. Estos bloques, porque se abrirán otros en los próximos días/meses, tienen el objetivo común de ganar poder de negociación política con Milei y ensayar en estas elecciones de medio tiempo la primera muestra de poder desde el interior profundo de la argentina y proyectar ese poder a las elecciones generales del 2027. (Agencia OPI Santa Cruz)